miércoles, 1 de julio de 2015

Imagen del Beato Charles de Foucald.

Esta imagen del Beato Charles de Foulcald, es algo complicada, pero los desafíos siempre traen consigo bastante adrenalina y eso es bueno. Es una pieza en la que tenemos que empezar de cero. Manos a la obra y te cuento cómo la hice.


1) Partimos haciendo una talla de la cabeza del Beato Charles, para eso nos ayudamos con fotos y estampas de él, para que sea lo más real posible. Buscamos una buena base, en este caso usé una rodaja de araucaria, a la que traté y barnicé. Previamente adosé con masillas epoxídicas una primera base para que sea soporte de la imagen, luego vendrán otras que darán la altura adecuada a la imagen. Atención con esto, porque este paso es fundamental para que después no se les caiga la imagen o se esté tambaleando. Utilicé estructuras de plástico a las que fui soldando cuidadosamente, posteriormente las revestí en tela. Cabeza y manos es lo primero que vamos a hacer, así, una vez lista la estructura, las podemos unir a ella con alambres y masillas epoxídicas.





2) Teniendo en cuenta las medidas corpóreas, en este caso  un varón, voy armando una estructura de alambre grueso para sujetar la cabeza y las manos. Como te digo siempre, hay que sentarse a ver estampas para saber lo que queremos hacer y la posición que le vamos a dar a nuestra imagen. En este caso, lo haré con una mano apoyada en su pecho, y la otra sosteniendo un misal. Mientras se va secando el soporte, puedo aprovechar para hacer el Rosario (de 15 misterios) y el misal, de esta manera ya los tenemos listos a la hora de adherirlos.

3) Hacemos una presentación con las telas del tipo de vestimenta que le vamos a hacer. Recuerden que siempre trabajamos con algodón puro o lino. En este caso lleva el hábito con escapulario de color blanco, con un corazón y una cruz de color rojo en el pecho. Mucho cuidado cuando coloquen el cinturón, porque debe agarrar dos partes del Rosario y el escapulario. Los pies llevan sandalias, ojo con este detalle.



4) Empezamos a encolar, muy despacio y viendo qué es lo que va primero (mangas, hábito y escapulario, en ese orden) para evitar ensuciar las piezas, siempre recuerda cubrir con film adherente o plástico las partes ya pintadas,  igualmente algún retoque final tendrás que dar. Siempre es bueno prevenir, antes que curar.












5) Pintamos con goma laca y pigmentos naturales y decoramos con los accesorios que hayamos planificado. A disfrutar de las enseñanzas de este gran personaje de la Iglesia, que supo encontrar a Dios y servir a sus hermanos.

 El paso a paso:


Una breve biografía sobre él, vale la pena leerla:

Charles Eugene, visconde de Foucauld, nace en la aristocracia, en Estrasburgo (Francia) el 15 de septiembre de 1858. Huérfano a los seis años, su hermana y el son criados por su abuelo. Estudió con los jesuitas en Nancy y Paris (1872-1875).

Entro en la academia militar en 1876. En 1880 fue enviado como oficial a Setif, Argelia. En 1881 fue despedido por mala conducta. Se fue a Evian, Francia. Dos meses más tarde, durante la revuelta de Bon Mama en Oran del Sur, Charles se re-enlista y peleo los ocho meses de la revuelta. Después renunció a su puesto para estudiar árabe y hebreo por 15 meses. Entonces emprendió, en 1883, una expedición por el desierto de Marruecos, hizo mapas de los oasis del país y recibió la medalla de oro de la Sociedad Francesa de Geografía.

Exploró Argelia y Túnez desde septiembre del 1885 hasta enero del 1886, cuando regresó a París para trabajar en su libro sobre Marruecos (se publicó en 1888).

En 1886 tuvo una profunda experiencia de conversión. La vida entre los seguidores del Islam le hizo pensar. Esta gente se toma muy en serio su religión. Él, por el contrario, había vivido derrochando dinero y aventurando. Comenzó a rezar: "Señor, si existes, que yo te conozca".  Un amigo lo dirigió al Padre Huvelin.

Cuando Charles explicó que no era creyente, el sacerdote simplemente le ordenó a confesarse. Charles obedeció y salió del confesionario un hombre nuevo. "Tan pronto como creí que había un Dios, comprendí que no podía hacer otra cosa sino vivir para El; mi vocación religiosa es del mismo momento que mi fe: Dios es tan grande".

