miércoles, 1 de febrero de 2012

CUMPLIMOS UN AÑO JUNTOS.

  





Queridos amigos cumplimos un año de estar juntos a través del blog, con unas 8.000 entradas de visitantes aproximadamente. Les aseguro que para mí fue una aventura crearlo y mantenerlo, ya que se deben imaginar el trabajo que da. Pero bien lo vale cuando uno ve que de casi toda América latina, España y E.E.U.U. se van sumando nuevos visitantes. Agradezco también a las personas de Francia, Alemania, Hungría, China, Bélgica, Austria, Sri Lanka, Indonesia, Bosnia, Italia y Suecia que son fieles seguidores a pesar de no hablar el idioma, pero creo que las fotos ayudan igualmente a realizar los trabajos.
Cuando empecé a publicar los QUI DOCET, DISCIT les garantizo que lo hago de corazón. Yo creo en esas palabras del QUE ENSEÑA, APRENDE. No en vano fui docente durante 28 años de mi vida. Grandes recuerdos y aprendizajes recibí de mis alumnos.
Lo que me gustaría, es empezar a recibir fotos y comentarios de las obras que han hecho, eso me gratificaría mucho y me daría más ánimo para poder continuar junto a ustedes a lo largo de este año 2012. Otra de las cosas que me agradaría es que difundan este blog, que lo he creado para todas las personas interesadas en la imaginería, el arte o las manualidades.
Espero que los comentarios y los datos biográficos que anexo a las obras, también les hayan servido como lectura espiritual.
Nuevamente les reitero las GRACIAS! Por estar y acompañarme. Les pido disculpas por algunas desprolijidades en algunas publicaciones, de a poco las fui corrigiendo, sucede que de grande aprendí computación y muchos “trucos cibernéticos” no los conozco o bien no los he podido hacer.
Dios los bendiga y María nuestra Buena Madre nos guíe y proteja a lo largo de este año.




SAN ANTONIO DE PADUA



Esta imagen de San Antonio de Padua la he realizado con la técnica de telas encoladas y masillas epoxídicas . Es la misma técnica que se ha utilizado para hacer la imagen del Patriarca San José, Santa Teresita, Padre Damián, etc., con lo que les doy la pauta de las múltiples imágenes artesanales, e irrepetibles que se pueden hacer. ¿Cómo se hace? te lo cuento ahora por si no leíste el anterior:
1)    Se parte de un soporte (que puede ser de alambre, madera, plástico, cartón, telgopor, etc.) En este caso es un tallado en yeso betalfa. Se le van marcando las partes del cuerpo. TENER EN CUENTA LAS PROPORCIONES!!!!!. En otro artículo te contaré sobre las proporciones corpóreas más comunes.


2)    Se sigue con la cabeza y las manos (en este caso de los dos: San Antonio y el Niño Jesús). Vamos pensando cómo va a ir ubicada la ropa (para esto es preciso ver estampas para que sea más real) y las actitudes de la imagen (esto lleva bastante tiempo).
3)    Se va pensando en todos los detalles que se le quieren hacer (ubicación de las manos, de los pies, manto, etc.). Prestar atención porque San Antonio lleva un libro y unos lirios, es importante ya saber dónde los vamos a ubicar.


4)    Si hiciera falta, se van añadiendo pequeñas almohadillas con algodón para darle volumen a las partes del cuerpo. Como es un varón, le damos un poco más a la caja torácica y a la espalda y menos para las caderas. Se pinta la cara y las manos. Se añaden las cabezas y las manos. Se las fijan con masilla epoxídica.
5)    Se pinta la base imitando suelo, mármol, madera, etc. y se le da varias manos de barniz. Se la protege con papel adherente para que no se ensucie. En este caso la voy a fijar a una madera natural.
6)    Se diagrama la vestimenta de San Antonio y el Niño Jesús en tela de algodón o lino (NO SINTÉTICO) y se le pasa una mezcla de cola de carpintero, tiza, enduído y colorantes. Por lo menos 2 manos.




7)    Dejar secar muy bien entre tela y tela, lo mismo cuando se pinta, DEJAR SECAR MUY BIEN ENTRE MANO Y MANO.

