NUESTRA
SEÑORA DE KAZAN
El
icono de Nuestra Señora de Kazán, de tradicional estilo greco-bizantino, habría
sido pintado, según los expertos, en Constantinopla durante el siglo XIII.
La
obra sagrada presenta la imagen de medio cuerpo de la Santísima Virgen
sosteniendo al Niño Jesús sobre sus rodillas, quien está casi de pie y en
actitud de bendecir a su madre, hacia quien levanta su mano derecha.
El
icono está recubierto con una lámina de plata que cubre la figura y las
vestimentas, dejando solamente visible los rostros de la Madre y el Hijo. Bajo
esta cubierta el diseño y los colores se conservan perfectamente, lo que lleva
a considerárselo no solamente una pieza de altísimo valor religioso, sino
también una verdadera obra de arte.
La lámina que recubre la imagen data del
siglo XVII y contiene incrustaciones de diamantes, esmeraldas, rubíes, zafiros
y perlas, la mayor parte de los cuales fueron agregados por diversos donadores
que de este modo quisieron expresar su devoción a la Sagrada Imagen.
El
día 1 de Octubre de 1552, fiesta de la "Protección de la Virgen", el
ejército del Zar Iván el Terrible toma por asalto los muros de la ciudad de
Kazán, capital hasta ese momento del Reino Tártaro. El Zar, en acción de
gracias por el triunfo obtenido, ordena construir una gran basílica en honor de
la Madre de Dios, dedicándola al misterio de la Anunciación.
Durante
el año 1579 Kazán fue asolada por un violento incendio que destruyó la mitad de
la ciudad. Mientras la población se recuperaba lentamente de la desgracia, la
Virgen se aparece a una niña de nueve años. Le ordena excavar entre las ruinas
porque allí encontraría el Santo Icono. El día 8 de Julio de 1579, entre las
cenizas es encontrada la imagen de Nuestra señora de Kazán.
Trasportada
hasta la Catedral de la Anunciación de Kazán, comienza a ser objeto de gran
devoción religiosa, atribuyéndosele innumerables milagros. Allí permaneció
hasta alrededor del año 1612 cuando la imagen es transportada a la ciudad de
Moscú. En 1790 el Zar Pedro el Grande la invoca como "protectora y estandarte"
en la batalla de Poltava, contra Carlos XII de Suecia. Después del triunfo ruso
el icono es entronizado en la Catedral de Moscú y luego transferido a San
Petersburgo y puesta en un santuario a ella dedicado.
La
noche del 29 de Junio de 1904, durante una revuelta popular, desaparece junto a
otros tesoros de la Catedral de Nuestra Señora de Kazán.
Después
de casi sesenta años reapareció en una exposición de arte en Estados Unidos. En
1970 se concreta la compra por parte del "Centro Ruso Católico de Nuestra
Señora de Fátima" y luego de ser llevada a Fátima, ese mismo año, es
entronizada en la Capilla Bizantina en donde hasta hoy es venerada como signo
de unidad entre el Occidente Católico y el Oriente Ortodoxo.
Actualmente
se encuentra en Moscú, entregada por el Papa San Juan Pablo II al Patriarca de
Moscú Alejo II, el 28 de agosto de 2004
La
devolución del Icono de Nuestra Señora de Kazán a Rusia
22
DE OCTUBRE FIESTA DE NUESTRA SEÑORA DE KAZAN PATRONA DE RUSIA
En
una ceremonia cargada de afecto y devoción, el Papa San Juan Pablo II entregó a una
delegación vaticana el icono de la Madre de Dios de Kazán para que lo regrese a
Rusia.
En
uno de los momentos más solemnes de la ceremonia, el coro del Colegio
Pontificio Ruso en Roma entonó la letanía mariana al tiempo que el icono,
envuelto en un manto dorado, fue llevado en procesión por el Aula Pablo VI
mientras los feligreses podían tocar la venerada imagen.
El Papa pidió al
Cardenal Walter Kasper, Presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de
la Unidad de los Cristianos, que el 28 de agosto de 2004 se entregara el icono
a “nuestro hermano el patriarca Alexis II, y a través de él a la santa iglesia
ortodoxa rusa y a todo el pueblo ruso”.
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