lunes, 22 de noviembre de 2021

Taller de Imaginería Religiosa San Juan de Dios

 


Nueva imagen: "Santa Teresa de Jesús Jornet"

Recién terminada, es la fundadora de las Hermanitas de los ancianos desamparados. Espero que les guste. 

En otra entrada les mostraré el paso a paso que seguí para poderla realizar. Dios los bendiga.

Santa Teresa de Jesús Jornet


 
 

miércoles, 3 de noviembre de 2021

Entronización de otra de nuestras imágenes.



 

Otra imagen nuestra entronizada en una iglesia. Para el taller San Juan de Dios es toda una bendición. Les comento un poco esta historia.

La parroquia de San Agustín se ubica en la localidad que lleva el mismo nombre a 70 km al sur de la capital provincial cordobesa, comunicada por la ruta Nacional 36.

En 1750, los Jesuitas desplegaban actividades en Calamuchita, con minas en "Boca del Río" (nombre del lugar por aquellos años) y se construyó una Capilla representando un paso muy importante para los habitantes del lugar.
Cuando tuvo lugar la división política del Departamento Calamuchita, a ésta localidad de San Agustín se le designó la cabecera de departamento, por lo que en 1868, el presbítero Adolfo Villafañe construyó un hermoso templo.


Actualmente el Párroco Daniel Frattin es quien acompaña y dirige a la comunidad.

Cada 28 de agosto cientos de peregrinos se reúnen a celebrar el día de su Santo Patrono , precedida por su novena.

En la última noche de la novena ,27 de agosto de 2021,día de su madre Santa Mónica, se rezaba bajo el lema " No llores si me amas".
En una noche especial, en la que se vivió una celebración bajo el rito maronita.
La iglesia católica maronita está en plena comunión con la Santa Sede sin renunciar por ello a sus estructuras y rituales propios.


Los acompañaron el Reverendo Padre Superior de la Misión Libanesa en Argentina Don Fray Charbel Chahim y el padre Domingo Atonur que nos dejaba su hermoso mensaje:
"Estamos puestos en esta vida para una gran fidelidad con Dios pero que de nada sirve si no somos alegria para los demás".

En esa noche una familia de la localidad de apellido Videla y su mamá Mirta Chávez, hicieron entrega de una imagen de Santa Mónica a la parroquia para que acompañara a la imagen de su hijo Agustín, la cual fue bendecida por todos los párrocos presentes.

El 27 de agosto, la Iglesia celebra a Santa Mónica, patrona de las esposas, modelo de mujer y de madre.

Mónica nació en Tagaste, norte de África (actual Túnez), el año 331. Siendo joven, por un arreglo de sus padres, se casó con Patricio, un hombre violento y mujeriego. Alguna vez le preguntaron por qué su marido nunca la golpeaba teniendo tan mal genio. Entonces ella respondió: "Es que, cuando mi esposo está de mal genio, yo me esfuerzo por estar de buen genio. Cuando él grita, yo me callo. Y como para pelear se necesitan dos y yo no acepto la pelea, pues.... no peleamos". Quizás, tal actitud podría pasar por simple sumisión o pasividad, pero, por el contrario, en Mónica revelaba humildad y prudencia. Ella sabía muy bien que la violencia no conduce sino a más violencia. Por eso, es más lógico pensar que ella escogió el mejor camino: el de la perseverancia, la caridad comprometida, la paciencia y la inteligencia.

Santa Mónica, sin lugar a dudas, jugó un rol muy activo dentro de su familia.
Nunca dejó de rezar y ofrecer sacrificios por la conversión de su esposo, cosa que finalmente logró.

El padre de Agustín se bautizó poco antes de morir y dejó este mundo como un cristiano.

Lamentablemente, su dolor no terminaría ahí. Agustín, su hijo mayor, era un joven de actitudes egoístas e impetuosas, que llevaba una vida disoluta y no tenía ningún interés en la fe. Mónica sufría al ver a su hijo alejado de Dios aunque guardaba la esperanza en que se convertiría como lo hizo su esposo. Ella siguió rezando y ofreciendo sacrificios espirituales por su hijo.Ciertamente, la relación con Agustín pasó por periodos difíciles en los que hubo tensiones e incomprensiones que pusieron a prueba su paciencia y su fe. Más de una vez pensó que todo esfuerzo era inútil, especialmente cuando veía a su hijo comportarse de manera inmoral. Se dice que Mónica se apartó de él en varias oportunidades, incluso negándole que permaneciera en su casa. Desesperada, un día llegó a pedirle al obispo de la ciudad que hable con Agustín y lo convenza. Fue entonces que recibió aquella célebre respuesta: “esté tranquila, es imposible que se pierda el hijo de tantas lágrimas”. Dios le dio, de esa manera, el consuelo, la fuerza que le faltaba y la sabiduría necesaria para entender mejor que “nuestros tiempos” no son siempre los tiempos de Dios.


