Esta
imagen del Beato Ceferino Namuncurá, está hecha con yeso betalfa, masilla
epoxídica y telas encoladas. Manos a la obra y te cuento cómo la hice.
1)
Partimos haciendo la cabeza de este Beato argentino, perteneciente a la
comunidad indígena de la Patagonia argentina, para eso nos ayudamos con
estampas o fotos, para que sea lo más real posible. Buscamos una buena base, en
este casoes de madera, a la que traté y barnicé. Utilicé estructuras de
plástico a las que fui soldando cuidadosamente, posteriormente las revestí en
tela. Cabeza y manos es lo primero que vamos a hacer, así, una vez lista la
estructura, las podemos unir a ella con alambres y masillas epoxídicas. Como
lleva pantalón, ideamos dos estructuras de metal que irán adheridas a la base
de madera con masilla epoxídica.
2)
Teniendo en cuenta las medidas corpóreas, en este caso un varón, voy armando una estructura de
alambre grueso para sujetar la cabeza y las manos. Como te digo siempre, hay
que sentarse a ver estampas para saber lo que queremos hacer y la posición que
le vamos a dar a nuestra imagen. En este caso, lo haré con una mano sosteniendo
un libro, y la otra sosteniendo una cruz. Mientras se va secando el soporte,
puedo aprovechar para hacerlas. De esta manera ya los tenemos listos a la hora
de adherirlos.
3)
Hacemos una presentación con las telas del tipo de vestimenta que le vamos a
hacer. Recuerden que siempre trabajamos con algodón puro o lino. En este caso
lleva una camisa, pantalones y un poncho que es la vestimenta típica de estos
pueblos originarios.
4)
Empezamos a encolar, muy despacio y viendo qué es lo que va primero (pantalón,
mangas, camisa y poncho, por último un pañuelo en el cuello, en ese orden) para
evitar ensuciar las piezas, siempre recuerda cubrir con film adherente o
plástico las partes ya pintadas,
igualmente algún retoque final tendrás que dar. Siempre es bueno
prevenir, antes que curar.
5)
Pintamos con goma laca y pigmentos naturales y decoramos con los accesorios que
hayamos planificado. A disfrutar de las enseñanzas de este beato de la Iglesia,
que supo encontrar a Dios sirviendo a sus hermanos.
El paso a paso:
Un
poco de historia:
Ceferino
Namuncurá nació el 26 de agosto de 1886 y es hijo del cacique Manuel Namuncurá
y de la cautiva chilena Rosario Burgos.
Cursó
sus estudios primarios en una escuela de oficios de la localidad bonaerense de
Tigre y luego en el Colegio Pío IX, Buenos Aires, donde fue compañero de Carlos
Gardel.
En
1903, el joven decidió su vocación sacerdotal, pero por razones de salud los
salesianos lo trasladaron a Viedma, en donde fue pupilo del colegio San
Francisco de Sales. Allí monseñor Juan Cagliero, fundador de la obra de Don
Bosco en la Patagonia, tomó a Namuncurá como ahijado en 1898.
El
religioso llevó a Namuncurá a Italia para que sea tratado de tuberculosis y
para completar su formación teológica.
Estudia
en el colegio salesiano de "Villa Sora" (Frascati, Roma). En Turín,
el Beato Miguel Rua, el primer sucesor de San Juan Bosco, conversa varias veces
por semana con el buen indiecito, pero el acontecimiento de su vida fue el 27
de septiembre de 1904, Ceferino visita al Papa Pío X, junto con Monseñor
Cagliero, los sacerdotes José Vespignani y Evasio Garrone y otros salesianos.
A
Ceferino le encomendaron la tarea de pronunciar un breve discurso con unas
emocionadas palabras y obsequia al Papa un Quillango Mapuche. Pío X se
conmueve, lo bendice y le obsequia la medalla destinada a los príncipes.
Namuncurá
murió el 11 de mayo de 1905 en Italia y sus restos fueron repatriados en 1924.
El
milagro.
El
milagro que se aceptó como tal, es el caso de una mujer de Córdoba, que tenía
24 años y que se curó en forma instantánea e íntegramente de un cáncer de
útero, y hasta pudo concebir nuevamente. Para la ciencia este hecho es
absolutamente inexplicable y fue corroborado con estudios médicos anteriores y
posteriores de la mujer, que acreditan la desaparición de la enfermedad.
Este
milagro atribuido a Ceferino se produjo en 2000, cuando la familia de la joven
con cáncer de útero pidió intensamente la intercesión de Ceferino ante Dios
para salvarle la vida. Y la mujer se curó.
El
2 de mayo de 1944 se inició la Causa de Beatificación y el 3 de marzo de 1957
el papa Pío XII aprobó la introducción de la causa. Quince años más tarde, el
22 de junio de 1972, el papa Pablo VI lo declaró Venerable por sus virtudes
cristianas. Fue el primer argentino que llegó a esa altura de santidad.
Desde
1991 sus restos descansan en el Santuario de María Auxiliadora de Fortín
Mercedes, Provincia de Buenos Aires (Argentina). En diciembre de 2006, la Santa
Sede aprobó el primer milagro para su causa de beatificación. Fue beatificado
por Benedicto XVI el 11 de noviembre de
2007
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