Mario
Aurelio Poli (Buenos Aires, 29 de noviembre de 1947), es el actual arzobispo de
la Arquidiócesis de Buenos Aires. Fue nombrado en este cargo por el Papa
Francisco. El 22 de febrero de 2014 fue nombrado Cardenal por el Papa
Francisco, su antecesor en el cargo.
Sacerdocio
Mario
Aurelio Poli nació en Buenos Aires el 29 de noviembre de 1947. En 1969, ingresó
en el Seminario Metropolitano de la Arquidiócesis de Buenos Aires, ubicado en
el barrio de Villa Devoto, donde cursó los estudios de Filosofía y Teología.
Además, obtuvo la licenciatura en Trabajo social por la Universidad de Buenos
Aires. El 25 de noviembre de 1978, fue ordenado sacerdote en la Catedral
metropolitana de Buenos Aires por el cardenal Juan Carlos Aramburu, por entonces
arzobispo de Buenos Aires.
Hasta
1980 se desempeñó como vicario parroquial en la parroquia San Cayetano de
Liniers. Entre 1980 y 1991 fue superior de su comunidad, más tarde ecónomo y,
finalmente, asesor de estudios del Seminario Metropolitano.
Entre 1988 y 1991,
fue capellán de las religiosas «Misioneras Siervas del Espíritu Santo». Entre
1988 y 1992, Poli fue asistente eclesiástico de la asociación laical
«Fraternidades y Agrupaciones Santo Tomás de Aquino».
En 1992, el arzobispo de
Buenos Aires cardenal Antonio Quarracino lo nombró director del Instituto
Vocacional San José, lugar de formación de los futuros sacerdotes.
Obtuvo
el título de doctor en Teología y fue profesor de Historia eclesiástica y de
Patrología en la Universidad Católica Argentina.
Obispo
y arzobispo.
Cuando
Mario Poli tenía 54 años, Juan Pablo II lo designó obispo titular de Abidda y
obispo auxiliar de Buenos Aires, el 8 de febrero de 2002. La celebración de su
ordenación episcopal tuvo lugar el 20 de abril de ese año en la catedral de
Buenos Aires y su consagrador principal
fue el cardenal Jorge Mario Bergoglio, hoy papa Francisco. Así explicó Poli la
elección de su lema episcopal:
Precisamente
elegí por lema de mi episcopado una súplica, la que elevó Salomón y tanto
agradó a Dios: «Concédeme, Señor, un corazón que escuche...» (1 Reyes 3:9).
Creo que la Iglesia es la primera en tomar esta actitud, porque la historia de
la Iglesia –que no es otra cosa que la historia de la evangelización–, en
páginas hermosas me ha enseñado que nunca la Iglesia es más ella misma, sino
cuando escucha a su Señor, y espejándose en su voluntad salvífica, se anima con
audacia martirial a la evangelización, se hace más libre y fiel a su naturaleza
y misión. Sí, me guía el ejemplo de san Pedro a quien hoy escuchamos decir:
«Señor, a quién vamos a ir, si Tú tienes palabras de vida eterna» (Juan 6:69).
El
24 de junio de 2008, Benedicto XVI lo designó obispo de la diócesis de Santa
Rosa.
En
la Conferencia Episcopal Argentina, fue miembro de las Comisiones episcopales
de Ministerios (diaconado) y de Educación católica.
En el presente, forma parte
de la Comisión permanente, como presidente de la Comisión de Catequesis y
Pastoral Bíblica.
Su
predecesor en el cargo, cardenal Jorge Mario Bergoglio, luego papa Francisco,
quien lo designó arzobispo de Buenos Aires el 28 de marzo de 2013.
El
28 de marzo de 2013 fue nombrado arzobispo de la Arquidiócesis de Buenos Aires
por el papa Francisco, su antecersor en el cargo.
El 20 de abril de 2013
inició su ministerio como arzobispo y primado de la Argentina en una misa
concelebrada frente a la Catedral de Buenos Aires. Asimismo, se convirtió en
el Gran Canciller de la Universidad Católica Argentina.
El
4 de mayo de 2013 el papa Francisco lo nombró Ordinario para los fieles
católicos de ritos orientales residentes en la Argentina y que se encuentran
desprovistos de Ordinario de su propio rito.
Cardenal
Fue
creado cardenal por el Papa Francisco durante el Consistorio el 22 de febrero
de 2014, junto a otros 18 Cardenales. Es uno de los 5 que el Papa creo y que pertenece a Latinoamérica. El Papa Francisco lo creó cardenal con el titulus
de San Roberto Belarmino (el mismo cargo que tenía su antecesor y consagrador).
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