8)    Mucha PACIENCIA!!! Porque a la hora de anexar el ropaje del Niño se les puede complicar. PRIMERO SE VISTE A SAN ANTONIO!!!!

9)    Lo adherimos muy bien al cuerpo y lo dejamos secar. Nos vamos a ayudar haciendo algún “andamio” con palitos, hilos, etc. Para que fragüe todo en el lugar correcto.

10) Sacar el papel adherente de la base y seguir decorando con otros detalles (aureola, cinturón, manto con cubre cabeza , etc.).

11) Retocar con pigmentos al tono las marquitas que hubiéramos dejado y todo el perfilado es retocado con dorado y otros colores para crear sombras.



RECOMENDACIÓN: procuren no agregarles demasiadas cosas a las imágenes, traten de hacerlas lo más fiel que puedan, por eso recurran a algún buscador para ver estampas o fotos si las hubiera de los santos.

El paso a paso:



BIOGRAFÍA DE SAN ANTONIO DE PADUA

Vino al mundo en el año 1195 en Portugal y se llamó Fernando de Bulloes y Taveira de Azevedo, nombre que cambió por el de Antonio al ingresar en la orden de Frailes Menores, por la devoción al gran patriarca de los monjes y patrones titulares de la capilla en que recibió el hábito franciscano. 

Sus padres, jóvenes miembros de la nobleza de Portugal, dejaron que los clérigos de la Catedral de Lisboa se encargaran de impartir los primeros conocimientos al niño, pero cuando éste llegó a la edad de quince años, fue puesto al cuidado de los canónigos regulares de San Agustín, que tenían su casa cerca de la ciudad. Dos años después, obtuvo permiso para ser trasladado al priorato de Coimbra, por entonces capital de Portugal, a fin de evitar las distracciones que le causaban las constantes visitas de sus amistades.  

No le faltaron las pruebas. En la juventud fue atacado duramente por las pasiones sensuales. Pero no se dejó vencer y con la ayuda de Dios las dominó. El se fortalecía visitando al Stmo. Sacramento. Además desde niño se había consagrado a la Stma. Virgen y a Ella encomendaba su pureza. 
Una vez en Coimbra, se dedicó por entero a la plegaria y el estudio; gracias a su extraordinaria memoria retentiva, llegó a adquirir, en poco tiempo, los más amplios conocimientos sobre la Biblia. En el año de 1220, el rey Don Pedro de Portugal regresó de una expedición a Marruecos y trajo consigo las reliquias de los santos frailes-franciscanos que, poco tiempo antes habían obtenido allá un glorioso martirio. Fernando que por entonces había pasado ocho años en Coimbra, se sintió profundamente conmovido a la vista de aquellas reliquias y nació en lo íntimo de su corazón el anhelo de dar la vida por Cristo. 

Poco después, algunos frailes franciscanos llegaron a hospedarse en el convento de la Santa Cruz, donde estaba Fernando; éste les abrió su corazón y fue tan empeñosa su insistencia, que a principio de 1221, se le admitió en la orden. Casi inmediatamente después, se le autorizó para embarcar hacia Marruecos a fin de predicar el Evangelio a los moros. Pero no bien llegó a aquellas tierras donde pensaba conquistar la gloria, cuando fue atacado por una grave enfermedad (hidropesía),que le dejó postrado e incapacitado durante varios meses y, a fin de cuentas, fue necesario devolverlo a Europa. La nave en que se embarcó, empujada por fuertes vientos, se desvió y fue a parar en Messina, la capital de Sicilia.  Con grandes penalidades, viajó desde la isla a la ciudad de Asís donde, según le habían informado sus hermanos en Sicilia, iba a llevarse a cabo un capítulo general. 

Aquella fue la gran asamblea de 1221, el último de los capítulos que admitió la participación de todos los miembros de la orden; estuvo presidido por el hermano Elías como vicario general y San Francisco, sentado a sus pies, estaba presente.  Indudablemente que aquella reunión impresionó hondamente al joven fraile portugués. Tras la clausura, los hermanos regresaron a los puestos que se les habían señalado, y Antonio fue a hacerse cargo de la solitaria ermita de San Paolo, cerca de Forli.  Hasta ahora se discute el punto de si, por aquel entonces, Antonio era o no sacerdote; pero lo cierto es que nadie ha puesto en tela de juicio los extraordinarios dones intelectuales y espirituales del joven y enfermizo fraile que nunca hablaba de sí mismo. Cuando no se le veía entregado a la oración en la capilla o en la cueva donde vivía, estaba al servicio de los otros frailes, ocupado sobre todo en la limpieza de los platos y cacharros, después del almuerzo comunal.

Mas no estaban destinadas a permanecer ocultas las claras luces de su intelecto. Sucedió que al celebrarse una ordenación en Forli, los candidatos franciscanos y dominicos se reunieron en el convento de los Frailes Menores de aquella ciudad. Seguramente a causa de algún malentendido, ninguno de los dominicos había acudido ya preparado a pronunciar la acostumbrada alocución durante la ceremonia y, como ninguno de los franciscanos se sentía capaz de llenar la brecha, se ordenó a San Antonio, ahí presente, que fuese a hablar y que dijese lo que el Espíritu Santo le inspirara.

 El joven obedeció sin chistar y, desde que abrió la boca hasta que terminó su improvisado discurso, todos los presentes le escucharon como arrobados, embargados por la emoción y por el asombro, a causa de la elocuencia, el fervor y la sabiduría de que hizo gala el orador. En cuanto el ministro provincial tuvo noticias sobre los talentos desplegados por el joven fraile portugués, lo mandó llamar a su solitaria ermita y lo envió a predicar a varias partes de la Romagna, una región que, por entonces, abarcaba toda la Lombardía.  En un momento, Antonio pasó de la oscuridad a la luz de la fama y obtuvo, sobre todo, resonantes éxitos en la conversión de los herejes, que abundaban en el norte de Italia, y que, en muchos casos, eran hombres de cierta posición y educación, a los que se podía llegar con argumentos razonables y ejemplos tomados de las Sagradas Escrituras.

En una ocasión, cuando los herejes de Rímini le impedían al pueblo acudir a sus sermones, San Antonio se fue a la orilla del mar y empezó a gritar:  "Oigan la palabra de Dios, Uds. los pececillos del mar, ya que los pecadores de la tierra no la quieren escuchar".  A su llamado acudieron miles y miles de peces que sacudían la cabeza en señal de aprobación.  Aquel milagro se conoció y conmovió a la ciudad, por lo que los herejes tuvieron que ceder.

A pesar de estar muy enfermo de hidropesía, San Antonio predicaba los 40 días de cuaresma. La gente presionaba para tocarlo y le arrancaban pedazos del hábito, hasta el punto que hacía falta designar un grupo de hombres para protegerlo después de los sermones.  

Además de la misión de predicador, se le dio el cargo de lector en teología entre sus hermanos. Aquella fue la primera vez que un miembro de la Orden Franciscana cumplía con aquella función.  En una carta que, por lo general, se considera como perteneciente a San Francisco, se confirma este nombramiento con las siguientes palabras: "Al muy amado hermano Antonio, el hermano Francisco le saluda en Jesucristo. Me complace en extremo que seas tú el que lea la sagrada teología a los frailes, siempre que esos estudios no afecten al santo espíritu de plegaria y devoción que está de acuerdo con nuestra regla". Sin embargo, se advirtió cada vez con mayor claridad que, la verdadera misión del hermano Antonio estaba en el púlpito. Por cierto que poseía todas las cualidades del predicador: ciencia, elocuencia, un gran poder de persuasión, un ardiente celo por el bien de las almas y una voz sonora y bien timbrada que llegaba muy lejos.  

Por otra parte, se afirmaba que estaba dotado con el poder de obrar milagros y, a pesar de que era de corta estatura y con cierta inclinación a la corpulencia, poseía una personalidad extraordinariamente atractiva, casi magnética. A veces, bastaba su presencia para que los pecadores cayesen de rodillas a sus pies; parecía que de su persona irradiaba la santidad. A donde quiera que iba, las gentes le seguían en tropel para escucharle, y con eso había para que los criminales empedernidos, los indiferentes y los herejes, pidiesen confesión. Las gentes cerraban sus tiendas, oficinas y talleres para asistir a sus sermones; muchas veces sucedió que algunas mujeres salieron antes del alba o permanecieron toda la noche en la iglesia, para conseguir un lugar cerca del púlpito. 

