Isabel
significa "Promesa de Dios".
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Su
formación fue formidable y ya desde muy pequeña tenía una notable piedad. Le
enseñaron que, para ser verdaderamente buena debía unir a su oración, la
mortificación de sus gustos y caprichos. Conocía desde pequeña la frase:
"Tanta mayor libertad de espíritu tendrás cuando menos deseos de cosas
inútiles o dañosas tengas". Se esmeró por ordenar su vida en el amor a
Dios y al prójimo, disciplinando sus hábitos de vida. No comía nada entre horas.
La casaron
cuando tenía 12 años con el rey Dionisio de Portugal. Esta fue la gran cruz de
Santa Isabel ya que era un hombre de poca moral, era violento e infiel. Pero ella
supo llevar heroicamente esta prueba. Oraba y hacía sacrificios por él. Lo
trataba siempre con bondad. Tuvo dos
hijos: Alfonso, futuro rey de Portugal y Constancia, futura reina de
Castilla. Santa Isabel llegó hasta
educar los hijos naturales de su esposo con otras mujeres.
El rey por
su parte la admiraba y le permitía hasta cierto punto su vida de cristiana
auténtica. Ella se levantaba muy temprano y leía 6 salmos, asistía a la Santa
Misa y se dedicaba a regir las labores del palacio. En su tiempo libre se reunía con otras damas
para confeccionar ropas para los pobres. Las tardes las dedicaba a visitar
ancianos y enfermos.
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Santa
Isabel frecuentemente distribuía Monedas del Tesoro Real a los pobres para que
pudieran comprar el pan de cada día. En una ocasión, el Rey Dionisio,
sospechando de sus actos, comenzó a espiarla. Cuando la Reina comenzó a
distribuir monedas entre los pobre, el rey lo observó y enfurecido fue a
reclamarle. Pero el Señor intervino, de manera que, cuando el rey le ordenó que
le enseñara lo que estaba dando a los pobres, las monedas de oro se
convirtieron en rosas.
Forjadora
de la paz
El hijo de
Isabel, Alfonso, tenía como su padre un carácter violento. Se llenaba de ira por
la preferencia que su padre demostraba por sus hijos naturales. En dos
ocasiones promovió la guerra civil contra su padre. Isabel hizo todo lo posible
por la reconciliación. En una ocasión se fue en peregrinación hasta Santarém
lugar del Milagro Eucarístico, y vestida de penitente imploró al Señor por la
paz.
Llegó hasta
presentarse en el campo de batalla y, cuando los ejércitos de su esposo y su
hijo se disponían a la guerra, la reina se arrodillaba entre ellos y de
rodillas ante su esposo e hijo, les pedía que se reconciliasen.
Se
conservan algunas de sus cartas las cuales reflejan el calibre evangélico y la
audacia de nuestra santa.
A su
esposo: "Como una loba enfurecida a la cual le van a matar a su hijito,
lucharé por no dejar que las armas del rey se lancen contra nuestro propio
hijo. Pero al mismo tiempo haré que primero me destrocen a mí las armas de los
ejércitos de mi hijo, antes de que ellos disparen contra los seguidores de su
padre".
A su hijo:
"Por Santa María Virgen, te pido que hagas las paces con tu padre. Mira
que los guerreros queman casas, destruyen cultivos y destrozan todo. No con las
armas, hijo, no con las armas, arreglaremos los problemas, sino dialogando,
consiguiendo arbitrajes para arreglar los conflictos. Yo haré que las tropas
del rey se alejen y que los reclamos del hijo sean atendidos, pero por favor
recuerda que tienes deberes gravísimos con tu padre como hijo, y como súbito
con el rey".
Consiguió
la paz en más de una ocasión y su esposo murió arrepentido, sin duda por las
oraciones de su santa esposa.
Entra en
el convento de las Clarisas después de enviudar.
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Vivió
los últimos años en el convento, dedicada a la adoración Eucarística.
Cuando
estalló la guerra entre su hijo y su yerno, el rey de Castilla, Santa Isabel, a
pesar de su ancianidad, emprendió un larguísimo viaje por caminos muy
peligrosos y logró la paz. Sin embargo el viaje le costó la vida. Al sentir
acercarse la muerte pidió que la llevasen al convento de las Clarisas que ella
misma había fundado. Allí murió invocando a la Virgen Santísima el 4 de julio
de 1336.
Dios bendijo su sepulcro con milagros. Su cuerpo se puede venerar en el convento de las Clarisas en Coimbra.
Fue canonizada en 1625.
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