Hace
24 años el entonces Arzobispo de Buenos Aires (Argentina), Jorge Mario
Bergoglio, recibía la birreta púrpura cardenalicia de manos de San Juan Pablo
II. Hoy también celebramos a San Pedro Damián, conoce algunas características
pastorales similares de ambos.
El Cardenal Bergoglio es conocido en
Argentina por haber llevado siempre una vida muy austera. Vivía solo en un
departamento sencillo, en el segundo piso del edificio de la Curia, al lado de
la Catedral, y fue un enérgico defensor de los argentinos durante la crisis
económica.
Se sabe que solía cuidar personalmente a
sacerdotes ancianos y enfermos de la diócesis de Buenos Aires e incluso pasó
noches enteras ofreciendo asistencia en los hospitales de la ciudad.
Siempre trató de mantenerse alejado de
las cámaras y conservar un perfil bajo. En Buenos Aires viajaba en transporte
público -metro (tren subterráneo) y
autobuses- como cualquier sacerdote, siempre vistiendo sotana. Con frecuencia
confesaba en la Catedral.
Cuando fue creado Cardenal no se compró
vestimenta nueva sino que ordenó arreglar la que usaba su antecesor el
Arzobispo Quarracino.
Para la ceremonia de inicio del
pontificado, el Papa Francisco pidió a los argentinos que no gasten dinero en
el viaje a Italia, sino que más bien eso fuera donado a los más necesitados. En
febrero de 2001 ya había hecho exactamente lo mismo y como resultado la
comitiva que lo acompañó, siendo de una de las ciudades más importantes de
América Latina, fue la más pequeña de todas y los más necesitados recibieron el
aporte de aquellos que dejaron de viajar.
En ese consistorio, además del Arzobispo
de Buenos Aires, fueron creadoscardenales el colombiano Pedro Rubiano Sáenz, el
chileno Francisco Javier Errázuriz, el boliviano Julio Terrazas Sandoval; el
hondureño Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, el peruano Juan Luis Cipriani
Thorne, y el también argentino Jorge María Mejía.
El Papa Francisco y San Pedro Damián
San Pedro Damián vivió hace 10 siglos
(1007 - 1072) en lo que hoy es Italia. Vivió una vida monástica y, por ende,
austera. Incluso no quería que lo eligieran Abad de su comunidad, pero lo
aceptó por obediencia.
Como el Papa Francisco, tenía una gran
preocupación por los pobres. Siendo joven los invitaba a comer con él a su mesa
y los trataba con bondad.
En un tiempo muy difícil, San Pedro
Damián, Doctor de la Iglesia, ayudó mucho con la reforma de la Iglesia y el
clero, escribiendo e incentivando siempre el seguir las reglas y la disciplina.
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