LOS ALCOHÓLICOS
TIENEN A UN HERMANO INTERCEDIENDO
POR ELLOS EN EL
CIELO
Comenzó
a trabajar de obrero en Dublín, Irlanda, siendo todavía un niño. A los 12 años cayó
presa de la enfermedad del alcoholismo. Su madre le pedía mucho que dejara la
bebida. Él quería dejar de beber, pero no podía, su obsesión y compulsión por
beber alcohol era mucho más voraz que sus fuerzas psíquicas y más intensas que
su voluntad.

Llegó hasta el extremo de vender todo lo que poseía para
bebérselo en alcohol. Talbot llegó a ser un caso crónico de alcoholismo.
Mateo
Talbot dejó de beber de repente, y se conjetura qué clase de experiencia pudo
haber tenido ya que fue en un momento dado que tiró el último vaso de licor que
trataba de tomarse. Había jurado en otras ocasiones no beber más, sin embargo,
ahora por fin lo lograba, después de haber bebido sin control por 16 años.
Después
tuvo que luchar contra las tentaciones, y las burlas de los amigos que lo veían
rechazar la bebida una y otra vez.
El
sacerdote le brindó un plan de vida que conllevaba una serie de oración
ejercicios de piedad. Y Mateo lo tomó muy en serio. Su resolución llegó a ser
firme, su deseo de dejar la bebida y mantenerse sobrio lo poseyó por completo
mientras iba avanzando en su desarrollo espiritual practicando con vehemencia
su fe cristiana.
Su
itinerario de vida interior incluía:
1.
Eucaristía diaria,
2.
Confesión frecuente,
3.
Devoción a la Virgen María,
4.
Oración intensa,
5.
Una rigurosa disciplina ascética,
6.
Lectura espiritual,
7.
Trabajo,
8.
Cuidado de enfermos,
9.
Limosnas para sostener seminaristas y obras de misión en el extranjero.
Mantenía
una fervorosa ascética. Su jornada comenzaba a las dos de la madrugada. De
rodillas rezaba hasta que las campanas le llamaban a misa; después iba al
trabajo y llegaba entre los primeros. Prescindía del almuerzo para ir en vez a
una choza a orar en soledad. Llevaba una cadena bajo la ropa de trabajo y dejó
de fumar —era un fumador empedernido, y eso también le costó mucho trabajo, lo
cual acogió como una penitencia más—.
Después de trabajar 10 horas se
conformaba con pocas horas de sueño. Durante muchas noches cuidaba algún amigo
enfermo o leía libros religiosos.
Inspirado
por su fe, tenía una profunda preocupación por la justicia social. Abogaba por
sus compañeros obreros y compartía su salario con los pobres. Hasta contribuyó
con un orfanato de New York.
Durante
cuarenta años Mateo sólo fue uno más entre los obreros, haciendo su trabajo con
responsabilidad y perseverancia. Talbot acostumbraba a decir: "es
consistencia lo que Dios busca.”
Todo
lo que logró ahorrar de su escaso salario se lo pasó a cuatro seminaristas de
la misión en China, para sus estudios.

Lo
logró. Vivió por 40 años en completa sobriedad y en unión con Cristo hasta su
muerte.
Mateo
comprendió la palabra del Señor: "... el Reino de los Cielos sufre
violencia, y los violentos lo arrebatan” (Mt 11, 12).
Su
vida ha sido una inspiración para innumerables adictos en todo el mundo.
San Juan
Pablo II, cuando era joven, escribió un artículo sobre Mateo Talbot.
Después
de su muerte se manifestó la santidad oculta de este heroico hombre de Dios.
Cientos
de alcohólicos y adictos han dado testimonio de su recuperación por la
intercesión del ahora Venerable Mateo Talbot.
Este
Venerable alcohólico decía a su hermana: “Nunca desprecies a un hombre que no
puede dejar de beber, es más fácil salirse del infierno.”
Matt
Talbot fue reconocido como "Venerable" en 1973 y está en proceso de
canonización. Si usted obtiene un favor por su intercesión, favor avise
escribiendo a:
Fr.
Morgan Costelloe, Vice-Postulador de la Causa, 21 Cullenswood Gardens, Ranelagh
Dublin 6.
Tel:
(01) 497 5201 (Irlanda)
O
escriba a info@matt-talbot.com (inglés)
Retiros
espirituales
-Movimiento
Matt Talbot en Estados Unidos
-Asiste
a alcohólicos en su rehabilitación.
Contacto (en inglés): Mr. Mel
Wordley, 188 Elmwood Avenue, Glen Rock, NJ 67452, USA. Tel: 201 652 88 22
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