Los santos son personas que han sido o que han vivido consagradas a Dios, que han servido al prójimo ya sea ayudando espiritualmente a los enfermos o necesitados, a quienes han padecido martirios o han tenido en su seno familiar muertes injustas o violentas. Estas personas han sido siervos de Dios y gracias a todas las pruebas que han ido superando la iglesia católica los reconoce y los consagra Santos.
A estas personas se les atribuirá también milagros, esto comenzó en la antigüedad y a lo largo de la historia se ha ido viendo el proceso por el cual un individuo era nombrado Santo. Esto mismo se fue modificando: al principio se realizaban peregrinaciones en las cuales alguien se instituía como “Santo” y se le rendía culto en la iglesia de su diócesis.
Luego, los papas fueron comprobando los episodios que se utilizaban para santificar a una persona. Desde el año 1234 la canonización papal es la única que acepta la iglesia.
Para consagrar a un santo se analiza e investiga jurídicamente los milagros que se le atribuyeron a esa persona y antes de llegar a ser proclamado Santo debe ser declarado beato como paso previo.
Se han hecho varias reformas en la canonización: en 1588 por el papa Sixto V, en 1634 por el papa Juan Pablo VIII quien fue el que facilitó el camino a la beatificación y canonización.
El papa Sixto V creó la congregación para las Causas de los Santos, donde se investiga todos los detalles de la vida y milagros de estas personas llamadas también “Siervos de Dios”.
Actualmente para llegar a la santidad hay nueve pasos fundamentales:
1) Se debe pasar un tiempo prudencial (hasta hace poco tiempo se establecía 50 años) de su muerte para que la persona siga teniendo la fama de santidad y los fieles soliciten al obispo su canonización.
2) Se junta su historia y este material se lo envía a la Sagrada Congregación donde se determina si hay elementos suficientes como para pensar en su santidad.
3) Se estudian todos los escritos y se determina su integridad.
4) Se imprime un documento donde se exponen todas las virtudes del “Siervo de Dios” y allí es examinado por la Congregación.
5) El resultado de todo este análisis se presenta al papa y él decide si sigue adelante o no el proceso de canonización.
6) En tres reuniones llamadas “Congregación ante preparatoria”, “preparatoria” y “general” se analiza el caso.
7) Si la resolución es favorable se presenta al papa el material y éste declara venerable al “Siervo de Dios”.
8) Se espera la confirmación y se examina por un grupo de peritos médicos y si este informe es positivo se vuelve a presentar al papa quien recién ahí puede decidir la beatificación.
9) La canonización tiene como condición un nuevo milagro y la única diferencia con la beatificación es la extensión a todo el orbe del culto al nuevo Santo.
¿Se paga para beatificar o canonizar a una persona?
Por supuesto que sí, pero no como puede pensar alguna persona que el importe se le entrega al Vaticano, no es así. Los gastos más importantes son los del proceso diocesano, ya que hay que pagar a los jueces, que son abogados especializados en derecho canónico. Los testigos, por supuesto, lo hacen gratis.
Muchas veces el encargado de recopilar los datos y la vida de la persona, tiene que viajar y hospedarse en otro país o ciudad y es un gasto. Se debe pagar también la impresión de la documentación (Positio), que según sea el caso puede contar con varios volúmenes de páginas. Para la sesión de los teólogos también hay que pagar, ya que es un trabajo muy arduo que realizan estas personas.
Los gastos van subiendo según el número de páginas que se imprimen a medida que avanza la investigación. A los médicos, que constatan el milagro se les paga también. Después habrá que abonar los gastos que conlleva los actos de la canonización, que en muchos casos son compartidos por varias congregaciones o diócesis.
Muchas veces el encargado de recopilar los datos y la vida de la persona, tiene que viajar y hospedarse en otro país o ciudad y es un gasto. Se debe pagar también la impresión de la documentación (Positio), que según sea el caso puede contar con varios volúmenes de páginas. Para la sesión de los teólogos también hay que pagar, ya que es un trabajo muy arduo que realizan estas personas.
Los gastos van subiendo según el número de páginas que se imprimen a medida que avanza la investigación. A los médicos, que constatan el milagro se les paga también. Después habrá que abonar los gastos que conlleva los actos de la canonización, que en muchos casos son compartidos por varias congregaciones o diócesis.
Como pueden ver hay muchas personas trabajando en esto y tienen derecho a cobrar por su trabajo.
PARA AQUELLOS QUE QUIERAN SABER MÁS SOBRE ESTE TEMA, VOY A PUBLICAR OTRO ARTÍCULO EXPLICANDO MÁS ESTOS PROCESOS DE BEATIFICACIÓN Y CANONIZACIÓN.
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