BUENOS
AIRES, 14 Ago. 16 / 04:51 pm (ACI).- La Comisión Permanente de la Conferencia
Episcopal Argentina anunció diversas actividades que acompañarán la
beatificación de Mama Antula el próximo 27 de agosto.
El
Obispo de Santiago del Estero, Mons. Vicente Bokalic, informó que la
beatificación de María Antonia de Paz y Figueroa, conocida como Mama Antula, se
realizará el 27 de agosto a las 11:00 a.m. (hora local) en la diócesis ubicada
a unos mil kilómetros de Buenos Aires.
Para
prepararse espiritualmente la Comisión de Catequesis de Santiago del Estero en
conjunto con la Sede Administrativa de las Escuelas Diocesanas (SAED),
redactaron una novena dedicada a Mama Antula que narra una breve reseña y los
milagros obrados por su intercesión.
El
viernes 26 de agosto habrá un campamento de jóvenes donde realizarán una
vigilia hasta la medianoche con momentos de oración y celebración.
El
sábado 27 la ceremonia de beatificación estará presidida por el Prefecto de la
Congregación para las Causas de los Santos, Cardenal Angelo Amato, en el Parque
Aguirre donde en 1994 se celebró el Congreso Eucarístico Nacional.
Hasta
el lugar llegarán las imágenes de diversos santuarios de la provincia Santiago
del Estero como son: el Señor del Mailín, la Virgen de Sumampa, la Cruz de
Matará, Nuestra Señora de Loreto, entre otras.
El
domingo 28 agosto a las 11 a.m. hora local se realizará la Misa de acción de
gracias en la Catedral Nuestra Señora del Carmen.
Estos
actos que fueron declarados como “interés nacional” por la Secretaría de Culto
de la Nación y adoptada por la Secretaria General de la Presidencia de la
Nación mediante resolución.
María
Antonia de Paz y Figueroa (Mama Antula) nació en 1730 en Santiago del Estero.
Trabajó desde muy joven con los jesuitas colaborando en la organización de
ejercicios espirituales. Luego partió a Buenos Aires, donde se dedicó durante
veinte años a predicar el mensaje de Cristo.
En
1795 fundó la Santa Casa de Ejercicios Espirituales en Buenos Aires, la que aún
cumple su misión bajo el cuidado de la congregación Hijas del Divino Salvador.
Falleció el 7 de marzo de 1799 en dicha residencia. Sus restos descansan en la
actualidad en la Iglesia Nuestra Señora de la Piedad, en Buenos Aires.
El
4 de marzo el Papa Francisco aprobó el decreto que reconoce el milagro obrado
por intercesión de la Sierva de Dios: en 1904 la religiosa María Rosa Vanina,
de las Hijas del Divino Salvador, se recuperó de manera inexplicable de una
colecistitis aguda con shock séptico, luego que los médicos pronosticaron una
muerte segura.
Más
información viviste www.beatificacionmamaantula.org
Mama
Antula, la nueva beata argentina
VIDA
Y OBRA
La
Venerable María Antonia de Paz y Figueroa, conocida por el pueblo como “Mama
Antula” nació en 1730 en Santiago del
Estero, Argentina. Desciende de una ilustre familia de conquistadores y
gobernantes. Su niñez la pasa en el campo, en la hacienda paterna en contacto
con los pueblos originarios. A los 15 años decide consagrase a Dios y toma el
nombre de Maria Antonia de San José. Algunos santiagueños lamentan la decisión
ya que ella era muy bonita, de facciones finas y grandes ojos azules. En
aquella época no existían religiosas activas fuera del convento de clausura,
con lo cual ella decide vestir una túnica negra y vivir junto a otras mujeres
la vida activa, se las llamaban “beatas” (lo que sería ahora laicas
consagradas).
Guiadas
por un sacerdote jesuita, el Padre Gaspar Juárez, se dedicaban a ayudar a los
sacerdotes, instruir a los niños, cosían, bordaban, cuidaban enfermos y
repartían limosnas. En 1767 Carlos III decide expulsar a los Jesuitas de
América. María Antonia cuenta con 37 años cuando sucede esto, y quiere
reinstaurar los Ejercicios Espirituales de San Ignacio. Esto no fue bien visto
por la sociedad, el medio era hostil, pero ella sigue con su idea de organizar
esta práctica piadosa. Los participantes vivían en un lugar cerrado durante
varios días escuchando charlas a fin de que reflexionen sobre su vida y
apliquen lo que les es un bien para su alma.
