miércoles, 9 de octubre de 2024

9 de octubre SAN HÉCTOR VALDIVIELSO SÁEZ.




MÁRTIR LASALLANO Héctor Valdivielso nació en Buenos Aires el 31 de Octubre de 1910, en la actual calle Treinta y Tres Orientales Nº 1075. Fue bautizado en la parroquia San Nicolás de Bari el 26 de Mayo de 1913.

Sus padres, oriundos de España, llegaron a la Argentina, buscando mejorar su vida, sin embargo, pocos años después regresaron a Briviesca (Provincia de Burgos).

En el año 1922, surge en Héctor la idea de hacerse religioso e ingresa en el estudiantado lasallano de Bujedo. Los hermanos lasallanos tenían en Lembecq-le-Hall (Bélgica), un colegio misionero, que acogía estudiantes de distintas naciones. Allí fue enviado Héctor con un grupo de aspirantes. En el mismo instituto, hizo el postulantado y el 6 de Octubre de 1926 recibe el hábito. Con él se le adjudica el nombre nuevo: Hermano Benito de Jesús.
Terminado el año de noviciado el 7 de Octubre de 1927, Héctor emitió sus votos religiosos de pobreza, castidad y obediencia y en seguida regresó a Bujedo para realizar sus estudios de profesor. El 14 de Agosto de 1929, llegó a Astorga, que sería su campo magisterial. Pero él no se conformaba con la actividad meramente académica y se dedica a la Congregación de los Tarcisos, para promover la devoción eucarística.

Con intuición muy fina, se abrió al gran mundo de los medios de comunicación y, conociendo sus dotes literarias, se comprometió con el apostolado de la buena prensa. El periódico “Luz de Astorga”, le abrió sus páginas, para que se explayara sobre los temas de su predilección.

El año 1934, anuncia días muy tristes para toda España y, sobre todo, para la iglesia. El odio y las luchas de clases eran avivados por los malos gobiernos y aprovechados por los nacientes grupos de izquierda. Característica general de las proclamas, era el ataque a la religión, a los símbolos religiosos y en especial a las personas eclesiásticas: sacerdotes y religiosos. Antes de llevar a cabo la Revolución Nacional, los dirigentes decidieron un ensayo en Cataluña y Asturias. En los quince días que duró el intento revolucionario, fueron asesinados en Asturias treinta y tres sacerdotes y destruidas diecisiete iglesias.

Al ser promulgada la ley que prohibía la docencia a los miembros de congregaciones religiosas, los hermanos lasallanos tuvieron que dar por concluidas sus labores en Astorga y dejar paso a profesores seglares. Tomaron sus petates, se quitaron el hábito y se dirigieron a Turón, donde se presentaron como profesores seglares.

Durante la noche del 4 al 5 de Octubre de 1934, estalla la revolución y fueron detenidos los 3 sacerdotes de Turón. Avisados los hermanos lasallanos, intentan celebrar una misa que les impiden terminar. Los ocho hermanos fueron detenidos y llevados a la cárcel instalada en Casa del Pueblo. Estuvieron en esta cárcel desde el día 5 hasta el 8 de Octubre. El día 9 de Octubre a la una de la mañana, amparándose en la oscuridad de la noche, entran en la cárcel del pueblo dos miembros del Comité, empuñando sendas pistolas y acompañados por dos escopeteros, despojan a los detenidos de sus bienes y les comunican que los llevaban a las líneas de fuego de Oviedo, pero en realidad los encaminaron al cementerio.
Las once víctimas – 8 hermanos lasallanos, entre los que se encontraba Héctor, el padre Inocencio, pasionista confesor y dos jefes de carabineros – fueron alineados delante de las fosas, con el rostro mirando a su colegio y a los escopeteros. A la orden de fuego dos descargas segaron las vidas de los mártires, cuyos cuerpos cayeron en las fosas y fueron rematados a pistoletazos.

El Papa Juan Pablo II, beatifica a Héctor Valdivieso Sáez y a sus compañeros el 29 de abril de 1990 y el 21 de noviembre de 1999, los canoniza, o sea, los proclama santos, amigos de Dios e intercesores de los hombres.



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