Con frecuencia, las iglesias eran insuficiente para contener a los enormes auditorios y, para que nadie dejara de oírle, a menudo predicaba en las plazas públicas y en los mercados. Poco después de la muerte de San Francisco, el hermano Antonio fue llamado, probablemente con la intención de nombrarle ministro provincial de la Emilia o la Romagna. En relación con la actitud que asumió el santo en las disensiones que surgieron en el seno de la orden, los historiadores modernos no dan crédito a la leyenda de que fue Antonio quien encabezó el movimiento de oposición al hermano Elías y a cualquier desviación de la regla original; esos historiadores señalan que el propio puesto de lector en teología, creado para él, era ya una innovación. 

Más bien parece que, en aquella ocasión, el santo actuó como un enviado del capítulo general de 1226 ante el Papa, Gregorio IX, para exponerle las cuestiones que hubiesen surgido, a fin de que el Pontífice manifestara su decisión. 

En aquella oportunidad, Antonio obtuvo del Papa la autorización para dejar su puesto de lector y dedicarse exclusivamente a la predicación. El Pontífice tenía una elevada opinión sobre el hermano Antonio, a quien cierta vez llamó "el Arca de los Testamentos", por los extraordinarios conocimientos que tenía de las Sagradas Escrituras.

 Desde aquel momento, el lugar de residencia de San Antonio fue Padua, una ciudad donde anteriormente había trabajado, donde todos le amaban y veneraban y donde, en mayor grado que en cualquier otra parte, tuvo el privilegio de ver los abundantísimos frutos de su ministerio.  Porque no solamente escuchaban sus sermones multitudes enormes, sino que éstos obtuvieron una muy amplia y general reforma de conducta. 

Las ancestrales disputas familiares se arreglaron definitivamente, los prisioneros quedaron en libertad y muchos de los que habían obtenido ganancias ilícitas las restituyeron, a veces en público, dejando títulos y dineros a los pies de San Antonio, para que éste los devolviera a sus legítimos dueños. 

Para beneficio de los pobres, denunció y combatió el muy ampliamente practicado vicio de la usura y luchó para que las autoridades aprobasen la ley que eximía de la pena de prisión a los deudores que se manifestasen dispuestos a desprenderse de sus posesiones para pagar a sus acreedores.  Se dice que también se enfrentó abiertamente con el violento duque Eccelino para exigirle que dejase en libertad a ciertos ciudadanos de Verona que el duque había encarcelado. A pesar de que no consiguió realizar sus propósitos en favor de los presos, su actitud nos demuestra el respeto y la veneración de que gozaba, ya que se afirma que el duque le escuchó con paciencia y se le permitió partir, sin que nadie le molestara.

Después de predicar una serie de sermones durante la primavera de 1231, la salud de San Antonio comenzó a ceder y se retiró a descansar, con otros dos frailes, a los bosques de Camposampiero.  Bien pronto se dio cuenta de que sus días estaban contados y entonces pidió que le llevasen a Padua. No llegó vivo más que a los aledaños de la ciudad.  El 13 de junio de 1231, en la habitación particular del capellán de las Clarisas Pobres de Arcella recibió los últimos sacramentos. 

Entonó un canto a la Stma. Virgen y sonriendo dijo:  "Veo venir a Nuestro Señor" y murió.  Era el 13 de junio de 1231.  La gente recorría las calles diciendo: "¡Ha muerto un santo! ¡Ha muerto un santo!.Al morir tenía tan sólo treinta y cinco años de edad.  Durante sus funerales se produjeron extraordinarias demostraciones de la honda veneración que se le tenía.  Los paduanos han considerado siempre sus reliquias como el tesoro más preciado. 

San Antonio fue canonizado antes de que hubiese transcurrido un año de su muerte; en esa ocasión, el Papa Gregorio IX pronunció la antífona "O doctor optime" en su honor y, de esta manera, se anticipó en siete siglos a la fecha del año 1946, cuando el Papa Pío XII declaró a San Antonio "Doctor de la Iglesia".

Se le llama el "Milagroso San Antonio" por ser interminable lista de favores y beneficios que ha obtenido del cielo para sus devotos, desde el momento de su muerte.  Uno de los milagros más famosos de su vida es el de la mula: Quiso uno retarle a San Antonio a que probase con un milagro que Jesús está en la Santa Hostia. El hombre dejó a su mula tres días sin comer, y luego cuando la trajo a la puerta del templo le presentó un bulto de pasto fresco y al otro lado a San Antonio con una Santa Hostia.  La mula dejó el pasto y se fue ante la Santa Hostia y se arrodilló.
Iconografía: Por regla general, a partir del siglo XVII, se ha representado a San Antonio con el Niño Jesús en los brazos; ello se debe a un suceso que tuvo mucha difusión y que ocurrió cuando San Antonio estaba de visita en la casa de un amigo. En un momento dado, éste se asomó por la ventana y vio al santo que contemplaba, arrobado, a un niño hermosísimo y resplandeciente que sostenía en sus brazos.  En las representaciones anteriores al siglo XVII aparece San Antonio sin otro distintivo que un libro, símbolo de su sabiduría respecto a las Sagradas Escrituras.  En ocasiones se le representó con un lirio en las manos y también junto a una mula que, según la leyenda, se arrodilló ante el Santísimo Sacramento que mostraba el santo; la actitud de la mula fue el motivo para que su dueño, un campesino escéptico, creyese en la presencia real. 

San Antonio es el patrón de los pobres y ciertas limosnas especiales que se dan para obtener su intercesión, se llama "pan de San Antonio"; esta tradición comenzó a practicarse en 1890.  No hay ninguna explicación satisfactoria sobre el motivo por el que se le invoca para encontrar los objetos perdidos, pero es muy posible que esa devoción esté relacionada con un suceso que se relata entre los milagros, en la "Chronica XXIV Generalium" (No. 21):  un novicio huyó del convento y se llevó un valioso salterio que utilizaba San Antonio; el santo oró para que fuese recuperado su libro y, al instante, el novicio fugitivo se vio ante una aparición terrible y amenazante que lo obligó a regresar al convento y devolver el libro.

En Padua hay una magnífica basílica donde se veneran sus restos mortales.

QUI DOCET, DISCIT. (PINCELES 1)




Cualquier pincel consta de tres partes: un mango, una virola y distintos tipos de pelos, que es lo que determina la calidad final de nuestras obras o manualidades.

Mango

Lo importante es que sea cómodo para nuestra mano, su largo dependerá directamente para que va a ser destinado. Los cortos se usa para las técnicas de acuarela y diseño, en tanto los más largos para acrílicos y óleos, sirve para mantener una cierta distancia con respecto al lienzo o a la tela. El mango debe ser barnizado para protegerlo de los disolventes. Normalmente el mango tiene grabado un número que es el que determina su tamaño, marca y en algunos casos el pelo del que está compuesto.

Virola o Férula

Es la parte que une y sujeta el pelo del mango. Los más económicos son de lata y llevan junta de soldadura. Otra calidad son las de aluminio sin soldadura, pero los de mejor calidad disponen de una virola inoxidable de latón niquelado sin soldadura.

Haz de Pelo




Algunas características:


