Esta imagen
de la Virgen María Asunta a los cielos o Virgen de la Asunción, la he realizado
con la técnica de telas encoladas y masillas epoxídicas. Es la misma técnica de
telas encoladas, que se ha utilizado para hacer la imagen del Patriarca San
José, Santa Teresita, Padre Damián, etc., con lo que les doy la pauta de las
múltiples imágenes artesanales, e irrepetibles que se pueden hacer. ¿Cómo se
hace? te lo cuento ahora por si no leíste el anterior:
1)
Se parte de un soporte (que
puede ser de alambre, madera, plástico, cartón, telgopor, etc.). En este caso
trabajaré todo con yeso betalfa. TENER EN CUENTA LAS PROPORCIONES. En otro
artículo (VER QUI DOCET, DISCIT del 1º
de septiembre de 2011) te he contado sobre las proporciones corpóreas más
comunes. Se sigue con la cabeza y las
manos, ya que los pies no se van a ver. Vamos pensando cómo va a ir ubicada la
ropa (te recomiendo que veas algunas estampas) y las actitudes que les quieras
dar a la imagen, esto lleva bastante tiempo, pero es importante hacerlo. Se va
pensando en todos los detalles que se le quieren hacer (ubicación de las manos,
de los pies, manto, etc.) en este caso la haré muy sencilla, las manos adelante.
También en su vestido le haré una filigrana grande en dorado, por eso antes de
empezar a encolar, te recomiendo que remarques la filigrana. Una vez todo
fraguado la pintaremos con pincel linner y oro inglés.
2)
Si hiciera falta, se van
añadiendo pequeñas almohadillas con algodón para darle volumen a las partes del
cuerpo. Como es una mujer, le damos un poco más las caderas y marcaremos la
zona de los pechos. Se pinta la cara y las manos. Se añade la cabeza que se
fija con masilla epoxídica, junto a las otras partes nombradas. La base de la
imagen la he pintado en las gamas de los celestes y blanco, pareciendo cielo y
la he barnizado. Se la protege con papel adherente para que no se ensucie.
3)
Se diagrama la vestimenta en
tela de algodón o lino (NO SINTÉTICO) y se le pasa una mezcla de cola de
carpintero, tiza, enduído y colorantes. Por lo menos 2 manos. Dejar secar muy
bien entre tela y tela, de esta manera cada una de las partes, quedará
correctamente fija y ubicada, en el lugar que le corresponde. ¡Mucha PACIENCIA!
De esto va a depender la calidad de la imagen. Lo adherimos todo muy bien al
cuerpo y lo dejamos secar. Nos vamos a ayudar haciendo algún “andamio” con
palitos, hilos, etc. Para que fragüe todo en el lugar correcto. Antes de poner
el manto, recuerda de ponerle el cinturón. Luego va el manto y por último el
velo en forma de capucha o como más te guste.
4)
Por último, el pintado de
las telas y los detalles finales, como ser puntillas, galones, dorados, etc.
Sacar el papel adherente de la base y seguir decorando con otros detalles, por
ejemplo con una aureola. Retocar con pigmentos al tono las marquitas que
hubiéramos dejado y todo el perfilado es retocado con dorado y otros colores
para crear sombras. Yo siempre pinto primero los colores claros y luego los
oscuros. Para evitar que sea muy complicado pintar, te recomiendo que vayas
viendo si no te resulta mejor pintar algunas telas antes de poner la que sigue,
muchas veces es necesario hacerlo.
Como les digo siempre, nada reconforta
más que hacer una imagen de la Santísima Virgen, mientras se realiza se reza,
se pide, se agradece, en fin siempre hace bien al alma.
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