Imagen de San Héctor Valdivielso Sáez.

        

       Esta imagen de San Héctor Valdivielso Sáez, primer santo  argentino, está realizada con la técnica europea de telas encoladas y masilla epoxídica. Pertenecía a la congregación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas más conocidos como Lasallanos o Hermanos de La Salle. Manos a la obra.

1) Se parte de un soporte (que puede ser de alambre, madera, plástico, cartón, telgopor, etc.) En este caso es un tallado en yeso betalfa. Se le van marcando las partes del cuerpo. TENER EN CUENTA LAS PROPORCIONES. Ver el QUI DOCET, DISCIT sobre las proporciones corpóreas más comunes, que se encuentra en el blog. Si hiciera falta, se van añadiendo pequeñas almohadillas con algodón para darle volumen a las partes del cuerpo. Como es un varón, le damos un poco menos las caderas y marcaremos la zona pectoral. Se pinta la cara y las manos. Se añade la cabeza que se fija con masilla epoxídica.

2)           Se sigue con la cabeza y las manos Vamos pensando cómo va a ir ubicada la ropa (para esto es preciso ver estampas para que sea más real) y las actitudes de la imagen (esto lleva bastante tiempo). Hay muchas imágenes de San Héctor junto a niños, sosteniendo una cruz,  con las manos en posición de oración, etc. pero yo me voy a inclinar por una imagen clásica de él, en la que se lo va a ver sosteniendo un libro y una cruz. La persona que me la encargó, está de acuerdo con esto y entonces, no se habla más, el gusto del que encarga siempre prevalece. La base de esta imagen es de madera barnizada. Sobre ella fijamos toda la estructura y la protejemos para que no se ensucie. Aprovechamos a cortar las telas de algodón o lino puro y vamos armando todo el hábito de los Lasallanos, incluyendo la capa y el “babero” del cuello que es de color blanco.

3)           A las telas cortadas, se le pasa una mezcla de cola de carpintero, tiza, enduído, yeso y colorantes. Por lo menos 2 manos. Atención que sobre la sotana lleva un capote bastante largo (no dejen de ver fotos o estampitas). Dejar secar muy bien entre tela y tela, lo mismo cuando se pinta. Mucha PACIENCIA.  Lo adherimos todo muy bien al cuerpo y lo dejamos secar. Nos vamos a ayudar haciendo algún “andamio” con palitos, hilos, alfileres etc. Para que fragüe todo en el lugar correcto.

4)           Sacar el papel adherente de la base y seguir decorando con otros detalles (aureola, anteojos, libro, etc.). Retocar con pigmentos al tono las marquitas que hubiéramos dejado. A disfrutar de la imagen rezando en familia.

 El paso a paso: