"Tenemos que ganar el mundo entero
y cada alma, ahora y en el futuro hasta el final de los tiempos, para la Inmaculada y a través de ella, para el Corazón
Eucarístico de Jesús". (San Maximiliano María Kolbe)
María Dabrowska, madre de San
Maximiliano, era una joven piadosa que pensó en ser religiosa "para gozar
del paraíso junto a las almas puras". Pero los problemas políticos de la
época no lo hicieron posible. Polonia, su patria, estaba ocupada por los rusos,
quienes habían cerrado los conventos y dispersado a los religiosos. Apenas
existía algún que otro convento clandestino. Entonces rezó: "Señor, no
quiero imponeros mi voluntad. Si vuestros designios fueran otros, dadme al
menos un marido que no blasfeme, no tome alcohol, no vaya a la taberna a
divertirse. Esto, Señor, te lo pido incondicionalmente".
María deseaba emprender una vida
familiar cristiana. Dios la escuchó. El elegido de su corazón fue Julio Kolbe,
católico fervoroso perteneciente a la Tercera Orden Franciscana, de la cual era
dirigente y en la que ingresó ella también. Era dulce y sensible, casi tímido,
y sin vicios.
Los jóvenes esposos de la ciudad de
Pabiance tenían un su casa un taller y un altarcito con la imagen milagrosa de
Nuestra Señora de Czestochowa, veneradísima patrona de Polonia.
PRIMEROS AÑOS. LA VIRGEN LO VISITA
Allí nacieron los hijos. El primero fue
Francisco; luego, el 8 de enero de 1894 nació Raimundo quien mas tarde tomaría
el nombre religioso de Maximiliano. Nacieron tres hijos mas: José, Valentín y
Antonio. Los dos últimos murieron prematuramente. La casa de los Kolbe era
pobre pero llena de amor. Los padres, laboriosos y religiosos educaron con
rectitud a los tres niños, llenos de vida y traviesos. San Francisco era el ideal
en el que los jóvenes crecieron.
"Maximiliano deseaba desbordar de
alegría como San Francisco; y como Francisco deseaba conversar con los
pájaros" (Proc.Vars., fol 340)
Alrededor del 1906, sucede un
acontecimiento que marca un jalón fundamental en la vida de Maximiliano, y que
deja preocupada y desconcertada a la madre. Ella misma lo relata, a los pocos
meses del martirio del hijo. "Sabia yo de antemano, en base a un caso
extraordinario que le sucedió en los años de la infancia, que Maximiliano
moriría mártir. Solo no recuerdo si sucedió antes o después de su primera
confesión. Una vez no me gusto nada una travesura, y se la reproche: Niño mío,
¡quien sabe lo que sera de ti!. Después, yo no pensé mas, pero observe que el
muchacho había cambiado tan radicalmente, que no se podía reconocer mas.
Teníamos un pequeño altar escondido ente dos roperos, ante el cual el a menudo
se retiraba sin hacerse notar y rezaba llorando. En general, tenia una conducta
superior a su edad, siempre recogido y serio, y cuando rezaba, estallaba en
lagrimas. Estuve preocupada, pensando en alguna enfermedad, y le pregunte: ¿te
pasa algo? ¡Has de contar todo a tu mamita!
Temblando de emoción y con los ojos
anegados en lagrimas, me contó: "Mama, cuando me reprochaste, pedí mucho a
la Virgen me
dijera lo que seria de mi. Lo mismo en la iglesia, le volví a rogar. Entonces
se me apareció la Virgen ,
teniendo en las manos dos coronas: una blanca y otra roja. Me miro con cariño y
me pregunto si quería esas dos coronas. La blanca significaba que perseveraría
en la pureza y la roja que seria mártir. Conteste que las aceptaba... (las
dos). Entonces la Virgen
me miro con dulzura y desapareció".
El cambio extraordinario en la conducta
del muchacho, para mi, atestiguaba la verdad de las cosas. El tenia plena
conciencia, y al hablarme, con el rostro radiante señalaba la deseada muerte de
mártir. Este fascinante encuentro de Maximiliano con su "Madrecita"
celestial es algo mas que un episodio pasajero. Es la raíz de todo su futuro;
es el motor de sus amplios planes; es la fuerza para los vuelos más audaces; es
el manantial de su santidad y de apostolado.
VOCACIÓN FRANCISCANA
Alrededor de Pascua de 1907 se realizo
en Pabianice una Misión predicada por los Franciscanos Conventuales, los que se
ganaron la admiración de los jóvenes Kolbe. Al final, uno de los frailes, el P.
Pellegrino Haczela, anunció que se había abierto en Leopolis un seminario que
recibiría a todos los jóvenes que deseasen consagrarse al Señor en la Orden franciscana.
Maximiliano sentía su vocación ya preparada por la Virgen y por la vida
Franciscana de su hogar. Los dos hermanos en la sacristía hablaron con los
Misioneros, pidiéndoles los recibieran en la Orden. Sus padres
dieron su consentimiento aunque sabían que seria un gran sacrificio para toda
la familia.
Ingresaban en los Frailes Menores
Conventuales el mes de octubre del ano 1907 en Luov, en la Polonia ocupada por
Austria. Raimundo tomó el nombre de Maximiliano María. El padre Wilk asi
describe a Maximiliano: "era diligente en el cumplimiento de sus deberes,
dotado por las matemáticas, obediente a los profesores, servicial con los
compañeros, alegre y equilibrado. Rezaba con recogimiento. Un episodio se me
grabó por siempre. Entrando en una sala, vi a Maximiliano de rodillas ante una
gran cruz, absorto en oración."
Pero entró la crisis en los dos
hermanos. Maximiliano llegó a convencerse y convencer a su hermano de abandonar
el seminario. ¿La noche oscura del alma?, ¿temor ante un reto que el se tomaba
tan en serio que le pareciera por encima de su potencial?,¿dudas de como
cumplir con su opción de las dos coronas cuando se le apareció la virgen?.
Cuando estaban por hablar con el superior, de pronto les visita la madre llena
de alegría al verlos. Orgullosa les cuenta que el hermano menor también va a
entrar en la orden. ¡Además ella y su esposo también tienen vocación religiosa
de manera sera toda la familia Franciscana!. La madre les aseguró que ella
siempre oraría por sus hijos. Abrazos y lágrimas acentuaban sus palabras.
Aquella visita disipó todas las dudas
en los corazones de los hermanos. Nueve años mas tarde, desde Roma, recuerda
aquella visita en una carta a su madre y la considera "salvador,
providencial y regalo de la
Inmaculada ". Su madre tristemente le comunica la salida
de su hermano Francisco de la orden.
El 4 de septiembre de 1910 vistió el
sayal franciscano, ciño a su cintura el cordón de San Francisco, y comenzó su
año de noviciado. ¡Que gran emoción, y tenia apenas dieciséis años!
En el otoño de 1912, el P. Provincial
teniendo en cuenta las excelentes cualidades intelectuales de Fray Maximiliano,
dispuso que, junto a otros, siguiera sus estudios de filosofía y teología en
Roma. Los años romanos serán fecundísimos y decisivos en la vida de
Maximiliano. La Virgen
lo espera para inspirarle la fundación de La Milicia de la Inmaculada.
LOS AÑOS DE ESTUDIO EN ROMA
En 1917, por razón del 75 aniversario
de la conversión de Alphonse Ratisbon, conocido agnóstico anti-católico de
linaje judío, San Maximiliano fue inspirado a fundar una asociación pía de
fieles conocida como "La
Milicia de la
Inmaculada ". Su propósito es promover el amor y el
servicio a la Inmaculada ,
la conversión de las almas a Cristo.
Era también ese el año de las
apariciones en Fátima. La
Milicia debía responder a la Inmaculada Mediadora
para la conversión y santificación de los no católicos, especialmente aquellos
que rechazaban a la
Iglesia. Sus miembros se consagran a la Santísima Virgen
María y cada día lo viven ofreciéndolo todo a ella por la conversión de los
pecadores y esforzándose por todos los medios por establecer el Reino del
Corazón de Jesús sobre el mundo.
A lo largo de siete años (1912-1919) le
absorbe fundamentalmente el estudio. Maximiliano termina sus estudios romanos
con dos doctorados. El primero en filosofía, 1915 en la famosa Universidad
Gregoriana. El segundo en teología en 1919 en el Colegio Seráfico Internacional.
No tenia por ello vanidad intelectual sino que su deseo era "poder
confundir a los incrédulos".
"Por la misericordia de Dios a
través de la intercesión de la
Inmaculada , el 28 de abril de 1918, fui consagrado sacerdote
de nuestro Señor Jesucristo", anota Maximiliano. Celebra su primera Misa
en el altar de la Aparición
en S. Andrés "delle Fratte", lugar de la conversión de Alfonso
Ratisbonne. Es su primer sacrificio eucarístico, a los pies de su Reina
inmaculada.
REGRESO A POLONIA Y CRECIMIENTO DE LA MILICIA DE LA INMACULADA
El P. Maximiliano vuelve a su Polonia
querida. Solo tiene 25 años, pero intelectual, moral y espiritualmente, es un
hombre cabal. Pero tiene mala salud, sus pulmones están lesionados. "Ha
vuelto enfermizo, débil, sin dar grandes esperanzas de trabajo" escribe el
P. Kubit. Pero había vuelto con una fuerza espiritual extraordinaria. Pocos lo
escuchaban y lo comprendían y no faltaron las persecuciones y luchas, las
calumnias y obstáculos. "Sin embargo, aunque todo este en contra de nosotros,
tenemos, cual faro y brújula la santa obediencia, a través de la cual se
manifiesta la voluntad de la
Inmaculada ".
Enseña Historia de la Iglesia en Cracovia,
Polonia. Allí organiza el primer grupo de la milicia fuera de Italia. Por causa
de su mala salud su orden lo libera de otros cargos para que pueda dedicarse
exclusivamente a la promoción de la
Milicia.
"La Milicia de la Inmaculada es todo el
ideal de mi vida". Hablaba de ella y exaltaba su misión. Insistía en la
necesidad de organizarse; invitaba a asociarse a la M.I. Su "idea
fija" lo perseguía. Y el quería contagiar su entusiasmo a todos.
El 7 de octubre de 1919, Fiesta del
Rosario, seis hermanos clérigos con su maestro el P. Keller han rubricado su
adhesión a la Milicia
de la Inmaculada ,
mediante la cual quiso expresar, ya antes de ser sacerdote, su amor a la Inmaculada y su
ardoroso celo apostólico.
Pese a su pobre salud, fue dada la
sesión inaugural de la M.I .:
el 12 de enero de 1920. ¡Fecha preciosa en los anales de la M.I .! En ese día el P. Kolbe
pudo cosechar para la
Inmaculada la adhesión y consagración de todos aquellos a los
que el había formado y comunicado su fuego mariano. Entre ellos había
estudiantes y obreros, soldados y amas de casa. A pesar de la oposición y
altibajos, muchos habían sentido un llamado interior de renovación cristiana, a
la luz de la Inmaculada ,
y se consagraron para ser "cosa y propiedad" de la Inmaculada , esclavos de
Ella, como Ella lo había sido del Señor (Lc. 1,48).
Maximiliano: EL CABALLERO DE LA INMACULADA
El amor a la Inmaculda reclama un
medio para comunicarlo y para salvar almas. Se debe hacer todo lo posible para
llegar a todos y forjar santos que dieran su vida por amor. Además los miembros
necesitaban vincularse y formar una verdadera familia espiritual, armarse con
una visión clara de los designios de Dios, llegar a una coherencia de vida.
Para ello nació la necesidad de un boletín de enlace. La M.I. debía utilizar todo
medio de propaganda y divulgación, para el advenimiento del reinado de María.
En la mente del padre Kolbe "El
Caballero de la Inmaculada "
debía tener un aliento amplio y generoso. No solo debía servir para estrechar
vínculos de fervor entre los asociados de la M.I , sino que también debía abrirse a todas las
familias de Polonia y del mundo. Debía "llevar a la Inmaculada a las casas,
para que las almas, acercándose a María, reciban la gracia de la
conversión".
Por noviembre de 1922, la Milicia de la Inmaculada se traslada
con todo su taller a la ciudad de Grodno. El padre Kolbe quiere conquistar para
la gloria de la Virgen
el mundo entero con las nobles armas de la cultura y verdad. Quiere
"forrar el mundo entero con papel impreso para devolver a las almas la
alegría de vivir". Allí el crecimiento de la M.I. será vertiginoso en las
dos vertientes: editorial y vocacional. El padre Maximiliano emprendió esta
nueva tarea editorial que llego a ser la obra quizás mas fecunda de apostolado
en nombre de la
Inmaculada. Como toda obra nueva conoció las dificultades
iniciales. Le costo tiempo para ser conocida, apreciada e imponerse.
-"No olviden, muchachos, no se
trata de ganar suscritores, sino de salvar almas." "Es muy importante
que se imprima ‘El caballero’ en millones de ejemplares; pero es más importante
que con él se invie una oración, porque cada número ha de ser preparado con la
oración, con el postrarnos de rodillas"
El P. Maximiliano hizo fotografiar a
los hermanos, en habito franciscano, ocupados en las distintas fases de trabajo
en el taller, y publicar las fotos. Causaron tremenda conmoción. Todos,
particularmente los jóvenes quedaron impresionados al ver frailes y monjas
llenos de gozo en el servicio a la
Virgen por medio de la imprenta. Cundieron los deseos de consagrar
la vida a la Virgen ,
vinieron mas vocaciones. Una llamada a evangelizar con todas las fuerzas con la
imprenta pero desde una base de vida consagrada y sin diluir las exigencias de
los votos. He ahí la profunda innovación del P. Maximiliano.
La técnica del taller debía servir a la Inmaculada dentro de
una vida en la
Bienaventuranzas , con los votos religiosos y con el mas
exigente seguimiento al Señor. El padre Kolbe era exigente como lo era consigo
mismo: Les pide sus mismos ideales religiosos y marianos: una obediencia total,
una filial devoción a la Virgen ,
fervor de apostolado a través de la prensa y otros medios de progreso moderno,
heroicos renunciamientos según el lema: "¡Nada para si, todo para la Inmaculada !".
El diario se publica según estas ideas:
1-formato pequeño, 2-el mas bajo costo para hacerlo accesible a todos,
3-noticias frescas, breves y abundantes. Todo para el fin de llevar el
conocimiento de la
Inmaculada entre las clases mas humildes.
A los periodistas el P.Kolbe les
sugiere:
1-Escribir la verdad objetiva aportando
documentos.
2-Escribir no toda la verdad, sino sólo
la que sirve al bien público.
3-No condenar a los que se equivocan.
4-No apresurarse a la afirmación de una
mala voluntad.
5-Respetar siempre la autoridad
espiritual y civil (En Masiero p.159).
SE PUEDE Y SE DEBE SER SANTO
He aquí un diálogo del padre Kolbe con
los jóvenes:
-¡Quiero que sean santos y grandes
santos!
-Padre, ¿no le parece pedir demasiado?
-¡No! La santidad no es un lujo, sino
un deber y un compromiso de familia. Dios lo quiere: "¡Sed santos, porque
yo soy santo!", Todo hijo ha de imitar a su madre. Nuestra madre es la Inmaculada , la santa.
Por eso debemos ser santos.
-Pero ser santo ¿no es algo engorroso?
-No, muchachos, es lo más sencillo y
fácil. ¿Tienen una tiza? Pues bien, aquí sobre el pizarrón voy a escribir la
fórmula de la santidad. ¡Cómo es de simple!
Escribe: v = V = S
-Es apenas una ecuación. La v minúscula
es nuestra voluntad. La V
mayúscula es la voluntad de Dios. Cuando estas voluntades chocan, es el dolor,
el sufrimiento. Cuando estas dos voluntades se identifican, cuando nuestra
voluntad se identifica con la de Dios, es la santidad, es la paz del corazón.
¡Que sencillo es! ¿Verdad? (En Winowsca p.153)
"La vida es breve, Hemos de
emplear todo nuestro tiempo... Se vive una sola vez. Es necesario ser santos,
no a medias, sino totalmente, para gloria de la Inmaculada y la mayor
gloria de Dios" (En Ricciardi p.306).
Hizo una modificación de la consigna de
San Ignacio enseñando que "No sólo ad maiorem Dei gloriam, sino ad maximam
Dei gloriam " (No solo para gloria de Dios sino para la máxima gloria de
Dios)
"¡Todo esto se aprende de
rodillas! (En Winowka p. 154).
Niepokalanów (ciudad deno es este
lugar, o estos edificios, o esta maquinaria. Niepokalanów es nuestra alma, es
nuestro corazón"
En Niepokalanow, María lo es todo: es
el corazón y la meta; es el ideal y la fuerza. Por Ella se trabaja, se vive, se
sufre, como por Ella se muere. ¡Todo a la mayor gloria de la Inmaculada !
NIEPOKALANOW: CIUDAD DE LA INMACULADA
En 1929, entre enfermedad y
dificultades el P. Kolbe se lanza a su nueva fundación en unos terrenos que le
fueron logrados milagrosamente: su ciudad mariana. NIEPOKALANOW, o ciudad de la Inmaculada , o mejor,
"casa, propiedad y reino de la Inmaculada ". Decía que el, la M.I ., y cada caballero, son
cosa y propiedad de la
Virgen. En Niepokalanow María lo es todo: es el corazón y la
meta; es el ideal y la fuerza. Por Ella se trabaja, se vive, se sufre, como por
Ella se muere. Los caballeros son los hijos felices y los servidores fieles de la Madre celestial. "!Todo
a la mayor gloria de la
Inmaculada !"
Consistía de un convento de sacerdotes
y hermanos franciscanos comprometidos a promover la Milicia por todas partes
por medio del uso de todos los medios de comunicación que estuviesen a su
alcance.
Ante todo se construyo la capilla. Mas
tarde se trajeron las maquinarias y todos los elementos de la imprenta. La aspiración
del P. Maximiliano era que Niepokalanow fuera una escuela de santidad. "No
sólo para mayor gloria de Dios, sino para la Máxima gloria de Dios".
Todos eran pobres y felices, felices
porque eran pobres, felices porque estaban al servicio de la Inmaculada.
"Niepokalanów no es este lugar, o
estos edificios, o esta maquinaria. Niepokalanów es nuestra alma, es nuestro
corazón"
Dos años mas tarde San Maximiliano,
como respuesta al llamado del Santo Padre a los religiosos a favor de las
necesidades misioneras de la
Iglesia desea ir al Oriente para fundar otra ciudad de la Inmaculada en Mugenzai
No Sono, Japón. La visión del P. Maximiliano era llevar La Inmaculada a todo el
mundo. En Roma ya había pensado en esto. En una ocasión, al encontrarse con un
japonés pagano sintió el deseo de evangelizar ese país. Ahora le parece que ha
llegado el momento. Pide permiso para irse al Japón pero su superior no lo cree
posible. No habla Japones ni tenia contactos para semejante obra. El padre
Kolbe se somete con obediencia pero sabía que la Inmaculada lo quería y
que por medio del superior se manifestaría su voluntad. Esa noche el superior
no pudo dormir. Al fin el padre Kolbe recibió permiso para ir a Japón con
cuatro frailes. Tan solo los movía el amor a la Virgen Inmaculada.
Un 25 de mayo de 1930 llega a la Niepokalanow polaca
este telegrama: " Hoy expedimos "El Caballero en japonés. Tenemos
imprenta. Viva la
Inmaculada. P. Maximiliano".
Al leer el telegrama, no faltaron
frailes que quedaron estupefactos y gritaron milagro, ya que, humanamente
hablando, el hecho era inexplicable. El milagro fue fruto de la fe en Dios y la
inmensa confianza en la
Inmaculada. La heroicidad del trabajo intenso, los grandes
sufrimientos, la oración y sacrificio. La Virgen corresponde a sus fieles.
En los años de 1935 y 1936 por el clima
calido y húmedo del Japón, las condiciones de salud del P. Maximiliano habían
empeorado notablemente. Sufría frecuentes vómitos de sangre. Ante el
agravamiento de su salud, con la esperanza de una mejora, y ante el unánime
deseo de los frailes de Niepokalanow, el nuevo Capitulo Provincial de 1936
nombro al P. Maximiliano superior de esa primera ciudad mariana.
ÚLTIMO PERÍODO EN LA CIUDAD DE LA INMACULADA EN
POLONIA
Vuelve a Niepokalanow en 1936 y bajo su
dirección el número de frailes crece hasta exceder en los meses próximos a la II Guerra Mundial, el
número de 900. El apostolado de publicaciones producía en exceso de un millón
de revistas mensualmente y 125,000 ejemplares de un diario destinado para el
millón de miembros de la
Milicia en el mundo.
Pero el padre Kolbe no se hace
ilusiones ni se deja absorber por los triunfos. Mas bien presentía su fin y el
acercarse del calvario para sus hijos. Hizo de los tres años en Niepokalanow un
cursillo de formación. Cada día se reunía con los hermanos de una sección.
Aprovechaba toda ocasión para enseñarles una nueva verdad acerca de la Inmaculada y para
prepararlos para todo evento. Lo que la Virgen le enseñaba el lo compartía con los suyos.
"Hijos míos, sepan que un atroz
conflicto se avecina. No sabemos cuáles serán las etapas. Pero, para nosotros
en Polonia, hay que esperar lo peor. En los primeros tres siglos de historia, la Iglesia fue perseguida. La
sangre de los mártires hacía germinar el cristianismo. Cuando más tarde la
persecución terminó, un Padre de la
Iglesia comenzó a deplorar la mediocridad de los fieles y no
vio con malos ojos la vuelta de las persecuciones. Debemos alegrarnos de lo que
va a suceder, porque en las pruebas nuestro celo se hará más ardiente, ¿Y que?
¿No estamos acaso en las manos de la
Virgen ?... Nuestro ideal, ¿no es también dar la vida por
Ella?... se vive una sola vez. Se muere una sola vez. Vida y muerte, pero como
gustan a ella" (Winowska p.160).
Dice también:
"La guerra está mas cerca de lo
que pueda preverse, y las persecuciones en períodos bélicos son posibles...
Uds. Los profesores, que son los padres
espirituales de Niepokalanóv, deben estar preparados para tiempos peores. Esto
ciertamente lo permite la
Inmaculada pare nuestro bien.
Estallada la guerra, sucederá la
dispersión de la comunidad. No nos contristemos, sino que debemos conformarnos
con la voluntad de la
Inmaculada. Que esa conformidad con la Inmaculada sea cada día
más fuerte, sentida y viva. De esta manera, la persecución no nos hará daño,
sino que acrecentará nuestra santidad" (Ricciardi p.307)
Tres dias antes de estallar la guerra
prepara los corazones:
"Trabajar, sufrir y morir
caballerescamente, y no como un burgués en la propia cama. He ahí: recibir una
bala en la cabeze, para sellar el propio amor a la Inmaculada. Derramar
valientemente la sangre hasta la última gota, para acelerar la conquista de
todo el mundo para Ella. Esto les deseo a Uds. Y me deseo a mi mismo.
"Nada más sublime puedo augurarme
y augurarles”.
"Jesús mismo lo dijo: No hay amor
más grande que dar la vida por el propio amigo" (Masiero p.154).
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