El Papa Francisco murió este lunes a las 2:35 hora Argentina, apenas unas horas más tarde del domingo de Pascua.
El Papa Francisco, fallecido el 21 de abril a los 88 años, manifestó su deseo de ser enterrado en la basílica Santa María Mayor, una de las cuatro basílicas papales de Roma que se encuentra fuera del Vaticano, fue el lugar elegido por Jorge Bergoglio para su sepultura, hablando de la gran devoción a la Virgen, en particular al icono de la 'Salus Populi Romano'.
"Como siempre le prometí a la Virgen, ya está preparado el lugar. Quiero ser enterrado en Santa María Mayor", precisó Francisco y explicó que es por su "gran devoción".
"Sí, porque es mi gran devoción, mi gran devoción. Y antes, ya cuando venía, siempre iba ahí el domingo en la mañana que estaba en Roma, me iba un rato allí. Hay una ligazón muy grande", destacó el Papa en aquella ocasión.
De hecho, al día siguiente de ser elegido, el Papa Francisco se dirigió a esta basílica a rezar, a primera hora de la mañana y también ha acudido allí meditar antes y después de cada viaje apostólico.
El lugar fue identificado por el llamado "milagro de la nieve", según el cual, el 5 de agosto del año 358, nevó en pleno verano en el Esquilino, una de las siete colinas de Roma.
El Concilio de Éfeso (431) declararía a la Virgen como Madre de Dios y el papa Sixto III (432-440) ordenó la reconstrucción de la Basílica, la primera en Occidente construida en honor a María.
La Basílica conserva el icono mariano de la 'Salus Populi Romani' (Protectora del Pueblo Romano): la tradición atribuye la imagen a San Lucas, evangelista y patrono de los pintores. El panel de madera de cedro (117×79 cm) muestra a Nuestra Señora de pie, con el Niño Jesús en brazos.
"Según una tradición relatada por Cesare Baronio, el icono de Salus fue llevado durante tres días en procesión por las calles de la ciudad, ante lo cual el Papa Gregorio I (590-604) se detuvo en oración para implorar el fin de la peste", afirma el sitio web de la Basílica.
En 1837, Gregorio XVI rezó ante la imagen para pedir el fin de una epidemia de cólera.
El 15 de marzo de 2020, tras el inicio del confinamiento provocado por la pandemia de Covid-19, el Papa abandonó el Vaticano para rezar en la basílica de Santa María la Mayor.
El icono fue llevado al Vaticano, cuando Francisco presidió un momento de oración, ante una Plaza de San Pedro vacía, el 27 de marzo de 2020, con la bendición extraordinaria 'urbi et orbi'.
El último Papa enterrado en Santa María la Mayor fue Clemente IX, en 1669, y la basílica también contiene las tumbas de Honorio III, Nicolás IV, Pío V, Sixto V, Clemente VIII y Pablo V.
Fue en este edificio donde se celebró por primera vez la Misa de Nochebuena y durante muchos siglos los pontífices acudieron allí el 24 de diciembre, manteniendo la tradición. En la nave lateral derecha, se encuentra la tumba de la familia Bernini.

En Argentina
El arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, presidió este lunes 21 de abril la misa en memoria del Papa Francisco, quien falleció esta madrugada a sus 88 años.
Concelebraron la Eucaristía, los obispos auxiliares, monseñor Pedro Cannavó, monseñor Alejandro Pardo, monseñor Alejandro Giorgi y monseñor Iván Dornelles, junto con el rector del templo, presbítero Alejandro Russo. Una multitud de fieles se unieron a la Eucaristía que también contó con la presencia del Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri.
En la homilía, el arzobispo manifestó: "Se nos murió el padre de todos, el padre de la humanidad, que insistió una y mil veces con que en la Iglesia debía haber lugar para todos, y repetía con los jóvenes en la última Jornada Mundial de la Juventud en Portugal 'todos, todos, todos', especialmente para los más frágiles, necesitados y discriminados".
"Se nos fue el Papa de los pobres, de los marginados, de los que nadie quiere, o en todo caso muchos excluyen. Se nos murió el padre de la misericordia y nos enseñó que Dios nos ama con locura, que entrega la vida por amor a nosotros y que de su misericordia nos quiere hermanos", señaló.
El arzobispo porteño afirmó que el Papa "nos insistió con la cultura del encuentro, con tender puentes, con que podamos vivir la fraternidad universal. También nos insistió tanto con que los cristianos no podíamos tener 'cara de vinagre', que no podíamos ser cristianos quejosos y apesadumbrados".
"Justamente -dijo- se nos va (el Papa) el día en que los cristianos celebramos la resurrección, en la octava de Pascua. Se nos murió el padre de los argentinos, al que no siempre comprendimos pero que profundamente amamos. Le damos gracias a Dios por su vida y por su legado".
Y finalizó: "Todos nosotros tenemos que ser ahora un poco Francisco y poder ser más misericordiosos entre nosotros y el mejor homenaje que podemos hacerle los argentinos es unirnos, tender puentes, dialogar y dejar de enfrentarnos todo el tiempo".
Esto será de acuerdo a las informaciones dispuestas por Roma para el sepelio del Santo Padre. "Cuando tengamos las disposiciones de Roma respecto al sepelio, seguramente convoquemos a todos a la misa oficial, a la ceremonia principal, a la que estarán convocados todos los fieles y, por supuesto, también las autoridades", anunció monseñor García Cuerva.
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