Después de muchos años de incertidumbre sobre la salvación de su hijo, finalmente sus oraciones dieron el fruto esperado. Agustín, quien después de un largo itinerario espiritual e intelectual que lo sumió en el vacío, recibió el bautismo en la Pascua del año 387. Mónica logró estar durante ese tiempo a su lado pues lo había seguido hasta Milán, ciudad en la que Agustín abrazó el cristianismo. No mucho tiempo después, cuando ambos se encontraban de camino de regreso a Tagaste, Mónica cae enferma y muere en el puerto de Ostia Antica (actual Italia). Tenía 56 años.

En el Ángelus del 27 de agosto del 2006, el Papa Benedicto XVI dijo: “Santa Mónica y San Agustín nos invitan a dirigirnos con confianza a María, trono de la Sabiduría. A ella encomendamos a los padres cristianos, para que, como Mónica, acompañen con el ejemplo y la oración el camino de sus hijos”.

“¡Cuántas lágrimas derramó esa santa mujer por la conversión del hijo! ¡Y cuántas mamás también hoy derraman lágrimas para que los propios hijos regresen a Cristo!

¡No perdáis la esperanza en la gracia de Dios!”, dijo el Papa Francisco durante la homilía de la misa de apertura del capítulo general de la Orden de San Agustín, el 28 de agosto de 2013. El Santo Padre aludía así a la manera particular como Santa Mónica (331-387) se ganó el Cielo.“¡Cuántas lágrimas derramó esa santa mujer por la conversión del hijo! ¡Y cuántas mamás también hoy derraman lágrimas para que los propios hijos regresen a Cristo!


¡No perdáis la esperanza en la gracia de Dios!”, dijo el Papa Francisco durante la homilía de la misa de apertura del capítulo general de la Orden de San Agustín, el 28 de agosto de 2013. El Santo Padre aludía así a la manera particular como Santa Mónica (331-387) se ganó el Cielo.

lunes, 1 de noviembre de 2021

Imagen de Santa Águeda.



Esta imagen de Santa Águeda, la he realizado con la técnica de telas encoladas y masillas epoxídicas. Es la misma técnica de telas encoladas, que se ha utilizado para hacer la imagen del Padre Pío, Santa Rita, San Francisco de Sales, etc., con lo que les doy la pauta de las múltiples imágenes artesanales, e irrepetibles que se pueden hacer. ¿Cómo se hace? te lo cuento ahora por si no leíste el anterior:



1)    Se parte de un soporte (que puede ser de alambre, madera, plástico, cartón, telgopor, etc.). En este caso trabajaré con estructuras plásticas y alambres. TENER EN CUENTA LAS PROPORCIONES. En otro artículo (VER QUI DOCET, DISCIT del 1º de septiembre de 2011) te he contado sobre las proporciones corpóreas más comunes.  Se sigue con la cabeza, los pies y las manos. Vamos pensando cómo va a ir ubicada la ropa (te recomiendo que veas algunas estampas) y las actitudes que les quieras dar a la imagen, esto lleva bastante tiempo, pero es importante hacerlo. Se va pensando en todos los detalles que se le quieren hacer (ubicación de las manos, de los pies, manto, etc.) en este caso la haré sosteniendo una palma (que simboliza el martirio) y en la otra mano un plato con sus dos senos, característico en cualquiera de sus imágenes.





2)    Si hiciera falta, se van añadiendo pequeñas almohadillas con algodón para darle volumen a las partes del cuerpo. Como es una mujer, le damos un poco más las caderas y marcaremos la zona de los pechos. Se pinta la cara y las manos. Se añade la cabeza que se fija con masilla epoxídica, junto a las otras partes nombradas. La base de la imagen es de madera tratada y la he barnizado para protegerla más. Se la resguarda con papel adherente para que no se ensucie.






3)    Se diagrama la vestimenta en tela de algodón o lino (NO SINTÉTICO) y se le pasa una mezcla de cola de carpintero, tiza, enduído y colorantes. Por lo menos 2 manos. Dejar secar muy bien entre tela y tela, de esta manera cada una de las partes, quedará correctamente fija y ubicada, en el lugar que le corresponde. ¡Mucha PACIENCIA! De esto va a depender la calidad de la imagen. Lo adherimos todo muy bien al cuerpo y lo dejamos secar. Nos vamos a ayudar haciendo algún “andamio” con palitos, hilos, alfileres, etc. Para que fragüe todo en el lugar correcto. Luego va el manto y por último el velo.




4)    Por último, el pintado de las telas y los detalles finales, como ser puntillas, galones, etc. También puedes ir pintando a medida que se van secando las telas, cualquiera de las dos opciones son válidas. Sacar el papel adherente de la base y seguir decorando con otros detalles, por ejemplo con una aureola. Retocar con pigmentos al tono las marquitas que hubiéramos dejado y otros colores para crear sombras.
Como les digo siempre, nada reconforta más que hacer una imagen religiosa, mientras se realiza se reza, se pide, se agradece, en fin siempre hace bien al alma.

El paso a paso: