domingo, 18 de octubre de 2015

Nuevos y maravillosos santos, verdaderos testigos de Cristo.


Madre María de la Purísima de la Cruz


Padres de Santa Teresita del Niño Jesús

La Canonización de los padres de Santa Teresa de Lisieux, de quien el Papa Francisco es devoto, será el primer matrimonio en ser canonizado en la misma ceremonia en la historia de la Iglesia.

Louis Martin nació en Burdeos (Francia) el 22 de agosto de 1823 y falleció en Arnières-sur-Iton (Francia) el 29 de julio de 1894. Maria Zelie Guérin nació en San Saint-Denis-Sarthon (Francia) el 23 de diciembre de 1831 y falleció en Alençon (Francia) el 28 de agosto de 1877.

Un matrimonio santo

Louis y Zelie fueron beatificados el 19 de octubre de 2008 por el entonces Papa Benedicto XVI. Santa Teresita de Lisieux es la Patrona de las misiones y fue proclamada doctora de la Iglesia por el Papa San Juan Pablo II en 1997.

Casados en 1858, Louis y Zelie tuvieron nueve niños, de los cuales cuatro murieron en la infancia y cinco siguieron la vida religiosa.

El milagro que les hará santos

El milagro por el que serán elevados a los altares los padres de Santa Teresa de Lisieux tiene como protagonista a Carmen, una niña que nació en Valencia (España) en 2008.

Durante el embarazo, la madre de Carmen tuvo numerosos problemas. Después de muchos cuidados, la niña nació a los seis meses de gestación y con graves complicaciones.

Las primeras palabras de la partera fueron “hay que esperar lo peor”.  La bebé tenía una hemorragia ventricular de grado 4 (sangrado severo en el cerebro). “Comenzó con una hemorragia cerebral pero se complicó con los pulmones, el corazón”, recuerdan los padres.

Carmen no respondía a los tratamientos médicos, por lo que temían su muerte. Sin embargo, como la pequeña nació en la Fiesta de Santa Teresa de Ávila, el padre decidió pedirle a Santa Teresa que intercediera por ella.

Acudió a uno de los conventos que las Carmelitas Descalzas tienen cerca de la ciudad y a través de un intercomunicador las contó la situación y pidió que rezasen por Carmen. El domingo siguiente regresó con su mujer a Misa y volvieron a pedir el rezo de las religiosas, quienes, días más tarde y ante el empeoramiento del estado de salud de la niña, sugirieron pedir la intercesión de Lois y Zelie,  padres de Santa Teresita.

 
Las Carmelitas pensaron que quizás se obrase el milagro, como sucedió con el niño de Milán (Italia) que se curó milagrosamente y gracias al cual fueron beatificados.

Finalmente, Carmen se sanó de manera milagrosa y los diferentes médicos confesaron que se trata de “algo extraordinario”.

La hermana “rebelde”, también próxima beata.

La causa de beatificación de Leonia Martin, la tercera hija de Louis y Zelia y hermana de Santa Teresita del Niño Jesús, comenzó a estudiarse recientemente, según anunció el Obispo de Bayeux-Lisieux (Francia), Mons. Jean-Claude Boulanger.

Religiosa de la Orden de la Visitación, Leonia fue una niña frágil, insegura, e introvertida, que dio más de un dolor de cabeza a sus padres y que también luchó por vivir su vocación a la vida religiosa.

Actualmente la causa se halla en su proceso histórico –la recogida de todos los textos relacionados con su vida–, y antes de iniciarse oficialmente, el Obispo de Bayeus-Lisieux debe recibir el nihil obstat, la aprobación oficial de la Iglesia Católica desde el punto de vista moral y doctrinal que otorga la Congregación para las Causas de los Santos.

Otra Santa de habla hispana en los altares: Madre María de la Purísima de la Cruz.

Este domingo 18 de octubre es canonizada en el Vaticano la beata española Madre María de la Purísima de la Cruz, superiora general de la Congregación de las Hermanas de la Compañía de la Cruz, quien dedicó su vida a atender a los pobres, los enfermos y a los más necesitados.

Es la segunda religiosa de esta congregación en subir a los altares, junto con la fundadora Sor Ángela de la Cruz.

Un gran número de fieles de Andalucía y otros lugares de España peregrinaron a Roma acompañados por el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, y numerosas religiosas de la compañía y sacerdotes, para participar en la ceremonia de canonización.

Durante la Santa Misa, presidida por el Papa Francisco a las 10.00 de la mañana, también serán proclamados santos Luis y Celia Martin, padres de Santa Teresita del Niño Jesús; y el sacerdote diocesano Vincenzo Grossi, fundador del Instituto de las Hijas del Oratorio.

Breve biografía de la santa

María Isabel Salvat Romero, nombre con el que fue bautizada la nueva santa, nació en Madrid el 20 de Febrero de 1926. Perteneciente a una familia acomodada de la capital española, tomó los votos en 1952, y antes de llegar a Sevilla pasó por los conventos de Estepa y Villanueva del Río y Minas.

Fiel seguidora de Santa Ángela y observadora intachable de las reglas del Instituto, mantuvo intacto el carisma fundacional. Fue elegida Madre general de la Compañía de la Cruz el 11 de Febrero de 1977, pero antes fue maestra de novicias y consejera generalicia.

Austera y pobre para sí misma -«De lo poco, poco», solía decir- hacía vivir a las hermanas el espíritu del Instituto en la fidelidad a las cosas pequeñas. Se entregó a todos los que la necesitaban, especialmente a las niñas de los internados.

Con los enfermos y pobres sobresalía su delicadeza y caridad, los trataba como a nuestros “amos y señores”. Era extremada en atenciones, según las necesidades de cada uno.



Cada mañana, Hermana María de la Purísima se dirigía a “las cuevas” lejos del convento para asistir a las ancianas: lavarlas, curar sus heridas, hacerles la comida, lavarles la ropa etc. En estas asistencias siempre escogía lo más trabajoso y penoso.

Se arrodillaba ante ellas para lavarles los pies, curarles las llagas, poniendo en las heridas el bálsamo de su amor y caridad mientras escuchaba sus penas y se las aliviaba con su cariño y comprensión.

Les enseñaba a rezar y a confiar en el Señor; con su ejemplo hacía crecer en ellas la paciencia y resignación ante el dolor y soledad de sus vidas.

Con su cariño y paciencia fue ganando el corazón de tantas personas que poco a poco las fue acercando al Señor. Su generosidad con los pobres fue extremada, hasta darles, a veces, los alimentos de la Comunidad confiando en que la Divina Providencia no les iba a faltar a las Hermanas.

Trabajó incansablemente por hacer vida el ideal de Santa Ángela de la Cruz: “Hacerse pobre con los pobres para llevarlos a Cristo”.

En los últimos días de su vida, cuando la cruz de la enfermedad se le hizo sentir de una forma más dolorosa sólo se le oyó decir momentos antes de su muerte: ¡Qué alegría cuando me dijeron vamos a la casa del Señor!


Falleció el día 31 de octubre de 1998. En 2009 fue declarada venerable, y en septiembre de 2010 fue beatificada en una multitudinaria ceremonia en el estadio de la Cartuja de Sevilla.

La Santa Sede le ha reconocido dos milagros: la curación de una niña con una cardiopatía congénita y de un cofrade de la Hermandad de la Macarena que despertó después de 12 días en coma.



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