lunes, 22 de julio de 2013

JMJ 2013 - BRASIL.

 

Bienvenido querido Papa Francisco a tu continente!!!!



Cristo y la Buena Madre te guíen y protejan. 
Nuestras oraciones están contigo en esta Jornada Mundial de la Juventud 2013!!!!

lunes, 1 de julio de 2013

EL CUIDADO DE LOS PINCELES


Para aquellos que se dedican a la pintura, saber de pinceles es algo fundamental, pero las personas que simplemente disfrutan de hacer manualidades también utilizan pinceles para dar color a sus obras y en éste caso también es importante tener conocimiento sobre los distintos tipos de pinceles y de sus cuidados.

A grandes rasgos los pinceles se dividen en naturales o sintéticos, aunque los naturales sean considerados de mejor calidad cabe destacar que actualmente se puede encontrar sintéticos de gran calidad y que soportan más el trato dado.

En ambas categorías los pinceles varían en su forma, tamaño y tipo de pelo o cerda, y conocer éstas variedades significa tener más posibilidades para hacer un trabajo y así poder elegir cual pincel nos dará el resultado que esperamos (este tema ya fue abordado en un QUI DOCET, DISCIT). Por eso debemos pensar detenidamente que pincel necesitamos en función del resultado que queremos lograr.

Cuando elijas un pincel ten en cuenta qué piensas hacer con este. Si lo que deseas es dar una base de pintura debes usar un pincel grande, que cada pincelada cubra lo más posible. Si la base va a ser en óleo, te conviene usar un pincel con cerdas gruesas para lograr diferentes texturas. Si se quiere dar detalles necesitamos un pincel más fino.



El Cuidado de los pinceles:

El cuidado de los pinceles es fundamental si queremos que estos perduren y mantengan su calidad por mucho tiempo. Recordemos que el precio que hoy en día tienen, bien vale tener presente estos consejos.

• Para lavarlos debes asegurarte utilizar el diluyente apropiado para la pintura, trata de remover el color lo más que puedas. Enjabona tu pincel y dale vuelta sobre la palma de tu mano (muévelo hacia atrás y hacia adelante), luego enjuaga, continúa hasta que el agua de enjuague esté limpia.

• Aunque ya esté limpio, es aconsejable enjuagarlo antes de volver a usarlo.

• Siempre acuérdate de secarlo con un trapo o papel. Debes secar también la virola y el mango.

• Antes de usar un pincel nuevo, es importante que lo enjuagues, así se quitará todo el apresto que tiene.

Cuando los guardes:

• Si los guardas en un estuche cerrado debes procurar que los pinceles estén bien secos, porque de lo contrario no se secará de manera adecuada y lo que provocarías, sería que se pudriera o quedara con hongos.

• Ten en cuenta que los pinceles con mango de plástico, se pueden colocar hacia arriba (mango abajo, cerdas arriba) enseguida que los hayas enjuagado, en cambio los de mango de madera no se pondrán hacia arriba hasta que los pelos/cerdas se hayan secado a conciencia

VIRGEN DE BAVARIA



Esta imagen de la Virgen Bávara (advocación alemana) la he realizado con la técnica de telas encoladas, masillas epoxídicas y tallado sobre yeso betalfa y yeso piedra.  Fue un placer poderla realizar como lo es cualquier imagen Mariana. ¿Cómo se hace? te lo cuento ahora:






1) Se comienza con la base, la cabeza y las manos. Empecé con un tallado en yeso piedra y betalfa de una imagen de la Santísima Virgen, fui viendo cómo ubicar al Niño Jesús y el tipo de base que le quería hacer.






2) Pinté la base imitando mármol gris claro que va a contrastar perfectamente bien con la vestimenta de la imagen y le di varias manos de barniz. Se la protege con papel adherente para que no se ensucie a la hora de entelar. Se pintan ya las caras, los pies y las manos (que se adherirán al final).








3) Se diagrama la vestimenta de la Virgen y el Niño Jesús en tela de algodón o lino (NO SINTÉTICO) y se le pasa una mezcla de cola de carpintero, tiza, enduído y colorantes. Por lo menos 2 manos. En este momento también se perfila el futuro fileteado que le quieras dar a la vestimenta, en especial al vestido de la Virgen, como es una imagen barroca no le escatimaremos en los mismos. Estos filetes están hechos en dorado. 

