Esta imagen de San Ignacio de Loyola, es algo complicada,
pero los desafíos siempre traen consigo bastante adrenalina y eso es bueno. Es
una pieza en la que tenemos que empezar de cero. Hacer toda la vestimenta de un
sacerdote preconciliar antiguo no es poca cosa. Manos a la obra y te cuento
cómo la hice.
1) Partimos haciendo la cabeza y
las manos. Buscamos una buena base, en este caso usé madera a la que traté y
barnicé. Utilicé estructuras de plástico a las que fui soldando cuidadosamente,
posteriormente las revestí en tela y la adosé a la base de madera. Como les
dije, cabeza y manos es lo primero que vamos a hacer, así, una vez lista la
estructura, las podemos unir a ella con alambres y masillas epoxídicas. Todo
tiene que estar muy bien unido, recordemos que esta imagen va a llevar
bastantes cosas encima y pesadas.
2) Teniendo en cuenta las medidas
corpóreas, en este caso un varón, voy armando una estructura de alambre grueso
para sujetar la cabeza y las manos. Como te digo siempre, hay que sentarse a
ver estampas para saber lo que queremos hacer y la posición que le vamos a dar
a nuestra imagen. Hacemos una
presentación con las telas del tipo de vestimenta que le vamos a hacer.
Recuerden que siempre trabajamos con algodón puro o lino. Mientras se va secando
el soporte, podemos aprovechar para hacer la dalmática (casulla antigua),
estola y el manípulo que va en el brazo izquierdo, de esta manera ya los
tenemos listos a la hora de adherirlos. Lleva mucho tiempo y hay que hacerlo
bien y lindo, ya que es la parte de la imagen que resalta. Va muy ornamentado,
por eso paciencia y mucha dedicación.
3) Empezamos a encolar, muy
despacio y viendo qué es lo que va primero (mangas, alba, cíngulo, estola, dalmática,
manípulo, en ese orden) para evitar ensuciar las piezas, siempre recuerda
cubrir con film adherente o plástico las partes ya pintadas, igualmente algún
retoque final tendrás que dar. Siempre es bueno prevenir, antes que curar.
4) Pintamos con goma laca y
pigmentos naturales y decoramos con los accesorios que hayamos planificado. A
disfrutar de las enseñanzas de este gran personaje de la Iglesia, que supo
encontrar a Dios y servir a sus hermanos y que San Ignacio de Loyola nos
proteja y nos guíe.
El paso a paso:
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