Sacerdotes
y Mártires
Los
beatos Michal Tomaszek y Zbigniew Strzalkowski sacerdotes profesos polacos de
la Orden de los Hermanos Menores Conventuales, y Alessandro Dordi sacerdote diocesano italiano, fueron
asesinados por odio a la fe en el año 1991, en Perú.
Decreto
martirio: en
la mañana del 3 de febrero de 2015, S.S. Francisco recibió en audiencia al
cardenal Angelo Amato S.D.B, Prefecto de la Congregación para las Causas de los
Santos y autorizó a ese dicasterio a promulgar el decreto de martirio de estos
Siervos. El 5 de diciembre de 2015 fueron declarados Beatos en la ciudad de
Chimbote, Perú. Se decretó como fecha litúrgica el 9 de agosto.
Breve
Biografía
Tras
completar sus estudios teológicos en el Seminario Mayor de Cracovia, y
mostrando un óptimo dominio del español, los padres franciscanos polacos
Michael (Miguel) Tomaszek y Zbigniew Strzalkowski partieron en misión hacia los
Andes peruanos junto al padre Jaroslaw Wysoczanski (en la fecha del martiro el
P. Jaroslaw Wysoczanski había vuelto a Polonia por unos días por el matrimonio
de su hermana), dedicándose a la "difícil tarea" de la atención de la
pobre parroquia de Pariacoto y de otros pueblos de la zona (Yaután, Cochabamba
y Pampa Grande).
El
P. Jaroslaw relata: "Fue grande la alegría por nuestra llegada, éramos
conscientes que nos habían esperado mucho tiempo, ya que durante muchos años
nadie había anunciado la Buena Nueva de Jesús en la región. Nuestro plan
pastoral era formar comunidades cristianas y crear una escuela para
catequistas.
En nuestras visitas
pastorales éramos recibidos con fervor y entusiasmo. Éramos conscientes de las
difíciles condiciones de vida en estas comunidades que están a más de 2.000
metros sobre el nivel del mar, con muy malos caminos, casi todos ellos sin
pavimentar, la mayoría tan sólo son accesibles a caballo o mula. A veces el
viaje podría tomar doce o más horas".
Por
desgracia, no era un buen momento para el Perú: las semillas del terrorismo se
había sembrado y producido tanto odio.
El
contexto: obispo amenazado.
El
obispo de Chimbote, Luis Bambarén Gastelumendi, estaba amenazado por los
terroristas comunistas. Casi semanalmente recibía escritos y en su andar por la
ciudad pesquera observaba pintadas rojas en las paredes de las casas.
Sabía del
inminente riesgo para él y los sacerdotes que predicaban su fe en diferentes
puntos de la región. Hasta que una amenaza más llegó, pero esta vez mucho más
específica: "Si no renuncia mataremos dos sacerdotes por semana",
decía un mensaje escrito a mano que incluía otras tantas frases de odio que
caracterizaba a Sendero Luminoso".
"Ante
esta nueva arremetida, monseñor Bambarén, presuroso, no dudó en convocar a los
padres de todas las parroquias bajo su influencia para informarles y
advertirles de las amenazas. "Les doy libertad para que puedan alejarse de
sus zonas: pueden retirarse a Lima o a sus países", recuerda haber dicho
en una reunión con los sacerdotes.
Presentes estaban los padres polacos Michael
Tomaszek y Zbigniew Strzalkowski y el italiano Alessandro Dordi. Aquella vez,
los dos primeros que trabajaban en el poblado andino de Pariacoto y el último
en Santa manifestaron su intención de no mudarse".
El
martirio
Llevaban
ya tres años viviendo en aquellas zonas pobres y rurales de la diócesis de
Chimbote, cuando la tarde del 9 de agosto de 1991 el pueblo se llenó de
pintadas de Sendero Luminoso. Los frailes franciscanos sabían que eso
significaba un inminente asalto, pero continuaron con su trabajo: el coro, el
catecismo, la visita a un niño enfermo... Al anochecer, Fray Zbigniew empezó la
exposición del Santísimo Sacramento, que duró hasta que llegó Fray Miguel con
su camioneta para decir misa. Concluida la misa, cerraron las puertas del
templo.
Poco
después llegaron unos encapuchados, que entraron a la fuerza, les ataron las
manos y se los llevaron. Dejaron a los novicios porque Strzalkowski les
convenció. Probablemente les salvó así su vida. Pocos minutos después eran
asesinados cerca del cementerio junto a los alcaldes de Pariacoto y Pueblo
Viejo. A la vuelta, los criminales se encontraron con el primer edil de
Cochabamba y lo mataron también.
Los
terroristas no podían dejar de adoctrinar a sus víctimas antes de matarlas. En
el camino desde la iglesia al lugar del fusilamiento los encapuchados
expusieron su batería de eslóganes: sus Biblias y rosarios, dijeron, engañaban
al pueblo; eran culpables, les dijeron, de "infectar a las personas
mediante la distribución de alimentos de la imperialista Caritas" y de
adormecer "el ímpetu revolucionario con la predicación de la paz".
Tanto hablar de "paz" disuadía a los jóvenes de unirse al grupo
terrorista.
Cuenta
José Luis Restán que "el propio líder de Sendero, Abimael Guzmán,
reconoció posteriormente en una conversación en la cárcel con el entonces
obispo de Chimbote, Luis Bambarén, que los misioneros habían sido
"ejecutados" porque con su actividad caritativa y su predicación impedían
a los jóvenes sumarse a la causa de la revolución".
Michał
Tomaszek nació el 23 de septiembre de 1960 en Łękawica y fue bautizado un mes
más tarde en la Parroquia de San Miguel. Él ya era monaguillo cuando recibió su
primera comunión en 1969. Su padre murió ese mismo año. A los 15 años, ingresó
en el seminario menor de los Franciscanos Conventuales en Legnica. Permaneció
allí hasta 1980, cuando comenzó el noviciado en Smardzewice. El 4 de octubre de
1980, la fiesta de San Francisco de Asís, vestía el hábito franciscano, por
primera vez y un año después profesó los votos temporales.
Después
de tomar los votos temporales, el Hermano Michał estudió filosofía y teología
en el seminario franciscano conventual en Cracovia, donde defendió su tesis
sobre la teología moral, dos años después de haber hecho su profesión solemne.
Fue
ordenado sacerdote el 23 de mayo de 1987, cuando tenía 27 años de edad. Los dos
años posteriores trabajó como coadjutor en la iglesia parroquial de Piensk.
Lleno de emoción y entusiasmo, Michał partió como misionero hacia Perú el 25 de
julio de 1989, la festividad de Santiago Apóstol. Él mismo hispanizó su nombre a Miguel.
Zbigniew
Strzalkowski
Zbigniew
nació en Tarnów el 3 de julio de 1958, y fue bautizado en la catedral una
semana más tarde. En 1967 recibió su primera comunión. Después de la escuela
primaria, Zbigniew fue a la escuela técnica en su ciudad natal y comenzó a
trabajar a los 20 años. Un año más tarde ingresó en el noviciado de los frailes
Franciscanos Conventuales. De 1980 a 1986 estudió filosofía y teología en
Cracovia. El 8 de diciembre de 1984, solemnidad de la Inmaculada Concepción,
profesó votos solemnes y el 7 de junio de 1986, a los 28 años, fue ordenado
sacerdote en Breslavia.
Durante
dos años trabajó como Vice-Rector del Seminario de los Franciscanos
Conventuales en Legnica. Luego, el 30 de noviembre de 1988, la fiesta de san
Andrés, viajó a Perú para trabajar como misionero.
Alessandro
Dordi (su fiesta litúrgica se celebra el 25 de agosto).
Alejandro,
era sacerdote diocesano fidei donum de la diócesis de Bérgamo, había nacido en
1931, tenía una más experiencia misionera que los dos anteriores; era miembro
de la comunidad misionera Paradiso.
De
1954 a 1965 estuvo en la zona de aluvión del Polesine (norte de Italia) y de
1966 a 1979, en Locle, con los emigrados italianos a Suiza, entre los que vivió
como cura obrero. Desde 1980, estaba en la parroquia de Santa (Perú), en el
confín septentrional de la diócesis de Chimbote, a lo largo del río Santa, que
da el nombre al valle y a la ciudad surgida en su desembocadura.
Cada
vez más integrado en las comunidades de campesinos, con los que había realizado
proyectos de desarrollo, los guerrilleros comunistas de Sendero Luminoso, le
objetaban precisamente esta forma de proceder con los nativos, conforme a su programa
de acción desde que llegó a Perú.
En
agosto de 1991, los guerrilleros incrementaron la violencia contra la Iglesia
católica, como reacción al testimonio de solidaridad de ésta hacia los más
desheredados, y amenazaron públicamente con matar cada semana a un sacerdote de
la diócesis de Chimbote.
Tras escapar el primer sacerdote de una ejecución
instantánea, el 9 de agosto les llegó el turno a los dos hermanos conventuales
polacos Miguel y Zbigniew, los cuales fueron sacados de la iglesia al final de
la celebración eucarística de la tarde y, tras un sumario breve, fueron matados
cerca del cementerio, fuera del pueblo, junto con el alcalde.
Él
tenía 49 años y se volcó en el servicio a los fieles de la región. Organizó
cursos de apoyo a la mujer, programas de alfabetización, levantó capillas y
casas parroquiales…
Cuando
se enteró del asesinato de los misioneros polacos escribió a un amigo: “En
estos días estamos particularmente angustiados y preocupados. Seguramente han
sabido como el 9 de agosto Sendero Luminoso ha matado a dos sacerdotes de la
Diócesis de Chimbote. Son dos franciscanos polacos que trabajaban en un valle
como el mío: tenían 32 y 34 años”.
“Puedes
imaginar la situación de ansiedad en que vivimos, hay amenazas de próximos
asesinatos.
Sendero
Luminoso, que con el terror quiere llegar al poder, ha puesto su mira en la
Iglesia…La situación del Perú es angustiosa. Cada día nos preguntamos: ¿a quién
le tocará hoy?”.
Dordi
parecía prever que él sería el siguiente. “Adiós, ahora regreso ahí y me
matarán”, escribió.
El
25 de agosto le llegó el turno a Alejandro, al que se le tendió una emboscada a
la vuelta de la celebración eucarística en una capilla lejana y antes de la última
celebración de aquel día. Los terroristas comunistas detuvieron el vehículo en
el que viajaba el sacerdote con dos seminaristas, a los que bajaron del coche y
los alejaron del sacerdote. Llevaron a Dordi fuera del camino y lo mataron de
tres balazos.
El
sacrificio de los tres misioneros contribuyó a que la población tomara
conciencia de la importancia de un testimonio cristiano hasta la muerte; los
funerales demostraron el afecto que los fieles tenían por ellos y ayudó a todos
a seguir el camino de solidaridad y reconciliación emprendido.
Polacos
mártires: lo dijo San Juan Pablo II a los 4 días de haber sido asesinados.
El
13 de agosto de 1991, en la Jornada Mundial de la Juventud en Czestochowa, San Juan
Pablo II proclamó ante decenas de miles de jóvenes: "Hay nuevos mártires
en Perú". Efectivamente, 4 días antes los jóvenes sacerdotes Tomaszek y
Strzalkowski habían sido asesinados por el grupo terrorista Sendero Luminoso.
Pero han pasado 24 años desde ese primer reconocimiento papal hasta el decreto
de beatificación. El proceso se abrió en 1995, y la Positio llegó al Vaticano a
finales de 2011. Es el Papa Francisco el que concreta estas esperadas
beatificaciones, el 5 de diciembre de 2015.
69.000
muertos por la violencia comunista
Sendero
Luminoso desencadenó entre 1980 y el año 2000 una ola de violencia que dejó más
de 69.000 muertos, según la Comisión de la Verdad y Reconciliación.
Hoy la
organización maoísta está desarticulada y sus principales líderes están presos,
aunque algunos grupos se refugiaron en la zona selvática de los ríos Apurímac,
Ene y Mantaro y, según el gobierno, viven allí en alianza con el narcotráfico.
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