Judas
Tadeo aparece último en la lista de los doce Apóstoles de Jesucristo (Mateo
10:3, Marco 3:18). No sabemos cuando ni como entró a formar parte de los
discípulos. Lucas le llama "Judas
de Santiago" (Hechos 1:13). Juan aclara: "Judas, no el
Iscariote" (Juan 14:22). Esta
distinción es necesaria dado a que el Judas Iscariote fue quien traicionó a
Jesús.
"Judas"
es una palabra hebrea que significa: "alabanzas sean dadas a
Dios". Tadeo quiere decir:
"valiente para proclamar su fe"
El
Apóstol Judas Tadeo, "el hermano de Santiago", era probablemente el
hermano de Santiago el Menor, se lo menciona así por la notoriedad de Santiago
en la Iglesia primitiva "¿No es éste -se preguntan maravillados los
habitantes de Nazaret, ante la fama que acompaña a Jesús- el carpintero . . .
el hermano de Santiago y de Judas?".
Después
de la Ultima Cena, cuando Cristo prometió que se manifestaría a quienes le
escuchasen, Judas le preguntó porqué no se manifestaba a todos. Cristo le
contestó que El y su Padre visitarían a todos los que le amasen:
"Vendremos a él y haremos en él nuestra morada" (Juan, 14, 22-23). No
sabemos nada de la vida de San Judas Tadeo después de la Ascensión del Señor y
la venida del Espíritu Santo.
Se
atribuye a San Judas una de las epístolas canónicas, que tiene muchos rasgos
comunes con la segunda epístola de San Pedro. No está dirigida a ninguna
persona ni iglesia particular y exhorta a los cristianos a "luchar
valientemente por la fe que ha sido dada a los santos. Porque algunos en el
secreto de su corazón son . . . hombres impíos, que convierten la gracia de
nuestro Señor Dios en ocasión de riña y niegan al único soberano regulador,
nuestro Señor Jesucristo". Es una severa amonestación contra los falsos
maestros y una invitación a conservar la pureza de la fe. Termina su carta con
esta bella oración: "Sea gloria eterna a Nuestro Señor Jesucristo, que es
capaz de conservarnos libres de pecados, y sin mancha en el alma y con gran
alegría".
San
Judas Tadeo es uno de los santos más populares a causa de los numerosos favores
celestiales que consigue a sus devotos que le rezan con fe, especialmente en
cuanto a conseguir empleo o casa. San Brígida cuenta en sus Revelaciones que
Nuestro Señor le recomendó que cuando deseara conseguir ciertos favores los
pidiera por medio de San Judas Tadeo.
Con
frecuencia se ha confundido a San Judas Tadeo con el San Tadeo de la leyenda de
Abgar y se ha dicho que murió apaciblemente en Beirut de Edessa. Según la
tradición occidental, tal como aparece en la liturgia romana, se reunió en
Mesopotamia con San Simón y que ambos predicaron varios años en Persia y ahí
fueron martirizados.
Existe un presunto relato del martirio de los dos
Apóstoles; pero el texto latino no es ciertamente anterior a la segunda mitad
del siglo VI. Dicho documento se ha atribuido a un tal Abdías, de quien se dice
que fue discípulo de Simón y Judas y consagrado por ellos primer obispo de
Babilonia.
Según dice la antigua tradición, a San Simón lo mataron aserrándolo
por medio, y a San Judas Tadeo le cortaron la cabeza con una hacha y por eso lo
pintan con una hacha en la mano. Por ello, la Iglesia de occidente los celebra
juntos, en tanto que la Iglesia de oriente separa sus respectivas fiestas.
Hay
varias leyendas sobre San Judas Tadeo propagadas por Eusebio que son poco
confiables.
El
devoto debe quidarse de no caer ciertos abusos, como la "novena
milagrosa" a Judas Tadeo que ofrece al devoto grandes recompensas
económicas con la condición de que se hagan copias de ella y sean enviadas a un
número de personas.
Esta novena raya en
la superstición y está centrada mas en interés económico que en la búsqueda de
la santidad.
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