Catequista
Laico y Mártir
Nació
el 21 de julio de 1654. Era nativo de Bisayas, muy probablemente de lo que en
la actualidad es la Provincia de Cebú (Filipinas).
Pedro
Calungsod era un adolescente cuando salió de las Filipinas para las islas
Ladrones en el Pacífico Oriental en 1668.
El
jóven catequista era parte de un grupo de misioneros jesuitas que habían ido a
traer a Cristo al pueblo Chamarro.
La
vida era dura en las islas. Los víveres frecuentemente tardaban en llegarles y
eran sujetos a tifones.
A
pesar de las privaciones, Pedro y los misioneros tuvieron éxito evangelizando a
la gente. Las islas cambiaron de nombre a Las Marianas en honor a la Virgen
María.
No
tardaron en circular rumores acerca del agua que usaban los misioneros para
bautizar a los conversos. Decían que era venenosa, y como algunos bebes morían
después de su bautismo, muchos creyeron en los rumores.
El
2 de Abril de 1672, Pedro y un sacerdote jesuita, el Padre Diego, bautizaron a
un bebe sin el consentimiento del Padre. El Padre se enfureció y empezó a
aventarle lanzas a Pedro.
El
Padre Diego no le permitía a sus compañeros cargar armas así es que no pudieron
defenderse. Pedro fue herido en el pecho y en la cabeza.
El Padre Diego le dio
una absolución sacramental y después a él mismo le dieron muerte. Los asesinos
echaron los cadáveres al mar y los restos de estos mártires nunca se
recobraron.
Al
recibir las noticias, los compañeros de Pedro dijeron: "¡Joven afortunado!
¡Qué bien recompensados fueron sus cuatro años de servicio constante a Dios en
esta misión tan difícil: ha ganado la primera entrada al cielo a nuestro
superior, Padre Diego!".
Pedro
era un buen joven, un catequista virtuoso, un asistente constante y un buen
Católico cuya perseverancia en la fe hasta el martirio comprobó que era un buen
soldado de Cristo.
El
Padre Diego Luis de San Vítores fue beatificado en 1985. Quince años después,
el 5 de marzo de 2000, su compañero Pedro Callungsod fue también beatificado
por S.S. San Juan Pablo II.
El
milagro para su canonizacion
El
19 de diciembre de 2011 la Santa Sede aprobó oficialmente el milagro aceptado
por la Congregación para la Causa de los Santos, que no se dio en
circunstancias confusas o remotas, sino en los quirófanos de un hospital de la
ciudad filipina de Cebú en 2003.
Varios
medios de comunicación afirman que la beneficiada por este milagro llevaba dos
horas "clínicamente muerta" cuando el cirujano cardíaco rezó por ella
pidiendo la intercesión del entonces Beato Pedro. Otros afirman que sufría
"muerte cerebral". No hay un comunicado oficial de la Iglesia que
haya difundido la naturaleza médica concreta del caso.
Los
medios más detallistas citan al vicepostulador de la causa, Ildebrando Leyson,
quien asegura que la mujer, una empresaria que ni siquiera había oído hablar
nunca del beato, sufría un "coma de grado 3 en la escala Glasgow".
El
grado tres es el peor, el más bajo (no hay Glasgow 2 ni 1 ni 0), es el que se
da cuando, tras un traumatismo cerebral, no se responde ni a estímulos
auditivos, ni al dolor, ni a la luz en los ojos. La empresaria llevaba dos
horas en este estado (que si no es la muerte es su antesala) a causa de un
infarto de corazón.
Hoy
está sana, alegre, trabaja en la ciudad de Leyte y piensa acudir a la
canonización, según adelantó en el Cebu Daily News el cardenal y arzobispo
emérito Ricardo Vidal, gran promotor del santo. Los médicos locales, como los
de la comisión médica vaticana, no atribuyen su recuperación a la medicina ni a
una causa conocida.
Canonizado
el 21 de octubre de 2012 por el Papa Benedicto XVI.
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