Comienza
María Antonia invitando uno a uno a estos retiros desde 1768 a 1770. Lo hace
caminando descalza por las tierras de Santiago del Estero, Silípica, Loreto,
Salavina, Soconcho, Atamasqui, etc. Luego decide salir a otras provincias y se
va caminando a Catamarca, La Rioja, Jujuy, Salta y Tucumán. El Obispo de
Tucumán le da la licencia y así comienzan a aceptarse nuevamente esta práctica
religiosa. Los frutos de los Ejercicios se conocen por el bien que le hace al
pueblo y sus cambios en la vida diaria. Los Ejercicios duraban 10 días y se
hacían todo el año. Convivían las Damas con sus siervas y en tandas separadas
los hombres con sus ayudantes de campo.
Luego
del éxito y buenos frutos de estos retiros, decide ir a Buenos Aires. En ese
momento era considerado una locura ya que debían caminar 1400 kilómetros a pie.
Los peligros son múltiples ya que las zonas eran habitadas por animales
salvajes: jaguares, chanchos del monte y ladrones que atacaban a los viajeros.
Una de sus frases que guían sus pasos era “la paciencia es buena pero más la
perseverancia”, y lo aplica en su máxima expresión.
Cuando
llega a Buenos Aires en Septiembre 1779 va a visitar al Virrey y al Obispo
durante un año para que le otorguen la licencia. El Virrey Vertiz tenía una
antipatía visceral por todo lo que era jesuítico, le niega la autorización. En
1780 comienzan los retiros en Buenos Aires con un éxito increíble. Es allí cuando
el Obispo cambia su parecer y apoya esta obra, por los frutos que dan en sus
fieles. Llegaron a ver tandas de 200 personas y la Providencia fue muy generosa
en asistir a todas las necesidades de los practicantes.
La
comida que sobraba se repartia a los presos y a los mendigos que concurrían a
la Casa. Ella escribe: “Veo que la Divina Providencia me socorre
indefectiblemente para su continuación y que cada día más experimenta el
publico el fruto de ellos. En cuatro años de ejercicios se han acercado más de
15.000 personas.”
Luego
sus ansias de “quisiera andar hasta donde Dios no fuese conocido” la lleva a
Uruguay, Colonia y Montevideo, donde está tres años. Retorna a Buenos Aires y
comienza la edificación de lo que hoy es uno de los edificios más antiguos de
Buenos Aires, la Santa Casa de Ejercicios Espirituales, en Av. Independencia
1190, Capital Federal, Argentina. Ella va tocando puerta por puerta, hasta el
Virrey acepta su obra . Ella dice “la obra era de Dios y para Dios” y es así
como se edifica esta magnífica Casa.
Su
obra es conocida en Francia, en el monasterio de Saint-Denis de Paris donde la
priora del Carmelo era tía del rey Luis XVI. Sus cartas eran traducidas en
varios idiomas: latín, francés, inglés, alemán y ruso. Estas cartas se envían a
distintos países entre ellos Rusia. La fuerza testimonial que emana de sus
cartas son modelos para los conventos por la fuerza que transmite. Se escribe
un trabajo sobre ella llamado “el estandarte de la mujer fuerte” que se edita
en 1791.
María
Antonia realiza muchos hechos pródigos entre ellos cuando faltaba alimentos
para sus practicantes la comida se reproducía de la olla o el pan se
transformaba en fruta, o cuando faltaba grasa para preparar la comida, pasaba
un donante por la puerta dejando justo lo que se necesitaba ese día.
El
7 de Marzo de 1799 muere a los 69 años. Sus restos descansan en la Basílica de
Nuestra Señora de la Piedad en la calle Bartolomé Mitre 1524, Capital Federal,
Argentina. El 12 de Julio de 1799 se le rinde homenaje en la Basílica de Santo
Domingo. Cuando muere se calcula que unas 70.000 a 80.000 personas se habían
beneficiado de los retiros espirituales.
Ha
sido Maria Antonia quien introdujo en la Argentina la devoción a “San
Cayetano”, muy arraigada en nuestro pueblo con una afluencia de miles de
personas cada año visitan el Santuario de Liniers pidiendo pan, trabajo y
salud. Subsisten vínculos históricos y pastorales que unen el Santuario de
Liniers con la Congregación de las Hijas del Divino Salvador.
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