Desde entonces optó por una vida muy sencilla, durmiendo en el piso y orando diariamente por horas. Fue de peregrino a Tierra Santa Nov. 1888-Feb 1889. El resto del 1889 lo pasó en retiros espirituales. El 16 de enero de 1890 entró con los monjes trapenses del monasterio Notre Dames-des-Neiges y toma el nombre Marie-Alberic. En junio se trasladó al monasterio de Akbes, Siria.

Desde allí lo envían a estudiar a Roma en Octubre, 1896. Pero tres meses más tarde salió de los trapenses. Sus pensamientos estaban con los pueblos del África que no conocían a Cristo. Se fue a pie de peregrino a Tierra Santa y después volvió a Francia para estudiar para el sacerdocio. Fue ordenado en Viviers el 9 de junio de 1901. A fines de ese año se fue a vivir a la región de Oran Sur, cerca de Marruecos, para establecer una orden para evangelizar a Marruecos.

En 1902 comenzó a comprar esclavos para liberarlos. En 1904 se dedicó a la evangelización de los Tuaregs, tribu nómada. Tradujo los Evangelios al lenguaje al tuareg y en noviembre, 1908 tradujo poesía tuareg al francés. Escribió varios libros sobre los tuaregs, en particular una gramática y un diccionario francés-tuareg, tuareg-francés. Los bereberes del desierto le llamaban «marabut».  Eventualmente se estableció en el corazón del desierto del Sahara, en Tamanrasset (Hoggar, Argelia).

En marzo del 1909 logró fundar la Unión de Hermanos y Hermanas del Sagrado Corazón para evangelizar las colonias francesas de África.

El 1 de diciembre de 1916, a la edad de 58 años, Charles de Foucauld muere por un disparo de fusil en medio de una revuelta anti-francesa de los bereberes de Hoggar. Muere víctima de los que decían que su bondad producía sentimientos amistosos hacia los franceses.

Diez congregaciones religiosas y ocho asociaciones de vida espiritual han surgido de su testimonio y carisma. En 1933 y 1939 respectivamente, se formaron en Argelia Los Hermanitos de Jesús y Las Hermanitas de Jesús las Hermanitas de Jesús, ambos inspirados por el ejemplo y las enseñanzas de Charles De Foucauld.

Los miembros viven en pequeñas comunidades llamadas fraternidades, en áreas de pobreza. Se mantienen haciendo el mismo trabajo que sus vecinos.  Otras asociaciones: Las Hermanitas del Sagrado Corazón, las Hermanitas del Evangelio, las Hermanitas de Nazaret, los Hermanitos del Evangelio y la Fraternidad Jesús Caritas, o La Fraternidad Charles de Foucauld.

 

Fue beatificado en Roma el 13 de noviembre del 2005 por el Papa Benedicto XVI.

Pensamientos de Charles De Foucauld.

Adoración: «Adorar la Hostia santa debería ser el centro de la vida de todo hombre».

Amor: «Cuanto más se ama, mejor se reza».

Apostolado: «Cada cristiano tiene que ser apóstol: no es un consejo, sino un mandamiento, el mandamiento de la caridad».

Bien: «Haré el bien en la medida en la que sea santo».

Coherencia: «Cuando se sale diciendo que se va a hacer algo, no se debe regresar sin haberlo hecho».

Cruz: «Cuanto más abrazamos la Cruz, más estrechamos a Jesús que está clavado en ella».

Examen de conciencia: «Pregúntate en cada cosa: "¿Qué habría hecho el Señor?", y hazlo. Es tu única regla, la regla absoluta».

Eucaristía: «La Eucaristía es Dios con nosotros, es Dios en nosotros, es Dios que se da perennemente a nosotros, para amar, adorar, abrazar y poseer».

Evangelio: «Si no vivimos del Evangelio, Jesús no vive en nosotros».

Fe: «La fe es incompatible con el orgullo, con la vanagloria, con el deseo de la estima de los hombres. Para creer, es necesario humillarse».

Jesucristo: «Jesús sólo se merece ser amado apasionadamente».

 

Imitación de Cristo: «Cuando se ama, se imita».

Oración: «Que nuestra vida sea una continua oración».

Pobreza: «No tenemos una pobreza de convención, sino la pobreza de los pobres. La pobreza que, en la vida escondida, no vive de dones ni de limosnas ni de rentas, sino sólo del trabajo manual».

Sacerdotes: «El sacerdote es un ostensorio, su deber es mostrar a Jesús. Él tiene que desaparecer para dejar que sólo se vea a Jesús…».


Santidad: «Santificándonos santificaremos a los demás».

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