martes, 1 de mayo de 2012

QUI DOCET, DISCIT. (DORADO A LA HOJA).




Muchos me mandaron mensajes sobre esta técnica, pues bien, un poco de historia de la misma y una de las tantas técnicas que hay para realizarla. Espero les sirva.
Breve historia sobre el dorado a la Hoja:
En la antigüedad el dorado era considerado uno de los principales métodos para dar falsos acabados, ya que el propósito de esta técnica era la de producir o dar apariencias de oro sólido a piezas de poco valor, como la madera o estuco, cubriendo la superficie de dicha pieza con una capa fina de este caro metal precioso. Hoy en día se sigue utilizando en imaginería religiosa aunque por su alto costo se reemplaza por láminas de bronce (el acabado final no es el mismo, pero es aceptable). Esta técnica ha sido utilizada durante cientos de años, como una forma de decoración en todo el mundo, y también por diferentes culturas como los incas, egipcios, los rusos y los griegos en sus hermosos íconos, etc. y hasta ahora, resulta muy llamativo el hecho de que, en realidad, ha variado muy poco la técnica de aplicación. Algunos tratados antiguos escritos por personajes y escritores medievales o renacentistas nos dicen que el dorado mantuvo su presencia en distintas obras de arte. Durante la antigüedad su aplicación fue bastante amplia, tanto en las artes menores como en la arquitectura y en la escultura.
Se sabe que los egipcios doraban partes de sus templos con este método. Por otro lado, en el área de la escultura los artistas doraban las esculturas de mármol y especialmente las de bronce. En la cultura griega, se practicaba mucho el dorado aplicado a los vestidos de las estatuas, y dejando la anatomía de la imagen en marfil, (a esto se le llama escultura criselefantina). Por otro lado, durante la edad media, el uso del dorado, respondía a exigencias de carácter estético litúrgico; la belleza y nobleza del material era representativo del valor y esplendor divino y angélico.

En esta etapa de la
historia es cuando surge, la aplicación del dorado a la hoja, con un mordiente similar al que usamos en la actualidad, dejando al lado al antiguo método, que era algo costoso y que consistía en la aplicación de hojas que se adherían a la superficie con técnicas especiales. 
La técnica del dorado se extiende luego a la orfebrería española, francesa, inglesa y alemana desde el siglo XII al XVIII. Un poco después del renacimiento dejó de emplearse en las artes mayores, pero continuó como un instrumento de primer orden entre los grandes artesanos, constructores de marcos y muebles (siglo XVII y XVIII) y entre orfebres y decoradores del cuero en la España del siglo XV al XVII.
Los panes de oro se usaban también en la ornamentación de pinturas, ya desde tiempos muy antiguos; y aún en la época moderna esto no ha dejado de hacerse.

La pintura mural y de caballete, se inicia con el arte europeo primitivo; además que también ha sido empleado en la iluminación de manuscritos y miniaturas, los ejemplos más notables se encuentran en pinturas al temple de Siena y Florencia.

 En la época moderna, el empleo de efectos dorados y plateados es de dos tipos: los trabajos cuidadosamente controlados, emulando los ejemplos medievales y renacentistas, y las líneas, zonas y aplicaciones más casuales, que sirven para dar toques de brillo metálico a diseños contemporáneos.

 Actualmente, el término "dorado" no se refiere nada más a la aplicación de láminas de oro, sino también a la de todo tipo de hojas y polvos de metal, desde metales como plata y platino hasta el bronce, aluminio y aleaciones de metales de aspecto dorado. 


La tradición europea del dorado a la hoja, como elemento de la imaginería religiosa fue muy importante.
Una de las principales cosas en las que más se ha utilizado  la hoja de oro, han sido los marcos tallados en madera, y con acabados que nos dan un efecto de antigüedad.
Por el lado de la imaginería religiosa, podemos encontrar imágenes doradas y bellamente estofadas dejando ver, gran cantidad del oro que se ha aplicado previamente a sus vestimentas. En América latina tenemos muy hermosas imágenes de la época colonial (española y portuguesa) que todavía conservan el color brillante de su dorado original. Obras maestras de artistas europeos y nativos.
Hay muchas formas de realizar esta técnica. Te describo uno de ellos.