Nombre de la Herramienta
Usos
Pincel Marta Tropical Plano
Acuarela
Pincel Marta Tropical Redondo
Acuarela
Pincel Pelo de Camello Chato
Acuarela
Pincel Pelo de Camello Redondo
Acuarela
Pincel Marta Kolinsky Redondo
Acuarelas y Óleos(letras, trabajos finos)
Pincel Nylon Angular
Cerámica
Pincel Nylon Lengua de Gato
Cerámica
Pincel Nylon Plano
Cerámica
Pincel Sintético Angular
Cerámica
Pincel Sintético Lengua de Gato
Cerámica
Pincel Sintético Plano
Cerámica
Pincel Sintético Redondo
Cerámica
Rodillo para Pintar
Cerámica, madera, y acrílico
Pincel Marta Tropical Cuadrado
Madera
Pincel Marta Tropical Plano 0
Madera
Pincel Marta Tropical Redondo
Madera
Brocha Oreja de Buey Simple
Madera, óleo y acrílico
Pincel Cerda Gris Plano
Marcación
Brocha Cerda Blanqueada Espesor Medio
Óleo y acrílico
Brocha Oreja de Buey Espesor Medio
Óleo y acrílico
Pincel Cerda Blanca China Abanico
Óleo y acrílico
Pincel Cerda Blanca Plano
Óleo y acrílico
Pincel Cerda Blanca Redondo
Óleo y acrílico
Pincel Cerda Blanqueada Abanico
Óleo y acrílico
Pincel Cerda Blanqueada Lengua de Gato
Óleo y acrílico
Pincel Cerda Blanqueada Plano
Óleo y acrílico
Pincel Cerda Blanqueada Redondo
Óleo y acrílico
Pincel Oreja de Buey Cuadrado
Óleo y acrílico
Pincel Oreja de Buey Redondo
Óleo y acrílico
Pincel Pelo de Marta Cuadrado
Óleo y acrílico
Pincel Pelo de Marta Redondo
Óleo y acrílico
Pincel Sintético Dorado Abanico
Óleo y acrílico
Pincel Sintético Dorado Cuadrado
Óleo y acrílico
Pincel Sintético Dorado Liner Redondo
Óleo y acrílico
Pincel Sintético Dorado Redondo
Óleo y acrílico
Espátula Plástica / Acrílico Faca
Óleo y acrílico
Espátula Plástica / Acrílico Lozango Grande
Óleo y acrílico
Espátula Plástica / Acrílico Lozango Pequeña
Óleo y acrílico
Espátula Plástica / Acrílico Trapezio
Óleo y acrílico
Brocha Chata Cerda Gris
Pátinas
Pincel Espuma Poliester Cuadrado
Seda y tela
Pincel Marta Roja Redondo
Seda y tela


Para la técnica de telas encoladas puedes utilizar cualquiera de los que sean para óleos o acrílicos.

CONSEJOS PARA ELEGIR UN BUEN PINCEL

Ya que conoces un poco más sobre pinceles, debes de elegir los adecuados para el trabajo que estás pensando hacer. He aquí algunos consejos:

Para reconocer un buen pincel: sujeta la férula con los dedos pulgar e índice y sin presionar deslízala hasta el final de los pelos; la transición debe ser imperceptible. Si percibes una diferencia de niveles, el pincel no tiene suficientes pelos.

·         Si lo que deseas es dar una base de pintura debes usar un pincel grande, que cada pincelada cubra lo más posible. Si la base va a ser en óleo, te conviene usar un pincel con cerdas gruesas para lograr diferentes texturas. Si se quiere dar detalles necesitamos un pincel más fino.

·         Aunque los de pelo natural son mejores, para empezar utiliza unos menos caros, y cuando ya sepas manejar bien el material, compra unos mejores.

CONSEJOS PARA LA LIMPIEZA Y MANTENIMIENTO

La vida útil de un pincel se puede prolongar considerablemente a base de darles un buen uso y mantenimiento. Mientras se esté trabajando hay que mantenerlos húmedos con regularidad o limpiarlos con el disolvente correspondiente para evitar que la pintura se seque entre los pelos. Los pinceles de pelo suave nunca se deben dejar con la punta hacia abajo metidos en el disolvente, lo ideal es utilizar los lava pinceles.

·         Lo primero que hay que hacer es limpiar los pinceles con un trapo o papel absorbente presionando desde la virola hasta la punta del pelo.

·         Después, utilizar el disolvente: esencia de trementina en el caso de óleo,  agua para los acrílicos y alcohol para la goma laca con pigmentos.

·         Lavarlos a continuación en la palma de la mano con agua templada y jabón.

·         Aclararlos con agua limpia y sacudirlos.

·         Con los dedos dar la forma original al pincel y dejarlo secar horizontalmente o bien, colocarlos una vez secos en un recipiente con los pelos hacia arriba o guardarlos en el porta pinceles

·         Nunca dejarlos mucho tiempo en el agua, ya que se estropean, y pierden su forma.

Sé que estas recomendaciones les pueden resultar incómodas hacerlas, pero les aseguro que para que duren los pinceles, HAY QUE HACERLO. En el próximo QUI DOCET, DISCIT les comentaré acerca de los distintos tipos de pinceles que hay y su utilidad.


Cada tipo de pelo tiene sus propias características, es el elemento más importante del pincel, ya que es lo que determina la calidad final.