En las fotos muestro primero un marcado en negro de los mismos, para que al pintar con carmín se me pueda ver algún rastro del mismo para luego pintarlo con linner bien finito. Dejar secar muy bien entre tela y tela, lo mismo cuando se pinta, DEJAR SECAR MUY BIEN ENTRE MANO Y MANO. Primero se coloca el vestido, luego el manto, le sigue el velo y por último vestimos al Niño Jesús.



4) Se preparan las coronas y el cetro.

5) Sacar el papel adherente de la base, caras, manos, etc. y seguir decorando con otros detalles (aureola, puntillas, corona, etc.).






6) Retocar con pigmentos al tono las marquitas que hubiéramos dejado y todo el perfilado es retocado con dorado y otros colores para crear sombras.



Qué alegría da ver la pieza terminada, tantos días trabajando en ella valieron la pena y luchando contra la humedad, que nada dejaba que se secara. Como les comenté en otra entrada, cualquier imagen Mariana invita a rezar mientras se la realiza, por eso los que adquieren este tipo de imagen también se llevan un plus de quien la hizo … sus oraciones.


De chico me enseñaron a decir “Todo a Jesús por María” y “A María por Jesús”, frases que con los años se vuelven cada vez más cotidianas, no tanto por repetirlas sino por vivirlas. Los invito a ponerlas en prácticas. Que nuestra Buena Madre nos guíe, proteja y nos conceda paz.


EL PASO A PASO:





Les comento un poco más sobre esta advocación.



La Patrona de Baviera (lat. Patrona Bavariae) es una advocación mariana como santa patrona del Estado Libre de Baviera, el más grande de los estados federados alemanes, ubicado en el sur de Alemania.



La veneración de la Virgen María en Baviera tiene una larga tradición. La primera Iglesia de Santa María fue construida en el siglo VIII en el obispado de Freising, situado en el sur del estado. Pero según la tradición, en Baviera el culto mariano se remonta al siglo V. A partir del siglo VIII se construyeron innumerables iglesias y capillas consagradas a la Virgen María con el apoyo financiero de los duques bávaros. Algunas de ellas se convirtieron en lugares de peregrinación, y la peregrinación a los santuarios marianos se volvió una tradición familiar.



En el siglo XVI, con el advenimiento de la Reforma Protestante en Europa Occidental, el culto mariano en Baviera se consolidó aún más, ya que la veneración de los santos, y especialmente de la Virgen María, se convirtió en la característica distintiva de la fe católica. Hacia 1610 el Duque de Baviera y Príncipe elector Maximiliano I (1573-1651) ordenó la proclamación solemne de la Virgen María como santa patrona de su territorio y mandó acuñar dicho motivo en una moneda. Dado que era sumamente religioso, sentía que no era más que un servidor de la Virgen, a quien consideraba la verdadera soberana del país. 

En la víspera de la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), Maximiliano mandó construir una estatua de bronce de la Virgen María de tamaño gigantesco con una corona, un cetro en una mano como símbolo de poder y el Niño Jesús en la otra. Debajo de la estatua se colocó una placa con la leyenda: “Bajo tu protección nos acogemos, y allí viviremos seguros y felices”.



El pedido de ayuda tuvo el efecto deseado, ya que durante la Guerra de los Treinta Años Baviera pudo defenderse con éxito contra sus enemigos y Munich se salvó de la destrucción. El ejército bávaro derrotó al ejército enemigo en la “Batalla de la Montaña Blanca”. En 1638 Maximiliano I hizo construir en honor a la Virgen María una “obra para complacer a Dios” como muestra de agradecimiento a la Virgen por haber protegido el Estado Libre de Baviera del saqueo y la destrucción por parte de los suecos. 

Así fue que en la Plaza de Santa María (al. Marienplatz) se erigió la llamada Columna de Santa María (al. Mariensäule), una columna de mármol altísima sobre la cual se levanta una gran estatua de bronce de la “Patrona de Baviera”. Muy pronto la Columna de Santa María se convirtió en un lugar de devociones, misas y procesiones, así como en el corazón del Estado Libre de Baviera.

 En 1916, durante la Primera Guerra Mundial y poco antes del fin de la monarquía bávara, a solicitud del rey bávaro Luis III el Papa Benedicto XV reconoció oficialmente a la Virgen María como la santa patrona de Baviera y dio su permiso para que se celebrara la Fiesta bávara de Santa María (al. Marienfest). Hasta 1970 las celebraciones tuvieron lugar el 14 de mayo, pero posteriormente se trasladaron al 1° de mayo, que según el año eclesiástico católico es el mes consagrado a la Virgen María.