Procedimiento
Técnica de dorado a la hoja:
Pasar una mano de tiza y cola sobre la superficie a dorar. Dejar secar. Repetir el procedimiento 7 veces pincelando en diferentes direcciones. Una vez seca, lijar con lija suave.
Aplicar 2 o 3 manos de pintura bol (se consigue en casas de  artísticas) con un algodón, descargar el excedente en un papel absorbente y aplicarla siempre en un mismo sentido. Dejar secar. Repetir 3 veces y lijar entre mano y mano. Luego sellar la superficie con goma laca y dejar secar. Lustrar con un algodón para levantar brillo.
Pincelar la superficie con cola de oro y dejar orear hasta que tome punto mordiente, es decir cuando al tacto apenas pega. Los mordientes que se pueden utilizar son muy variados: clara de huevo, cola de conejo, etc.
Colocar la hoja de oro sobre la pieza con sumo cuidado, asentarla con un pincel suave. Dejar secar 24 hs. Y retirar el excedente con un algodón o un pincel suave. Si se está trabajando con hojas de oro 18 0 24 el excedente se junta, ya que se puede utilizar en otro trabajo.
Pulir la superficie dorada con un paño suave. Por último pasar una mano de goma laca para fijar.
La cola de conejo se adquiere en droguerías o en casa de artística.
La pintura bol se adquiere en pinturerías, artísticas o se puede hacer con ferrite o tierra siena cocida (pigmentos) y goma laca.

Receta del preparado de tiza y cola:
4 partes de cola de conejo; 8 partes de agua; 3 partes de tiza en polvo.
Hidratar la cola de conejo en agua durante 4 hs. (atención que en algunas artísticas ya le venden hidratada) una vez hidratada su consistencia se tornará gelatinosa, por lo tanto se debe diluir a baño de María. Incorporar la tiza en polvo revolviendo hasta que se integren los ingredientes.

Es aconsejable preparar la cantidad necesaria de tiza y cola ya que la cola de conejo, al hidratarse, se descompone en pocos días.

Para utilizar esta técnica en nuestras imágenes enteladas, debemos primero terminar la pieza completamente. Luego remarcamos la parte de la vestimenta que queremos dorar (por lo general son detalles de fileteado) y con mucha paciencia y un linner vamos pasando el mordiente y poniendo las láminas doradas. Una vez pegado todo el diseño pasamos un pincel suave para retirar el exceso y retocamos con pigmentos al tono los contornos.
Te muestro algunos objetos que se usan para el dorado a la hoja:
. Panel de cuero: en el que se apoyan las hojas para cortar, es de gamuza o de otro material muy suave.
. Cortador de hojas de oro, es una varilla plana, larga y con filo en los cantos.


. Penneleta o Polonesa, se usa para tomar las hojas (son sumamente delgadas y frágiles).

. Ágatas, son piedras unidas a mangos para bruñir (sacar brillo). Se pasan al final del trabajo. Si las láminas son de oro de verdad, el brillo será espectacular.

Esta técnica es cara y da mucho trabajo, por eso antes de empezar te recomiendo que leas más sobre ella y comiences con cosas pequeñas.



QUI DOCET, DISCIT. (¿DESDE CUÁNDO SE HACEN IMÁGENES RELIGIOSAS?)



¿Desde qué época empezaron a representarse las imágenes religiosas católicas en el arte?



Desde los primeros siglos del cristianismo. Es factible encontrar un cambio fundamental en el modo de hablar de la imagen y de representarla en el Antiguo Testamento: había una prohibición de pintar imágenes de Dios para no incurrir en una deformación de la imagen inmaterial y espiritual del Dios único y verdadero (Dt. 4, 15-20).

1) Una primera evolución se registra en algunas formas del arte primitivo judeo-cristiano, tanto en las antiguas iglesias-sinagogas de Oriente medio como, definitivamente, en las imágenes de las catacumbas y más tarde en los mosaicos de las iglesias. Hay incluso una serie de datos que quieren justificar el culto a las imágenes en el ambiente cristiano, como la leyenda del Mandylon del Rey Abgar de Edessa o la de la Verónica. También podemos añadir la Leyenda de San Lucas, el evangelista, a quien se le atribuyen muchos cuadros o imágenes de la Virgen tanto en Oriente como en Occidente.
A cerca de las imágenes de Cristo, especialmente de su rostro, hay en la antigüedad cristiana una cierta uniformidad en sus rasgos y un gran parecido con los rasgos del rostro de Cristo tal como aparece en la Sábana Santa de Turín.
Durante el tiempo del iconoclasmo se perdieron muchas pinturas antiguas que querían remontarse al retrato original de Cristo. Quizá una de las más antiguas y bellas es un icono de Cristo que se conserva en el monasterio de Santa Catalina del Sinaí y se remonta al siglo VI.

