viernes, 23 de marzo de 2018

El Papa nombra a una religiosa directora de la Congregación para la vida consagrada.




La Oficina de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica será dirigida por la Hermana Annunziata Remossi.

La Reverenda Hermana Annunziata Remossi, perteneciente al Instituto Religioso “Hermanas Oblatas de la Virgen María de Fátima” (O.M.V.F.) es la nueva jefa de la Oficina de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.

Un nombramiento llevado a cabo por el Papa Francisco y con el que aboga, una vez más, por la importancia del papel de la mujer dentro de la Iglesia.

Se trata del Dicasterio que se ocupa del régimen, la disciplina, los derechos y privilegios de los institutos de vida consagrada (órdenes y congregaciones religiosas, tanto masculinas como femeninas, e institutos seculares). Además, la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica es también competente a lo concerniente a la vida eremita, las vírgenes consagradas, y las asociaciones y nuevas formas de vida consagrada.

Es importante puntualizar que tiene una competencia de carácter personal, y no posee límites territoriales, extendiéndose a todos los aspectos de la vida consagrada: vida cristiana, vida religiosa y vida clerical.

Conociendo un poco más a las Hermanas Oblatas de María Virgen de Fátima.

Este instituto nació en un santuario dedicado a Nuestra Señora de Fátima, pero en Italia. Su raíz está en la espiritualidad de los padres Oblatos de María Virgen, fundados en 1800. Pero esta nueva familia religiosa surgió sólo en 1978 y fue aprobada en 2001 como instituto de derecho pontificio, año en que vino también a Fátima.



Llamadas a vivir una solidaridad espiritual y universal.

La frase " Entregado al Padre, al igual que María, la vida de los hermanos" resume el carisma de la institución, surgió en el santuario de Nuestra Señora de Fátima de San Vittorino, Diócesis de Tivoli, Italia. Las hermanas se sienten llamadas a "asociar la propia vida a la de Cristo Redentor y Salvador, para colaborar, como María, en su plan de salvación de la humanidad", en una respuesta directa a la pregunta de María en la Cova da Iria: "Queréis ofrecerse ustedes, para soportar todos los sufrimientos que Él os enviará, en reparación a los pecados con que Él es ofendido y para alcanzar la conversión de los pecadores?”

Así, "animadas por la caridad de Cristo, participan en el misterio de la fecundidad maternal de la Iglesia y, en el Espíritu, trabajan para que cada persona, tomando conciencia de ser creada a imagen y semejanza de Dios, redimida y salvada por Cristo, viva su filiación con el Padre y realizar así su más profunda vocación. Los sucesos de Fátima y el mensaje "Convertíos y creemos en el Evangelio" son la confirmación del plan de misericordia que Dios tiene sobre cada hombre y un llamamiento constante al testimonio de vida ya la acción apostólica: "Como oblatas somos llamadas, antes de todo, a colaborar con Dios a través de nuestra vida, para vivir una solidaridad espiritual y universal, a través de la oración y el sacrificio, con la simplicidad y generosidad típica de los pastorcitos de Fátima.

Misión.

La misión apostólica del Instituto Oblatas de la Virgen de Fátima se realiza de distintas maneras, principalmente para servir a la Iglesia local, donde, en la pastoral de los santuarios marianos o centros de espiritualidad. En particular, en el sector educativo: en la catequesis de las nuevas generaciones y en la formación de los adultos en la fe, promoviendo la animación de escuelas de oración, días de espiritualidad, retiros, ejercicios espirituales, catequesis marianas, misiones al pueblo, etc.

Tienen como objetivo prioritario la promoción de la espiritualidad de Fátima, también en el acompañamiento a los fieles en peregrinación, para una experiencia espiritual de oración y de fe y su consagración al Inmaculado Corazón.

El Instituto trabaja también en tierras de misión, en favor de los más pobres, especialmente en la acción catequética y educativa de los niños y en la formación de adultos para su crecimiento moral, cultural y religioso.

En Fátima

La casa de Fátima fue inaugurada en 2001, con la presencia de varios obispos, sacerdotes y hermanas, entre ellos la superiora general, Madre Pía. "Esta nueva cercanía" es para nosotros muy significativa, pues es a partir de las apariciones de Fátima que alcanzamos la fuente de nuestra espiritualidad y la peculiaridad de nuestra dimensión mariana ", recuerda la hermana María Giustina Mainini, actual superiora de esta comunidad.

  

En el Santuario, desarrollan una acción catequética junto a los peregrinos, visitantes de exposiciones y otros turistas sobre el mensaje y la espiritualidad de Fátima. 

Además, están insertadas en la "Hora de reparación", en la animación litúrgica y canto coral, en la coordinación de grupos extranjeros durante la recitación del Rosario internacional en la Capelinha (pequeña capillita), en la catequesis del Día del Niño, en la acogida en la Casa del Joven y en la Capilla de la Reconciliación, etc.

Organizan, en su casa de espiritualidad, días de catequesis para niños y jóvenes y prestan asistencia espiritual en un hogar de Fátima y al domicilio a varios enfermos.


En el mundo.

Hay 15 comunidades y en total suman unas 90 hermanas.
La hermana más joven tiene 41 años y la mayor 55 años, el promedio de edad de las hermanas ronda los 45 años


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