La Virgen
de Montserrat fue declarada santa patrona de Cataluña por el Papa León XIII.
El culto de
la Virgen de
Montserrat se remonta más allá de la invasión de España por los árabes. La
imagen, ocultada entonces, fue descubierta en el siglo IX. Para darle culto, se
edificó una capilla a la que el rey Wifredo el Velloso agregó más tarde un
monasterio benedictino.
Los
milagros atribuidos a la Virgen
de Montserrat fueron cada vez más numerosos y los peregrinos que iban hacia
Santiago de Compostela los divulgaron. Así, por ejemplo, en Italia se han
contado más de ciento cincuenta iglesias o capillas dedicadas a la Virgen de Montserrat, bajo
cuya advocación se erigieron algunas de las primeras iglesias de México, Chile
y Perú, y con el nombre de Montserrat han sido bautizados monasterios, pueblos,
montes e islas en América.
Descubrimiento
No se
conoce el origen de la estatua. Cuenta la leyenda que unos pastores estaban
pastando sus ovejas cerca de Montserrat y descubrieron la imagen de madera en
una cueva, en medio de un misterioso resplandor y cantos angelicales. Por
órdenes del obispo de llevarla a la catedral, comenzó la procesión, pero no
llegó a su destino, ya que la estatua se empezó a poner increíblemente pesada y
difícil de manejar. Entonces fue depositada en una ermita cercana, y permaneció
allí hasta que se construyó el actual monasterio benedictino.
Descripción
de la Imagen
La virgen
es de talla románica de madera. Casi toda la estatua es dorada, excepto la cara
y las manos de la Virgen
y del Niño. Estas partes tienen un color entre negro y castaño. A diferencia de
muchas estatuas antiguas que son negras debido a la naturaleza de la madera o a
los efectos de la pintura original, el color oscuro de Ntra. Sra. de Montserrat
se le atribuye a las innumerables velas y lámparas que durante siglos se han
encendido ante la imagen día y noche. En virtud de esta coloración, la Virgen está catalogada
entre las vírgenes negras. Por esto la llaman por cariño La Morenita. La estatua
goza de gran estima como un tesoro religioso y por su valor artístico.

El vestido
consiste en una túnica y un manto de diseño dorado y sencillo. La cabeza de la Virgen la cubre un velo que
va debajo de la corona y cae ligeramente sobre los hombros. Este velo también
es dorado, pero lo realzan diseños geométricos de estrellas, cuadrados y rayas,
acentuadas con sombras tenues. La mano derecha de la Virgen sostiene una esfera,
mientras la izquierda se extiende hacia adelante con un gesto gracioso. El Niño
Jesús está vestido de modo similar, por su puesto, con excepción del velo.
Tiene la mano derecha levantada, dando la bendición, y la izquierda sostiene un
objeto descrito como un cono de pino.

El nombre
de Montserrat, catalán, se refiere a la configuración de las montañas en donde
se ubica su monasterio. Las piedras allí se elevan hacia el cielo en forma de
sierra. Monte + sierra: Montserrat.
Visitada
por los santos
Entre los
santos que visitaron el lugar venerado se encuentran S. Pedro Nolasco, S.
Raymundo de Peñafort, S. Vicente Ferrer, S. Francisco de Borja, S. Luis
Gonzaga, S. José de Calasanz, S. Antonio María Claret y S. Ignacio de Loyola,
que, siendo aún caballero, se confesó con uno de los monjes y pasó una noche
orando ante la imagen de la
Virgen. A unas cuantas millas queda Manresa, un santuario de
peregrinación para la
Compañía de Jesús, la orden Jesuita fundada por San Ignacio,
pues encierra la cueva en donde el Santo se retiró del mundo y escribió sus
Ejercicios Espirituales.
Artistas
Los grandes
poetas Goethe y Federico Schiller escribieron acerca de la montaña; y Beethoven
murió en Viena, en una casa que había sido un antiguo estado feudal de
Montserrat. Además de esto, el lugar se hizo famoso gracias a Richard Wagner,
quien utilizó el sitio para dos de sus óperas, Parsifal y Lohengrin.
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