2) Las primeras manifestaciones iconográficas en el arte de Occidente las tenemos en las catacumbas, con una cierta imitación de algunas formas paganas. Orfeo se convierte en el Buen Pastor, hay escenas del A.T., se pintan escenas evangélicas e imágenes simbólicas como el pez, el áncora, la cruz, la paloma, el pavo real, signo de la inmortalidad. Hay rostros de Cristo, de la virgen y de algunos santos, imágenes de orantes y de la cena eucarística.
De las paredes de las catacumbas se pasa a los bajo relieves y sarcófagos, donde van apareciendo las principales escenas evangélicas tradicionales: adoración de los magos, resurrección de Lázaro, la Ascensión, etc. Todas estas imágenes están representadas con bastante perfección en el siglo VI.
Por la constancia en los detalles de ciertas representaciones se ve cómo se va fijando una escena, a modo de canon o forma tradicional de representar los misterios con una cierta uniformidad que ha permanecido en Oriente y en parte en los lugares de Occidente que han recogido esta tradición: San marcos de Venecia, Monreal en Sicilia, la capilla Palatina de Palermo, etc.



3) A partir del siglo VI la iconografía conoce en Oriente y en Occidente una gran época de esplendor que se manifiesta en la integración del arte con la liturgia, en la construcción y adorno de las basílicas, entre ellas la más hermosa que fue de Santa Sofía en Constantinopla.

4) Una lucha encarnizada contra las imágenes que dura casi 120 años turba en oriente la paz eclesial. En el año 725 el emperador césaropapista, León III el Isáurico , condena el uso de las imágenes en la Iglesia con el pretexto de que se puede caer en el error de la idolatría. En el año 729 se desencadena la lucha popular, capitaneada por los monjes, partidarios de la veneración de imágenes y de la tradición. El concilio de Nicea II, año 787, clarifica la doctrina y justifica la iconografía y la veneración de las imágenes apelándose al hecho de la Encarnación, al servicio religioso de los fieles que necesitan contemplar los misterios, al sentido de la veneración de los imágenes con una referencia directa a las personas que representan tales imágenes, de tal manera que su contemplación lleve a la imitación de los modelos. La lucha solo se calmó, en el año 843 con un edicto de la Emperatriz Teodora, que sanciona el triunfo de la doctrina conciliar.

5) El triunfo de la Ortodoxia renueva el fervor por las imágenes en oriente. Todo el medio oriente ortodoxo deja, a través de los siglos, ejemplares estupendos de su arte en las iglesias-grutas de Capadocia, en los templos adornados con bellos y esplendorosos mosaicos, en las paredes de los monasterios, en los iconostasios de las iglesias. Con la extensión del cristianismo oriental por toda la parte de los Balcanes y en Rusia, a partir del siglo IX, tendremos de nuevo una posibilidad de ramificación de este arte con la creación de varios tipos y escuelas de iconografía oriental.

A partir del siglo XVII la iconografía en el oriente Medio y en Rusia conoce la decadencia de la imitación de las formas occidentales, casi con un cierto complejo de inferioridad del arte clásico bizantino y ruso. En occidente tenemos una continuidad tradicional con la iconografía oriental en los primitivos pintores italianos, en el románico catalán, etc. poco a poco se va desintegrando este arte hasta llegar al renacimiento que se aparta de la imagen teológica de oriente en aras de una imitación naturalista de los episodios. Surgen aquí grandes escuelas artísticas como ser la española, la italiana, la alemana, etc. Luego del descubrimiento de América, las comunidades originarias americanas, funden su arte con el europeo, haciendo magníficas imágenes, cuadros y retablos que aún hoy se conservan en Perú, México y Argentina.




 






SANTA RITA DE CASCIA




Esta imagen de Santa Rita de Cascia está hecha con telas encoladas, yeso betalfa y masillas epoxídicas. ¿Cómo se hace? te lo cuento ahora por si no leíste los anteriores trabajos en los que explico la técnica.
1)    Se parte de un soporte (que puede ser de alambre, madera, plástico, cartón, telgopor, etc.) En este caso es un cilindro de plástico forrado con cinta y endurecido con cola de carpintero y . Se le van marcando las partes del cuerpo. TENER EN CUENTA LAS PROPORCIONES! Hay un artículo en la serie QUI DOCET, DISCIT en el que te lo explico.


