El origen
principal de lo que pasado el tiempo sería la base principal del culto y
devoción a la imagen de la actual Patrona de Valencia, fue el sermón que Fray
Juan Gilabert Jofré, religioso de la orden mercedaria, coetáneo y amigo de San
Vicente Ferrer, pronunció en la
Catedral de Valencia el día 24 de febrero de 1409 (primer
domingo de cuaresma. Mientras se dirigía hacia la Catedral el padre Jofré
vió como unos muchachos apaleaban a un demente burlándose de él. En su sermón
el padre llamó a sus feligreses a tener caridad y tomar medidas a favor de los
pobres enfermos abandonados y con frecuencia objeto de malos tratos y abusos.
No cayeron
en vacio sus palabras, pues sus encendidas razones calaron en el ánimo de los
presentes, entre los cuales se encontraba un mercader llamado Lorenzo Salom,
que se erigió en principal valedor y promotor efectivo de la idea, de tal
manera que diecinueve días después el Consejo General de la Ciudad estudiaba la
iniciativa y dos meses y medio más tarde
comenzaban las obras de un hospital con esta finalidad. El 26 de febrero de
1410, el Papa Benedicto XIII autorizó la fundación del hospital y dio por
titulares a los Santos Inocentes Mártires.
El documento de su fundación, firmado por el rey Martín V el Humano, el
15 de marzo de 1410, establece, y en esto radica la originalidad de la
propuesta, que a la atención humanitaria dispensada a los allí acogidos, se les
proporcionaría además asistencia médica, lo cual significaba, cultural y
científicamente la fundación del primer hospital psiquiátrico del mundo. La
institución recibió el nombre en valenciano de “ Hospital dels ignocens.Folls e
Orats” que, según la moderna psiquiatria corresponde a “oligofrénicos,
psicósico y demenciados”.
La Cofradía.
El 11 de
marzo de 1413 el Spital dels Folls celebro la festividad de San Matías, y el sacerdote que pronunció el
sermón, Juan Rodella, lo dedicó integramente a la conveniencia de crear una
cofradía que ayudara a mantenerlo. A raiz de ello, el fundador del Hospital y
presidente de su junta de gobierno, Lorenzo Salom, redactó los estatutos de la
misma, “els Capitols”, y un año mas tarde, el 20 de julio de 1414 salió de
viaje para Marella. Alli se los presentaría al Papa Benedicto XIII, y al Rey
Fernando de Antequera. También quería que se le concediera un Privilegio de
fundación de la cofradía, petición que obtuvo del Rey el 29 de Julio. El nombre
de estos cofrades consta en documento real fechado en Barcelona en marzo de
1410 por el rey Martín el Humano.

El
título Mariano:
Desde los
primeros momentos, ambas instituciones quedaron acogidas a la protección y
patronazgo de la Virgen,
concretándose ya el título mariano de “Nostra Dona Sancta María dels
Ignocents”, al que se añadía a veces tambien el de “Folls” (locos). Más
adelante se iría extendiendo y popularizando el de “Desanparats”, hasta que en
1493, por Real Privilegio de Fernando el Católico, se decidió que de entonces
en adelante fuese esta imagen intitulada
Nuestra Señora de los Desamparados.
Las
primeras Imágenes:
En los
primeros años la cofradía dispuso de una imagen pintada sobre tabla, quizás una
pintura valenciana del gótico internacional o bien una tableta italianizante de
tradición bizantina. En cualquier caso, la imagen fue relegada y desde mediados
de siglo se destinó a ser colocada sobre los cajones de los cadáveres de los
ajusticiados de cuyo entierro se ocupaba la Cofradía.
Imágenes
de la Virgen:
A pesar de
lo transformada, que se encuentra por las sucesivas intervenciones que sufrió
durante los siglos XV y XVI, la imagen es básicamente la original. No está
tallada en madera, sino que está modelada en cartón piedra con dorados y
encarnaduras retocados en diferentes ocasiones. Originariamente fue realizada
en relieve trabajándose sólo la parte delantera con los pliegues de las
vestiduras, que son iguales a los de otras imágenes de la época que también
portaban Niño.

Iconografía
de la Virgen:
El vestido
interno o túnica cae en pliegues hasta los pies, y lleva escote redondeado, con
orla, que suele variar según las interpretaciones. En la mayoria de ellas así
como en el original, el vestido se ve oculto por el plegado y la curvatura del
manto. En la imagen de la Virgen de los Desamparados
el manto aparece como cerrado, con abertura grande para la cabeza y plegado
para sacar los brazos. En realidad se presenta como una casulla amplia, de
estilo gótco, que fue recortándose por la zona de los brazos, y de este modo
fue adquiriendo la forma conocida como “de guitarra”. La corona está
superpuesta, al contrario que muchas imágenes de la época que la llevan
incluída en la talla.
Lo más
peculiar de la iconografía de la
Virgen es la presencia de los niños; los Santos Inocentes
Mártires, portadores de los cirios encendidos. No son unicamente símbolo de la
cofradía, sino tambien portadores de la luz de Criso. Aparecieron desde el
principio en el título del Hospital, de la Cofradía y de la Imagen, hasta incorporarse
definitivamente, con variadas formas y posturas, lo que les convirtió en uno de
los elementos identificativos de la Virgen. Los que lleva ahora pertenecen al siglo
XVIII. Son el símbolo de todo hombre necesitado de protección de lo Alto y
cobijo maternal.
Autor y
Cronología:
Se
desconoce con exactitud la fecha en que fue realizada la imagen y quién es su
autor, sin embargo, diversos autores señalan como probable datación los años 1411 a 1416. En cualquier
caso, en 1426 consta ya en los invetarios “la imagen que va sobre los cosos”
(sobre los féretros).
Cambio
de Posición:
En el siglo
XVII la imagen continúa en su posición
“tumbada” (yacente) pero en 1631 en el Sínodo Valentino se decide que se la
coloque de pie, y en 1647 se la saca por primera vez en procesión, se le
incorporó a tal fin un soporte para su traslado y exposición a la veneración
pública.

Autores
de la Imagen
según la Tradición
:
Los peregrinos pidieron que se los dejara solos
en un sitio denominado la
Ermita, hoy la
Capilla del Capitulet, frente al Antiguo Hospital, y que
nadie les molestara, salvo para servirles comida y los materiales que
necesitaran. El mismo padre Jufré realizó este servicio durante tres días, y en
la madrugada del cuarto día, inquieto por ver cómo se desarrollaba el trabajo,
entró en la ermita, encontrándose con que la imagen ya estaba terminada y los
peregrinos habían desaparecido. De ahí la cariñosa tradición de la “ferenels
ángels”.
Devoción:
Varios
Sumos Pontífices, como Calixto III, Sixto V y Clemente VIII contribuyeron
efizcamente al aumento de la devoción a la Virgen, concediendo indulgencias y otras gracias
espirituales. Urbano VIII, hizo su altar privilegiado, pero el paso gigante lo
dio Benedicto XIII en 1725 con el rezo canónico de la santa imagen, consagrando
así litúrgicamente para la
Patrona el título de Madre de los Desamparados. Pío VII elevó
este oficio al rito de primera clase con octava, y León XII la declaró Patrona
de Valencia y su reino. La devoción a esta advocación de la virgen ha llegado
hasta Sicilia, Filipinas, Buenos Aires (Argentina) en la Basílica San Nicolás
de Bari, una población de Costa rica lleva el nombre de “Desamparados”,
Nicaragua, Venezuela, Guatemala, México y diversas Misiones de la India y África.
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