Ayer veíamos las imágenes de la catedral en llamas, mucho dolor teníamos los católicos, las personas de otras religiones y los no creyentes también, sabiendo que miles de años de historia, de arte y de oraciones se incineraban ante nuestros ojos. Pero los creyentes sabemos que existe la Resurrección y que el Señor no nos dejará y que su Buena Madre siempre está a nuestro lado. Por eso es importante orar:
Madre del Creador, querida Madre nuestra, te pedimos que esta "desgracia" se convierta en "gracia". Que la restauración de esta catedral, elevada en tu honor, se convierta también en la reconstrucción de la fe en Europa y que este "lunes de cenizas" mueva mentes y corazones para que busquen el bien común, la solidaridad, el respeto y por sobre todo lleva a las personas a descubrir el rostro bendito de tu Hijo.
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