sábado, 1 de septiembre de 2012

SAN JUAN DE DIOS



Esta imagen de San Juan de Dios la he realizado con la técnica de telas encoladas y masillas epoxídicas. Es la misma técnica que se ha utilizado para hacer la imagen de la Madre Teresa, San Francisco de Asís, Padre Damián, etc., con lo que les doy la pauta de las múltiples imágenes artesanales, e irrepetibles que se pueden hacer. ¿Cómo se hace? te lo cuento ahora por si no leíste el anterior:

1)     Se parte de un soporte (que puede ser de alambre, madera, plástico, cartón, telgopor, etc.) En este caso es un tallado en yeso betalfa. Se le van marcando las partes del cuerpo. TENER EN CUENTA LAS PROPORCIONES!!!!!. (Ver el QUI DOCET, DISCIT sobre las proporciones corpóreas más comunes).


2)   Se sigue con la cabeza y las manos Vamos pensando cómo va a ir ubicada la ropa (para esto es preciso ver estampas para que sea más real) y las actitudes de la imagen (esto lleva bastante tiempo). Hay muchas imágenes de San Juan de Dios: junto a niños, sosteniendo una cruz,  bien con las manos en posición de oración, sosteniendo a enfermos etc. pero yo me voy a inclinar por una nueva imagen de él, en la que se lo va a ver sosteniendo al Niño Jesús, me parece una imagen muy paternal, además le quiero agregar el cayado (que era muy especial, ver imagen). Manos a la obra.

3)    Se va pensando en todos los detalles que se le quieren hacer (ubicación de las manos, de los pies, manto, etc.).

4)    Si hiciera falta, se van añadiendo pequeñas almohadillas con algodón para darle volumen a las partes del cuerpo. Como es un varón, le damos un poco menos a las caderas y marcaremos la zona pectoral. Se pinta la cara y las manos. Se añade la cabeza que se fija con masilla epoxídica.

5)    La base de esta imagen es de madera barnizada. Sobre ella fijamos toda la estructura y la protegemos para que no se ensucie o bien al final la lijaremos y la bernizaremos.

6)    Se diagrama la vestimenta de San Juan de Dios en tela de algodón o lino (NO SINTÉTICO) y se le pasa una mezcla de cola de carpintero, tiza, enduído y colorantes. Por lo menos 2 manos. Atención que sobre la sotana lleva un capote bastante largo (no dejen de ver fotos). Siempre tengamos presente que tenemos que adherir al Niño Jesús, por eso calculemos bien los espacios.



7)    Dejar secar muy bien entre tela y tela, lo mismo cuando se pinta, DEJAR SECAR MUY BIEN ENTRE MANO Y MANO.

8)    Mucha PACIENCIA! Lo adherimos todo muy bien al cuerpo y lo dejamos secar. Nos vamos a ayudar haciendo algún “andamio” con palitos, hilos, etc. Para que fragüe todo en el lugar correcto. Ahora también es el momento de hacerle el emblema de los Hermanos Hospitalarios (la granada con la cruz, luego en la biografía te enterarás lo que significa), se dibuja, se pinta y se le da brillo para que resalte en la figura.




9)    Sacar el papel adherente de la base y seguir decorando con otros detalles (aureola, cinturón, vestimenta del Niño Jesús, etc.). IMPORTANTE: EL Niño Jesús es lo último que se adhiere a la imagen.



10) Retocar con pigmentos al tono las marquitas que hubiéramos dejado y todo el perfilado es retocado con dorado y otros colores para crear sombras.




Es mi Santo preferido, junto con la Madre Teresa de Calcuta. Esta imagen lleva un gran recuerdo y una gran admiración a quien fuera mi amigo por muchos años, el HERMANO MIGUEL ANGEL MUCCI, hermano de la Orden que se fue a descansar a los brazos del Señor el 15 de septiembre del 2011, estando en Roma.
NUNCA TE OLVIDARÉ QUERIDO HERMANO.

EL PASO A PASO:




San Juan de Dios (1495-1550)
BIOGRAFÍA

Nace cerca de Toledo, España, en 1495 aunque muchos por error creen que nació en Portugal (Controversia sobre su país de origen: El libro de Fray José Martínez Gil, «San Juan de Dios. Fundador de la Fraternidad Hospitalaria» Ed. BAC, escrito en el Vaticano utilizando los archivos secretos, revela aspectos del santo hasta ahora desconocidos. Por ejemplo: San Juan de Dios nació en Casarrubios del Monte, cerca de Toledo, España. La errónea atribución del nacimiento del santo a Portugal fue originada por una invención de su primer biógrafo, Castro, que no quiso escribir que Juan de Dios fue hijo de judíos. Su nacimiento fue en 1495, es decir, sólo tres años después de la expulsión de los judíos de España).

De familia pobre pero muy piadosa. Su madre murió cuando él era joven y su padre entro en la vida religiosa hasta su muerte.

Ejerció como pastor y fue tan apreciado por su patrón que este le propuso, sin éxito, que se casara con su hija y fuese su heredero. Juan entró en la milicia y participó en varias batallas de Carlos V. En una de las campañas le pusieron a cuidar un depósito y, como el enemigo logró saquearlo, le condenaron a la horca. Juan se encomendó a la Virgen María y le perdonaron la vida. Dejo la vida militar pero en ella aprendió a ser disciplinado y sufrido.

Se dedicó entonces a vendedor ambulante de libros y estampas religiosas. En una ocasión, llegando a la ciudad de Granada, vio un niño muy pobre y se ofreció a ayudarlo. Aquel niño era Jesús quien le dijo antes de desaparecer: "Granada será tu cruz".


En una ocasión asistió a la prédica del famoso Padre San Juan de Ávila
 que estaba de visita en Granada. En plena prédica, cuando hablaba contra la vida de pecado, San Juan se arrodilló y comenzó a gritar: "Misericordia Señor, que soy un pecador". Salió gritando por las calles, pidiendo perdón a Dios. Tenía unos 40 años.

Se confesó con San Juan de Ávila y se propuso como penitencia hacerse el loco para adquirir rechazos y humildad. Repartió todas sus posesiones entre los pobres. Deambulaba por las calles pidiendo misericordia a Dios por todos sus pecados.
La gente creyó que estaba loco y lo trataban con gran desprecio. Hasta lo atacaban a pedradas y golpes. Al fin lo llevaron a un asilo para locos donde recibió fuertes palizas, tal como se acostumbrada a tratar a los locos. Sin embargo sus custodios notaban que Juan no se disgustaba por los azotes sino que lo ofrecía todo a Dios. Juan también corregía a los guardias y les llamaba la atención por el modo tan brutal de tratar a los demás enfermos.

Cuando San Juan de Ávila volvió a la ciudad y supo que Juan estaba recluido en un asilo para locos, fue y logró sacarlo. Le aconsejó que no hiciera más la penitencia de hacerse el loco. En vez se debería dedicar a una verdadera "locura de amor": gastar toda su vida y sus energías ayudando a los enfermos más miserables por amor a Cristo Jesús, a quien ellos representan.

Fundación

La estadía de Juan de Dios en el asilo fue providencial. Comprendió el gran error que es pretender curar las enfermedades mentales a bases de golpes y desprecio. Se propuso ayudarles. Alquila una casa vieja en Granada para recibir a cualquier enfermo, mendigo, loco, anciano, huérfano o desamparado. Durante todo el día atiende a cada uno con el más exquisito cariño, haciendo de enfermero, cocinero, barrendero, mandadero, padre, amigo y hermano de todos. Por la noche se va por la calle pidiendo limosnas para sus pobres.


Sabía poco de medicina pero tenía más éxito curando enfermedades mentales que cualquier médico. Enseñó con su ejemplo que a ciertos enfermos hay que curarles primero el alma con amor si se quiere obtener la curación de su cuerpo. Este fue el comienzo de la fundación de su hospital. Más tarde vinculó a su obra un grupo de compañeros, los cuales constituyeron la Orden de los Hospitalarios de San Juan de Dios.

Pronto se hizo popular el grito nocturno de Juan por las calles de Granada. "¡Haced el bien hermanos, para vuestro bien!" Las gentes salían a la puerta de sus casas y le daban las sobras de la comida del día. Al volver cerca de medianoche se dedicaba a hacer aseo en el hospital, y a la madrugada se echaba a dormir un rato debajo de una escalera.

La obra llegó a oídos del señor obispo. Admirado le añadió dos palabras a su nombre que en adelante sería "Juan de Dios". Como Juan de Dios cambiaba sus ropas por los harapos de los pobres que encontraba en las calles, el prelado le dio un hábito negro con el que se vistió hasta la muerte.
Un día su hospital se incendió. Juan de Dios entró varias veces a través de enormes llamaradas para sacar a los enfermos sin sufrir quemaduras. Así logró salvar la vida a todos sus pacientes.

Otro día el río creció y arrastraba troncos y palos. Juan necesitaba abundante leña para el invierno para sus ancianos. Mientras sacaban troncos del río, uno de sus compañeros jóvenes de pronto fue arrastrado por la corriente. Juan se lanzó al agua para salvarle la vida. El agua fría le hizo enfermar y empezó a sufrir espantosos dolores. Trataba de que no se notara cuanto sufría.

Por la artritis tenía sus piernas retorcidas y con grandes dolores. Eventualmente se hizo imposible esconder su enfermedad. Una señora obtuvo del señor obispo autorización para llevarlo a su casa y cuidarlo un poco. El santo fue ante el Santísimo Sacramento para despedirse de su amado hospital. Le confió la dirección de su obra a Antonio Martín quien había tenido gran enemistad con otro hombre. Juan los reconcilió y ambos habían entraron con él a la vida religiosa como buenos amigos.

Al llegar a la casa de la rica señora, Juan exclamó: "OH, estas comodidades son demasiado lujo para mí que soy tan miserable pecador". Allí trataron de curarlo de su dolorosa enfermedad, pero era tarde.

El 8 de marzo de 1550, sintiendo que le llegaba la muerte, se arrodilló en el suelo y exclamó: "Jesús, Jesús, en tus manos me encomiendo", y quedó muerto, así de rodillas. Había trabajado incansablemente durante diez años dirigiendo su hospital de pobres, con tantos problemas económicos que a veces ni se atrevía a salir a la calle a causa de las muchísimas deudas que tenía; y con tanta humildad, que siendo el más grande santo de la ciudad se creía el más indigno pecador. El que había sido apedreado como loco, fue acompañado al cementerio por el obispo, las autoridades y todo el pueblo, como un santo.
Muchos milagros se han atribuido a su intercesión. El Papa lo canonizó en el año 1690.

Es Patrono de los que trabajan en hospitales y santo de los enfermos como así también de los que propagan libros religiosos.
Los religiosos Hospitalarios de San Juan de Dios, son unos 1.500, sirven a enfermos mentales y otros enfermos en 216 casas en todos los continentes. En Italia se les conoce como «Fatebenefratelli». Los primeros beatos de Colombia pertenecieron a esta Orden y fueron martirizados en España durante la Guerra Civil.


Todo lo que hicisteis con cada uno de estos mis hermanos enfermos, conmigo lo hicisteis (Mt. 25,40).

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