2)    Se sigue con la cabeza y las manos (es lo primero que hice y a partir de ahí saqué las otras proporciones). Vamos pensando cómo va a ir ubicada la ropa (para esto es preciso ver imágenes, para que sea más real) y las actitudes de la imagen (esto lleva bastante tiempo). Le quiero poner solamente una cruz de madera con algunas rosas pequeñas, ya que son sus dos símbolos característicos.

3)    Si hiciera falta, se van añadiendo pequeñas almohadillas con algodón para darle volumen a las partes del cuerpo. Como es una mujer, le damos un poco menos a la caja torácica y a la espalda y más para las caderas. Se pinta la cara y las manos y se las fijan al soporte que está adherido a una madera circular.


4)    Se diagrama la vestimenta en tela de algodón o lino (NO SINTÉTICO). Se le pasa una mezcla de cola de carpintero, tiza, enduído y colorantes hasta llegar al color original de la imagen. Por lo menos 2 manos. Esta tarea ya la conoces muy bien por los trabajos anteriores.


5)    Dejar secar muy bien entre tela y tela, lo mismo cuando se pinta, DEJAR SECAR MUY BIEN ENTRE MANO Y MANO.




6)    Mucha PACIENCIA! a la hora de anexar los velos que en este caso es doble, uno blanco abajo y uno negro arriba. Les digo esto por el tema de las manchas, que luego les costará poder tapar. Lo mejor es poner film adherente sobre el blanco (una vez seco), superponer el velo negro y esperar que se seque. Después se saca, se pinta y se pega con cola de carpintero al blanco. Siempre con una estampita al lado para hacerla lo más original posible.



7)    Lo adherimos muy bien al cuerpo y lo dejamos secar. Nos vamos a ayudar haciendo algún “andamio” con palitos, hilos, alfileres etc. Para que fragüe todo en el lugar correcto.



8)    Sacar el papel adherente de la base, las manos y la cabeza y seguir decorando con otros detalles (aureola, cinturón, puños, cuellos, dobladillos, rosario etc.).

9)    Retocar con pigmentos al tono las marquitas que hubiéramos dejado y creamos sombras.

El paso a paso:





                                   
Un poco de historia sobre esta Santa italiana:

La santa de lo imposible. Fue una hija obediente, esposa fiel, esposa maltratada, madre, viuda, religiosa, estigmatizada y  santa incorrupta. Santa Rita lo experimentó todo pero llegó a la santidad porque en su corazón reinaba Jesucristo.

Nació en Mayo del año 1381, un año después de la muerte de Santa Catalina de Siena. La casa natal de Sta. Rita está cerca del pueblito de Cascia, entre las montañas, a unas 40 millas de Asís, en la Umbria, región del centro de Italia que quizás más santos ha dado a la Iglesia (S. Benito, Sta. Escolástica, S. Francisco, Sta. Clara, Sta. Ángela, S. Gabriel, Sta. Clara de Montefalco, S. Valentín y muchísimos más). 

Su vida comenzó en tiempo de guerras, terremotos, conquistas y rebeliones. Países invadían a países, ciudades atacaban a ciudades cercanas, vecinos se peleaban con los vecinos, hermano contra hermano. Los problemas del mundo parecían más grandes que lo que la política y los gobiernos pudieran resolver.

Nacida de devotos padres, Antonio Mancini y Amata Ferri a los que se conocía como los "Pacificadores de Jesucristo", pues los llamaban para apaciguar peleas entre vecinos. Ellos no necesitaban discursos poderosos ni discusiones diplomáticas, solo necesitaban el Santo Nombre de Jesús, su perdón hacia los que lo crucificaron y la paz que trajo al corazón del hombre. Sabían que solo así se pueden apaciguar las almas.

La abejas

Parecía que desde el primer momento de su nacimiento Dios tenía designios especiales para Rita. Según una tradición, desde que era bebé, mientras dormía en una cesta, abejas blancas se agrupaban sobre su boca, depositando en ella la dulce miel sin hacerle daño y sin que la niña llorara para alertar a sus padres. Uno de los campesinos, viendo lo que ocurría trató de dispersar las abejas con su brazo herido. Su brazo se sano inmediatamente.

Después de 200 años de la muerte de Santa Rita, algo extraño ocurrió en el monasterio de Cascia. Las abejas blancas surgían de las paredes del monasterio durante Semana Santa de cada año y permanecían hasta la fiesta de Santa Rita, el 22 de Mayo, cuando retornaban a la inactividad hasta la Semana Santa del próximo año. El Papa Urbano VIII, sabiendo lo de las misteriosas abejas pidió que una de ellas le fuera llevada a Roma. Después de un cuidadoso examen, le ató un hilo de seda y la dejó libre. 

Esta se descubrió mas tarde en su nido en el monasterio de Cascia, a 138 kilómetros de distancia.  Los huecos en la pared, donde las abejas tradicionalmente permanecen hasta el siguiente año, pueden ser vistos claramente por los peregrinos que llegan hoy al Monasterio.

Matrimonio

Sus padres, sin haber aprendido a leer o escribir, enseñaron a Rita desde niña todo acerca de Jesús, la Virgen María y los más conocidos santos. Rita, al igual que Santa Catalina de Siena nunca fue a la escuela a aprender a escribir o a leer. Santa Catalina le fue dada la gracia de leer milagrosamente por nuestro Señor Jesucristo, para santa Rita su único libro era el Crucifijo.

Ella quería ser religiosa toda su vida, pero sus padres, Antonio y Amata, avanzados ya en edad, escogieron para ella un esposo, Paolo Ferdinando, lo cual no fue una decisión muy sabia. Pero Rita obedeció. Quiso Dios así darnos en ella el ejemplo de una admirable esposa, llena de virtud, aun en las más difíciles circunstancias. 

Después del matrimonio, su esposo demostró ser bebedor, mujeriego y abusador. Rita le fue fiel durante toda su vida de casada. Encontró su fortaleza en Jesucristo, en una vida de oración, sufrimiento y silencio.  Tuvieron dos gemelos, los cuales sacaron el temperamento del padre. Rita se preocupó y oró por ellos.

Después de veinte años de matrimonio y oración por parte de Rita, el esposo se convirtió, le pidió perdón y le prometió cambiar su forma de ser. Rita perdona y él deja su antigua vida de pecado y pasaba el tiempo con Rita en los caminos de Dios. 

Esto no duró mucho, porque mientras su esposo se había reformado, no fue así con sus antiguos amigos y enemigos. Una noche Paolo no fue a la casa. Antes de su conversión esto no hubiera sido extraño, pero en el Paolo reformado esto no era normal. Rita sabía que algo había ocurrido. Al día siguiente, lo encontraron asesinado.
Su pena fue aumentada cuando sus dos hijos, que ya eran mayores, juraron vengar la muerte de su padre. 

Las súplicas no lograban disuadirlos. Fue entonces que Santa Rita, comprendiendo que más vale salvar el alma que vivir mucho tiempo, rogó al Señor que salvara las almas de sus dos hijos y que tomara sus vidas antes de que se perdieran para la eternidad por cometer un pecado mortal. El Señor respondió a sus oraciones. Los dos padecieron una enfermedad fatal. Durante el tiempo de enfermedad, la madre les habló dulcemente del amor y el perdón. Antes de morir lograron perdonar a los asesinos de su padre. Rita estuvo convencida de que ellos estaban con su padre en el cielo.

Entra en la Vida Religiosa

Al quedar sola no se deja vencer por la tristeza y el sufrimiento. Santa Rita quiso entrar con las hermanas Agustinas, pero no era fácil lograrlo. No querían una mujer que había estado casada. La muerte violenta de su esposo dejó una sombra de duda. Ella se volvió de nuevo a Jesús en oración.  Ocurrió entonces un milagro. Una noche, mientras Rita dormía profundamente, oyó que la llamaban ¡Rita, Rita, Rita! esto ocurrió tres veces, a la tercera vez Rita abrió la puerta y allí estaban San Agustín, San Nicolás de Tolentino y San Juan el Bautista del cual ella había sido devota desde muy niña. 

Ellos le pidieron que los siguieran. Después de correr por las calles de Roccaporena, en el pico del Scoglio, donde Rita siempre iba a orar sintió que la subían en el aire y la empujaban suavemente hacia Cascia. Se encontró arriba del Monasterio de Santa María Magdalena en Cascia. Entonces cayó en éxtasis. Cuando salió del éxtasis se encontró dentro del Monasterio, ante aquel milagro las monjas Agustinas no pudieron ya negarle entrada.  Es admitida y hace la profesión ese mismo año de 1417, y allí pasa 40 años de consagración a Dios.

Más Pruebas

Durante su primer año, Rita fue puesta a prueba no solamente por sus superioras, sino por el  mismo Señor. Le fue dado el pasaje de la Escritura del joven rico para que meditara. Ella sentía en su corazón las palabras, ¡Si quieres ser perfecta!

Un día Rita fue puesta a prueba por su Madre Superiora. Como un acto de obediencia, Rita fue ordenada a regar cada día una planta muerta. Rita lo hizo obedientemente y de buena manera. Una mañana la planta se había convertido en una vid floreciente y dio uvas que se usaron para el vino sacramental. Hasta este día sigue dando uvas.

Amor a la Pasión de Cristo

Rita meditaba muchas horas en la Pasión de Cristo, meditaba en los insultos, los rechazos, las ingratitudes que sufrió en su camino al Calvario.

Durante la Cuaresma del año 1443 fue a Cascia un predicador llamado Santiago de Monte Brandone, quién dio un sermón sobre la Pasión de Nuestro Señor que tocó tanto a Rita que a su retorno al monasterio le pidió fervientemente al Señor ser partícipe de sus sufrimientos en la Cruz. Recibió los estigmas y las marcas de la Corona de Espinas en su cabeza. La mayoría de los santos que han recibido este don es común que exuden una fragancia agradable, pero las llagas de Santa Rita, sin embargo exudaban olor a podrido, por lo que debía alejarse de la gente.

Por 15 años vivió sola, lejos de sus hermanas monjas. El Señor le dio una tregua cuando quiso ir a Roma para el primer Año Santo. Jesús removió el estigma de su cabeza durante el tiempo que duró la peregrinación. Tan pronto como llegó de nuevo a casa el estigma volvió a aparecer y teniéndose que aislar de nuevo.

En su vida tuvo muchas llamadas pero ante todo fue una madre tanto física como espiritualmente. Cuando estaba en el lecho de muerte, le pidió al Señor que le diera una señal para saber que sus hijos estaban en el cielo. A mediados de invierno recibió una rosa del jardín cerca de su casa en Roccaporena. Pidió una segunda señal. Esta vez recibió un higo del jardín de su casa en Roccaporena, al final del invierno.

Los últimos años de su vida fueron de expiación.  Una enfermedad grave y dolorosa la tuvo inmóvil sobre su humilde cama durante cuatro años.  Ella observó como su cuerpo se consumía con paz y confianza en Dios. 

Las Rosas de Santa Rita

Durante la enfermedad, a petición suya, le presentaron algunas rosas que habían brotado de manera prodigiosa en el frío invierno en su huertecito de Rocaporena.   Ella las aceptó sonriente como don de Dios.  

Muerte de la santa

Santa Rita recorrió el camino de la perfección, la vía purgativa, la iluminativa y unitiva. Conoció el sufrimiento y en todo creció en caridad y confianza en Dios.  El crucifijo es su mejor maestro.  Es en almas puras como la de ella que Dios puede hacer portentos sin que por ello se desenfrenen y caigan en el orgullo espiritual.   Al morir la celda se ilumina y las campanas tañen solas por el gozo de un alma que entra al cielo.

Su muerte, acaecida en 1457, fue su triunfo. La herida del estigma desapareció y en lugar apareció una mancha roja como un rubí, la cual tenía una deliciosa fragancia. Debía haber sido velada en el convento, pero por la muchedumbre tan grande se necesitó la iglesia. Permaneció allí y la fragancia nunca desapareció. Por eso, nunca la enterraron. El ataúd de madera que tenía originalmente fue reemplazado por uno de cristal y ha estado expuesta para veneración de los fieles desde entonces.  Multitudes todavía acuden en peregrinación a honrar a la santa y pedir su intercesión ante su cuerpo que permanece incorrupto. León XIII la canonizó en 1900.

Un testimonio actual

En una peregrinación a Cascia, rezaba un sacerdote ante el cuerpo incorrupto de la santa. La basílica estaba repleta, el pensaba en el amor de Santa Rita a la Pasión de Jesús. Ese amor ha dado tanto fruto que, más de 500 años después de su muerte, es capaz de atraer a multitudes al Señor. 

Le pedía que le diera la gracia de ser un buen sacerdote, comprender el carisma y la misión que Dios quería para él y llevar a muchas almas al cielo. En ese momento, la Madre Adela, que también oraba por él, vio que en el suelo,  entre sus pies, descansaba un fresco pétalo de rosa.  Miró a su alrededor y no pudo ver de dónde pudiese provenir.  El pétalo tenía una hermosa e intensa fragancia.

Para comprender el significado de este evento, hay que saber que Sta. Rita está asociada a las rosas por el don que Dios le concedió a su rosal de producir hermosas rosas en pleno invierno. Sin duda Santa Rita, continúa intercediendo por nosotros.
Santa Rita, ruega por nosotros.